El Gobierno de T¨²nez promete nuevas ayudas sociales para aplacar las protestas

Despu¨¦s de una larga jornada de reuniones con partidos y agentes sociales, el Gobierno de T¨²nez anunci¨® la noche del s¨¢bado un aumento de las ayudas a las familias m¨¢s necesitadas con el objetivo de apaciguar las tensiones sociales que han sacudido el pa¨ªs magreb¨ª durante la ¨²ltima semana, y que se han saldado con una v¨ªctima mortal y m¨¢s de 800 personas arrestadas. La actual crisis pol¨ªtica ha coincidido con el s¨¦ptimo aniversario de la ca¨ªda del r¨¦gimen de Ben Al¨ª, que miles de personas han celebrado en la c¨¦ntrica avenida Bourguiba de la capital del pa¨ªs, escenario a la vez de actos festivos y de marchas reivindicativas.

Seg¨²n inform¨® en una rueda de prensa el ministro de Asuntos Sociales, Mohamed Trabelsi, las ayudas mensuales a las familias m¨¢s pobres pasar¨¢n de 150 dinares (50 euros) a un m¨¢ximo de 210 dinares (70 euros), en funci¨®n del tama?o de la unidad familiar. Se calcula que el coste total de la medida ser¨¢ cercano a los 70 millones de dinares (23,5 millones de euros), y que se beneficiar¨¢n de ella 120.000 familias. Adem¨¢s, el Gobierno se comprometi¨® a avalar a unas 500.000 familias con ingresos bajos o inestables para que puedan recibir un pr¨¦stamo hipotecario y acceder a una vivienda digna.

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Con estas medidas, el Gobierno espera poner fin a la ola de protestas iniciadas el pasado lunes, y que han combinado manifestaciones pac¨ªficas diurnas con disturbios nocturnos en una veintena de ciudades del pa¨ªs. Sin embargo, incluso antes conocerse el paquete de ayudas sociales, las protestas violentas ya hab¨ªan amainado, quiz¨¢s como resultado de la amplia campa?a de arrestos lanzada por las autoridades.

De momento, la plataforma?Fesh nastanneu? (¡°?A qu¨¦ esperamos?¡±), impulsora de las movilizaciones, no ha ofrecido todav¨ªa una reacci¨®n oficial a la propuesta gubernamental. Una de sus portavoces inform¨® a EL PA?S de que los dirigentes del movimiento ten¨ªan previsto reunirse el domingo por la tarde para evaluar la situaci¨®n y decidir si continuar con las protestas. El objetivo central de la plataforma es la retirada de la Ley de Presupuestos de 2018, al considerar que agrava el encarecimiento de los precios de productos b¨¢sicos a causa de una subida de la presi¨®n fiscal.

Como cada 14 de enero, la avenida Bourguiba se ha convertido en el centro neur¨¢lgico de las actividades relacionadas con la conmemoraci¨®n de la ca¨ªda del r¨¦gimen del dictador Ben Al¨ª. Desde primera hora de la ma?ana, han ido desfilando por sus calles todo tipo de organizaciones vinculadas con la revoluci¨®n: sindicatos, partidos pol¨ªticos, asociaciones de v¨ªctimas, etc. Incluso hubo una concentraci¨®n de hinchas de uno de los equipos de f¨²tbol m¨¢s populares de la capital, que encendieron bengalas, provocando la llegada de un escuadr¨®n de agentes antidisturbios. Sin embargo, la jornada transcurri¨® con total normalidad y sin ning¨²n conato de enfrentamientos o violencia.

La plataforma de Ennahda, el partido islamista que forma con Nid¨¢ Tunis un Gobierno de ¡°gran coalici¨®n¡±, fue la m¨¢s concurrida. Desde su tarima, se altern¨® la m¨²sica con los discursos pol¨ªticos, siempre con un tono positivo para destacar los logros obtenidos por la revoluci¨®n. Por su parte, el progresista Frente Popular, siempre en las ant¨ªpodas de Ennahda, congreg¨® a centenares de personas en una manifestaci¨®n de car¨¢cter reivindicativo. Los participantes hicieron suyo el eslogan popularizado por Fesh nastanneu? esta ¨²ltima semana: ¡°El pueblo quiere la ca¨ªda del Presupuesto¡±.

El partido islamista radical Hizbu Tahrir, que defiende la creaci¨®n de un califato universal, tambi¨¦n quiso estar presente en esta jornada, si bien su caseta se hallaba fuera de la avenida Bourguiba, separado del resto de partidos. Toda una met¨¢fora de su condici¨®n de outsider del sistema pol¨ªtico tunecino. Curiosamente, de los principales partidos pol¨ªticos del pa¨ªs, el ¨²nico que brill¨® por su ausencia es el que acumula un mayor poder institucional, Nid¨¢ Tunis, la fuerza a la que pertenecen el presidente Beji Ca?d Essebsi y el primer ministro Yusuf Chahed.

En una calle paralela a la avenida Bourguiba, y frente a la sede del poderoso sindicato UGTT, una veintena de j¨®venes graduados universitarios se encuentran acampados al aire libre para pedir al Estado que les d¨¦ trabajo. Ya llevan dos meses soportando las inclemencias del invierno tunecino. ¡°Hoy deber¨ªa ser un d¨ªa de fiesta, pero no lo es. No estamos contentos. La revoluci¨®n nos ha tra¨ªdo la libertad de expresi¨®n, pero otras demandas muy importantes como el derecho al trabajo, a la sanidad ... a¨²n no se han cumplido¡±, lamenta Essam Barkawy, originario de Kaserine, la provincia donde un mayor n¨²mero de personas perdi¨® la vida durante la revuelta de 2011.