Garc¨ªa Linera: ¡°Perder a Evo Morales ser¨ªa un suicidio pol¨ªtico¡±
El vicepresidente de Bolivia asegura que el mandatario es "la personificaci¨®n de la unificaci¨®n de lo popular"
Inseparable compa?ero de Evo Morales durante los ¨²ltimos 12 a?os, el vicepresidente de Bolivia, ?lvaro Garc¨ªa Linera (Cochabamba, 1962), no buscar¨¢ una nueva reelecci¨®n en 2019, pero cree que es imprescindible que lo haga Morales, cuya capacidad para ¡°unificar a los subalternos¡± ¨Cdice¨C no puede perderse ¡°por apego muerto a la palabra institucional de la democracia representativa¡±.
Pregunta. Dice que no hay contradicci¨®n entre el resultado del referendo de 2016, que no autoriz¨® una nueva reelecci¨®n del presidente, y el reciente fallo del Tribunal Constitucional, que s¨ª la autoriz¨®. ?Cu¨¢l es su argumento?
Respuesta. En 2015 se plante¨® modificar un art¨ªculo de la Constituci¨®n, el 168, que establece un l¨ªmite a la reelecci¨®n de un candidato presidencial. El procedimiento constitucional exige que la Asamblea Legislativa plantee un proyecto de ley para modificar este art¨ªculo y se vaya a un referendo, el cual se organiz¨® en 2016, el 21 de febrero. Por un m¨ªnimo margen, de 51 contra 49%, la gente dijo que no, que no hab¨ªa que modificar este art¨ªculo. Entonces la Asamblea, que era la encargada de aplicar el resultado del referendo, lo que hizo fue suspender la ley de modificaci¨®n del citado art¨ªculo en cumplimiento de la decisi¨®n vinculante del soberano. El referendo fue ejecutado: por ¨¦l no se modific¨® el art¨ªculo 168 de la Constituci¨®n.
Un a?o y medio despu¨¦s, surge otra iniciativa de la bancada mayoritaria de la Asamblea Legislativa que ya no toca el art¨ªculo 168, sino que plantea que no se puede establecer l¨ªmites al derecho pol¨ªtico que tienen las personas de participar en elecciones. La Constituci¨®n establece la primac¨ªa de los acuerdos internacionales sobre la propia Constituci¨®n. Entonces, se plante¨® al Constitucional que no deber¨ªa establecerse l¨ªmites para que una persona candidatee, en cumplimiento el Pacto de San Jos¨¦ sobre derechos humanos. Y el Constitucional, que es el ¨²nico int¨¦rprete de la Constituci¨®n, estableci¨® que esto es correcto. A ra¨ªz de esta consulta de la Asamblea y de esta respuesta del Tribunal, varias autoridades actuales, entre ellas el presidente, si quieren candidatear de nuevo pueden hacerlo en 2019. De esta manera, el Tribunal Constitucional ha igualado la situaci¨®n boliviana con lo que establecen otras constituciones del mundo, como la de Alemania o la de Espa?a. El ¨²nico l¨ªmite es el voto, que decidir¨¢ si el pueblo acepta que una autoridad vuelva o no.
P. Como te¨®rico social, usted ha planteado una polaridad entre un ¡°poder constituyente¡±, que es el poder de la gente de rehacer la sociedad, y un ¡°poder constituido¡±, que es el aparato normativo y la institucionalidad establecida. Para habilitar al presidente, el MAS ¡ªel partido de Morales¡ª acudi¨® al Constitucional mientras dej¨® de lado lo dicho por el poder constituyente en el referendo. ?No ve una contradicci¨®n entre estos eventos y la primac¨ªa que antes usted le asignaba al poder constituyente?
R. No. El poder constituyente fue la sublevaci¨®n de la gente, en 2001, 2003, 2005, que se expres¨® en la votaci¨®n por Evo, por un indio, algo in¨¦dito. Se eligi¨® al que se consideraba descalificado, inepto, para ser autoridad. Las clases dominantes est¨¢n en el poder porque pueden ejercer un mando unificado y articulan en torno a este a las clases subalternas, que por definici¨®n son clases fragmentadas. Entonces, una revoluci¨®n es el momento en el que los subalternos abandonan su subalternidad porque se unifican. Lo interesante es que la persona que permite la unificaci¨®n y le da cuerpo visible, palpable, es Evo. Uno como ellos, de su misma sangre, de su mismo color¡ Y entonces la pregunta que se hace un revolucionario es: aquel s¨ªmbolo de la constituci¨®n de lo popular, aquel s¨ªmbolo que expresa la ruptura de la subalternidad, ?por qu¨¦ dejarlo ir? ?Por qu¨¦ ahora? Si uno se apegara estrictamente a las formas institucionales, corresponder¨ªa dejarlo ir. Pero si uno se apega al n¨²cleo ¨ªgneo de lo popular en movimiento, de lo popular unific¨¢ndose, es un gran error perder aquello que se logra cada 100 o 200 a?os, la unificaci¨®n, en aras de una lectura digamos plana de lo institucional.
En otras palabras: la l¨®gica del poder constituyente sigue prevaleciendo en la candidatura de Evo, porque Evo es la personificaci¨®n de la unificaci¨®n de lo popular.
P. ?Esto se dar¨¢ mientras Morales viva?
R. Ojo, no fue algo que hayamos buscado. Lo ideal es una renovaci¨®n generacional y colectiva de estos liderazgos fuertes. Pero por la adversidad en que ha nacido nuestro poder, en estos 10 a?os no nos hemos preocupado del asunto. Ahora tenemos siete a?os para eso. El objetivo es que en 2024, cuando haya nuevas elecciones, podamos tener l¨ªderes sustitutivos de Evo y una estructura colectiva mucho m¨¢s s¨®lida que la que tenemos.
P. Las encuestas se?alan que usted es el mejor candidato del MAS despu¨¦s de Morales. ?Lo que dice es una renuncia?
R. No. Simplemente una reafirmaci¨®n de mi ser individual e intelectual. Yo he peleado para que los indios lleguen al poder. No para que ?lvaro Garc¨ªa lo haga, porque ?lvaro Garc¨ªa no es indio. Nunca ha buscado sustituir, representar ni ha querido disfrazarse. ?l sabe cu¨¢l es su condici¨®n social. Entonces no hay renuncia personal. ?lvaro Garc¨ªa jam¨¢s ha imaginado, ser¨ªa un contrasentido, ser¨ªa una especie de traici¨®n a mi ser revolucionario, asumir un cargo presidencial.
P. Usted escribi¨® el libro Democracia, Estado y Naci¨®n, donde dice que la democracia no es reglas, que estas pueden cambiar con tal de que haya progresos en la igualdad. Sus rivales son partidarios de la democracia como cumplimiento de reglas y por eso han dicho que despu¨¦s del fallo del Constitucional el pa¨ªs ha entrado en un momento no democr¨¢tico. Algunos incluso hablan de ¡°dictadura¡±, ¡°totalitarismo¡±¡
R. La mayor parte de los que usan el concepto de totalitarismo ni siquiera han le¨ªdo la primera p¨¢gina del libro de Hannah Arnedt sobre el tema (¡°Los or¨ªgenes del totalitarismo¡±). Usan la palabra como un clich¨¦ que no entienden. Otros tienen un apego meramente procedimental a lo democr¨¢tico, como ense?a [Norberto] Bobbio y [Giovanni] Sartori. Nosotros siempre hemos reivindicado la democracia como algo m¨¢s, como la igualaci¨®n de las oportunidades de las personas para decidir, para participar en los asuntos comunes. Igualaci¨®n cultural y pol¨ªtica, no solo econ¨®mica, en el acceso a bienes y a oportunidades. Me encanta la definici¨®n de [Jacques] Ranci¨¨re: ¡®hay democracia cuando los que se considera que son incapaces de ejercer los cargos son quienes los ejercen¡¯. Es fant¨¢stica. Por esto digo: ?C¨®mo los subalternos van a dejar escapar su s¨ªmbolo de unificaci¨®n! Ser¨ªa un suicidio pol¨ªtico. El subalterno pasa el 98% de su historia fragmentado; cuando vive el 2% unificado, ser¨ªa una locura que lo deje pasar por un mero apego muerto a la palabra institucional de la democracia representativa.
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