Macron reclama unidad a Europa para tratar con China sin perder terreno

Lleg¨® con un caballo de regalo para el presidente Xi Jinping y reclamando reciprocidad comercial a China. Durante su estancia de tres d¨ªas se proyect¨® como la voz m¨¢s prominente de la Uni¨®n Europea, con un estilo seductor ¡ªencandil¨® a los ciudadanos lanz¨¢ndose a pronunciar frases en mandar¨ªn¡ª y un discurso firme. Consigui¨® jugosos acuerdos, en particular el compromiso chino de comprar 184 aviones Airbus 320. Y este mi¨¦rcoles, el presidente franc¨¦s Emmanuel Macron, ya completamente asumido el papel de l¨ªder europeo, se ha marchado pidiendo la unidad del continente para responder a la pujanza de China.

El jefe de Estado galo quer¨ªa presentarse como un interlocutor clave para Pek¨ªn en tiempos inciertos en los que Londres se prepara para abandonar la UE, Washington se ha vuelto impredecible y Berl¨ªn contin¨²a en busca de coalici¨®n. Macron, en cambio, acaba de estrenar su quinquenio; y la econom¨ªa francesa ejerce un gran atractivo para los consumidores chinos en sectores como la alimentaci¨®n o el lujo.

Para lograr sus objetivos, el presidente franc¨¦s despleg¨® toda una gama de herramientas. Con Xi habl¨® del multilateralismo que tanto defiende el l¨ªder chino y de la necesidad de combatir el cambio clim¨¢tico pese al desmarque del Estados Unidos de Donald Trump. En Xi¡¯an, la primera parada de su viaje, destac¨® la importancia de la Nueva Ruta de la Seda, la ambiciosa red de infraestructuras mar¨ªtimas y terrestres con la que China quiere expandir su influencia en el exterior. Incluso, en un paralelismo con la ¡°diplomacia del panda¡± que practica Pek¨ªn, trajo como regalo a un caballo, Vesuvius, de los establos de la Guardia Republicana francesa.

Pero tambi¨¦n lanz¨® un fuerte llamamiento a la cohesi¨®n de Europa para poder tratar de t¨² a t¨² a Estados Unidos y a una China decidida a ejercer un papel protagonista en el orden mundial. Si la UE se muestra dividida e incapaz de defender sus sectores estrat¨¦gicos, no lograr¨¢ el respeto de China, advirti¨® este mi¨¦rcoles en la rueda de prensa de cierre de la visita.

"China no puede respetar un continente donde una parte de sus pa¨ªses abren sus puertas completamente y es f¨¢cil comprar infraestructuras esenciales", insisti¨®.

La inversi¨®n china en Europa ha crecido a pasos agigantados en los ¨²ltimos ocho a?os. Si en 2010 apenas llegaba a los 1.600 millones de d¨®lares, en 2016 alcanz¨® los 35.000 millones, seg¨²n los c¨¢lculos de la consultora Rhodium Group. Una cifra que se ha dirigido especialmente hacia el sector tecnol¨®gico y que ha permitido crear empleo y generar ingresos fiscales. Pero tambi¨¦n empieza a suscitar preocupaci¨®n sobre la influencia que Pek¨ªn pueda ganar gracias a esos desembolsos.

¡°Hay preocupaci¨®n en Bruselas y muchas capitales europeas acerca de que China pueda ejercer, o de hecho ya ha ejercido, influencia pol¨ªtica en los pa¨ªses en los que m¨¢s ha invertido¡±, apunta un informe de la Red de Think Tanks Europeos sobre China, en la que est¨¢ incluido el Real Instituto Elcano espa?ol.

Una preocupaci¨®n de la que tambi¨¦n se hizo eco el presidente franc¨¦s: China aplica ¡°una diplomacia paralela y normas comerciales que difieren seg¨²n las regiones", explic¨®. "Hay una estrategia pa¨ªs por pa¨ªs de China, y hay intereses divergentes en determinados pa¨ªses" comunitarios, a?adi¨®.

¡°Ha logrado proyectarse como un l¨ªder decidido a defender los intereses europeos y franceses, no solo mediante algunas de sus declaraciones, sino tambi¨¦n con su personalidad. Se presenta como due?o de una determinaci¨®n y voluntad firme de promover una pol¨ªtica exterior ambiciosa y a enderezar la Uni¨®n Europea¡±, opina Alice Ekman, responsable de investigaci¨®n sobre China del Instituto Franc¨¦s de Relaciones Internacionales (IFRI).

Durante su estancia, Macron asisti¨® a la firma de acuerdos en varios sectores, desde la energ¨ªa -el gigante Areva construir¨¢ una planta para el reciclado de desechos nucleares- a la alimentaci¨®n.

A ¨²ltima hora, consegu¨ªa poner un broche de oro y llevarse el ¡°s¨ª¡± de Pek¨ªn a comprar los Airbus-320. Aunque no se ha hecho p¨²blico el monto de la operaci¨®n, su valor de cat¨¢logo alcanza los 18.000 millones de d¨®lares. Francia espera que China tambi¨¦n acabe adquiriendo aviones A-350 y A-380.

Pero si fue en¨¦rgico para reclamar en p¨²blico a China reciprocidad para Francia y Europa en las relaciones comerciales, no quiso mostrar la misma actitud acerca de la situaci¨®n de los derechos humanos en la segunda potencia econ¨®mica. Seg¨²n declar¨®, sac¨® a relucir la cuesti¨®n pero solo en privado. Sacar los colores a Pek¨ªn delante de la prensa, dijo, ¡°ya se ha hecho muchas veces y no ha dado resultado¡±.