La pol¨¦mica foto del papa Francisco con una ind¨ªgena mapuche
La imagen, tomada el a?o pasado en la plaza de San Pedro, resucita ahora en v¨ªsperas del su viaje a Chile
La foto est¨¢ tomada en el Vaticano. En ella aparece el papa Francisco ante una ind¨ªgena mapuche, que con sus vestimentas coloridas, parece practicarle un rito espiritual. Francisco inclina su cabeza para que la ind¨ªgena pueda colocar sus manos en su cara. Algunos han querido ver una forma de bendici¨®n al Papa, aunque m¨¢s bien parece que la ind¨ªgena trata de transmitirle el esp¨ªritu de sus dioses ancestrales.
La imagen ha sido vista por la gente com¨²n como un gesto de simpat¨ªa del papa Francisco hacia todos los ind¨ªgenas de la Tierra. Otros, sin embargo, entre ellos pol¨ªticos y grupos de cat¨®licos conservadores, han criticado el hecho, visto como un sacrilegio. Alegan que es la primera vez que un Papa se deja bendecir por una seguidora de ritos paganos. Y han calificado a la mapuche de ¡°bruja¡±.
Los conservadores sostienen que no se trat¨® de darle una sorpresa a Francisco, como ocurre tantas veces durante las audiencias en la plaza de san Pedro, en las que el Papa se encuentra de repente con un ni?o en sus brazos colocado por alguna madre para que lo bendiga. Alegan que el Pont¨ªfice, al inclinar su cabeza ante la mapuche para que pueda colocar su cara entre sus manos, es consciente de aceptar el rito que van a impartirle. Y que es ella quien bendice al Papa y no al rev¨¦s.
En mis numerosos viajes alrededor del mundo con los papas Pablo VI y Juan Pablo II pude asistir a escenas en las que grupos de hechiceros ind¨ªgenas realizaban en su presencia algunos de sus ritos paganos. Pero es cierto que es la primera vez que un Papa ha permitido ser sujeto de uno de esos ritos, aceptado con una compostura seria y piadosa.
La foto, tomada el a?o pasado, ha resucitado ahora bajo el signo de la pol¨¦mica en v¨ªsperas del viaje del papa Francisco a Chile del 15 al 18 pr¨®ximo. En ese viaje, Bergoglio abordar¨¢ el espinoso problema de las comunidades mapuches que tanto en Chile como en Argentina son muy activas en la?defensa de sus derechos y de sus tierras codiciadas por las multinacionales.
Los mapuches son cerca de un mill¨®n en tierra chilena y unos cien mil en Argentina y esperan que Francisco aproveche el viaje para apoyarles en su lucha. Ya meses atr¨¢s dijo a una delegaci¨®n de mapuches: ¡°No permitiremos que los Gobiernos se apoderen de la tierra de los indios bajo el pretexto de establecer nuevas tecnolog¨ªas¡±, y a?adi¨®: ¡°ellos deben seguir sus propias tradiciones y su cultura con la mirada puesta en el blanco del progreso con un cuidado especial por la madre Tierra¡±.
Los indios con los que Francisco se encontrar¨¢ en Chile se sienten discriminados racial y socialmente por los distintos Gobiernos y no dejar¨¢n de manifestar sus sentimientos frente al Papa. Se trata, curiosamente, del ¨²nico grupo de ind¨ªgenas de Am¨¦rica que venci¨® militarmente a los conquistadores espa?oles en el siglo XVI con t¨¢cticas in¨¦ditas de guerrilla con las que supieron resistir durante 300 a?os. No?se sienten chilenos ni argentinos, sino indios, y pretenden seguir si¨¦ndolo. Ni quieren ser reconocidos como araucanios, nombre que le hab¨ªan dado los espa?oles, sino como mapuches.
A la vista del viaje que el papa Francisco pensaba hacer a Chile, no caben muchas dudas que el haber aceptado aquel rito de la india mapuche que parec¨ªa querer transferirle el esp¨ªritu de sus dioses, fue m¨¢s que un gesto de simpat¨ªa. El Papa argentino adem¨¢s de su sencillez franciscana, sigue siendo jesuita y, como tal, un intelectual que sabe medir sus actos y adaptarlos a los tiempos de hoy.
Es muy posible que al bajar su cabeza ante la mapuche para que pudiera estrechar su cara con sus manos, adem¨¢s de un gesto de cari?o hacia la ind¨ªgena, el papa Francisco estuviera enviando un mensaje, no s¨®lo religioso sino tambi¨¦n pol¨ªtico y social, a la otra parte del Atl¨¢ntico.
Pronto lo sabremos.
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