En Colombia se roba un celular cada dos minutos

Un atraco con arma blanca o pistola. El cosquilleo en el autob¨²s. El raponazo: una moto que pasa a toda velocidad, te deja con la conversaci¨®n en la boca y varias magulladuras. Cada dos minutos se roba un m¨®vil en Colombia. La medici¨®n es de la Asociaci¨®n de la Industria M¨®vil (Asom¨®vil), que representa a los tres operadores m¨¢s importantes del pa¨ªs. Una de las cifras que les permite afirmar que este es el pa¨ªs de Am¨¦rica del Sur donde m¨¢s hurtos de este tipo se producen.

En 2017 se robaron 1,2 millones de unidades, seg¨²n las primeras previsiones de varias entidades del sector, a falta del consolidado definitivo. El impacto para la econom¨ªa es de un bill¨®n de pesos (unos 350 millones de d¨®lares). Y las estad¨ªsticas que elabora la Fiscal¨ªa colombiana cada a?o demuestran que la cifra sigue subiendo: entre 2015 y 2016, el aumento fue del 18,8%. ¡°Es de lejos el delito que en 2017 m¨¢s se increment¨® en el pa¨ªs¡±, ha dicho el fiscal general, N¨¦stor Humberto Mart¨ªnez.

Debajo de estos n¨²meros oficiales hay un subregistro: el a?o pasado solo se denunci¨® en el 4% de las ocasiones. Los ciudadanos llaman a sus operadores para que bloqueen su tel¨¦fono, pero no acuden a las autoridades.

Redes criminales internacionales

Colombia no produce m¨®viles, solo los importa para su venta en el mercado local. De la exportaci¨®n se encargan las redes criminales que operan en todo el pa¨ªs. Las organizaciones dedicadas a este delito controlan desde el ladr¨®n hasta el vendedor que permite que los aparatos colombianos lleguen a los pa¨ªses vecinos.

La cadena delictiva comienza en cualquier calle. El robo de m¨®viles no conoce de clases sociales. ¡°Las redes se componen de individuos de estratos bajos, con escasos niveles educativos, en muchos casos pertenecen a la misma familia o son amigos del barrio¡±, explican desde la Fiscal¨ªa. ¡°En promedio delinquen organizados en grupo de tres a cinco personas. Mujeres y hombres entre los 15 y 30 a?os¡±.

Una vez que el ladr¨®n se hace con el tel¨¦fono pasa a manos del reducidor, como denomina la Fiscal¨ªa al segundo actor de la cadena delictiva. ¡°Es la persona que compra los m¨®viles hurtados, teniendo pleno conocimiento de ello; su ganancia depende de las ventas que consiga en la compraventa¡±, explican desde el organismo judicial.

El reducidor se encarga de resetear la informaci¨®n del tel¨¦fono, incluyendo par¨¢metros de seguridad. De esta manera, cambia la identidad del m¨®vil e intenta evadir las posibles acciones legales. En este proceso, busca la ayuda del denominado liberador, ¡°encargado de abrir las bandas del m¨®vil o adulterar el IMEI, liberar y cambiar las carcasas¡±, detallan desde la Fiscal¨ªa. Para ¡°lavar el m¨®vil¡±, en el argot criminal, se buscan personas con conocimientos t¨¦cnicos y que tengan acceso a equipos piratas de software especializado.

El IMEI es el registro de los equipos m¨®viles que se le exige a un usuario cuando adquiere un tel¨¦fono en Colombia. Una vez que se hace esta identificaci¨®n, el aparato pasa a formar parte de una base de datos positiva, es decir, de un listado de terminales legales. Este sistema forma parte de la Estrategia Nacional Contra el Hurto de Celulares que el Gobierno colombiano lanz¨® en 2011. ¡°El objetivo es atacar tres problemas: desincentivar la demanda haciendo perder el valor de los equipos hurtados; desarticular las organizaciones criminales; y educar a la ciudadan¨ªa con campa?as p¨²blicas¡±, explican desde la Comisi¨®n de Regulaci¨®n de Comunicaciones (CRC) que pertenece al Ministerio de Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n.

Esta pol¨ªtica ha dotado, seg¨²n el Ministerio, a las autoridades de ¡°una herramienta indiscutible en la georreferenciaci¨®n de ¨¢reas de impacto de este flagelo, la identificaci¨®n de responsables y su posterior judicializaci¨®n¡±. El resultado ha sido el bloqueo de cerca de 14 millones de equipos entre agosto de 2015 y octubre de 2017, seg¨²n la CRC.

Al mismo tiempo, los delincuentes colombianos desarrollaban sus propias t¨¦cnicas para sortear esta medida. En 2017 se detectaron cerca de un mill¨®n de equipos con el IMEI duplicado. ¡°No es por responsabilidad de las empresas ni de los operadores m¨®viles, sino porque las bandas criminales se han especializado en burlar todos los controles¡±, ha declarado en varias ocasiones Nancy Patricia Guti¨¦rrez, presidenta de Asom¨®vil.

El fiscal Mart¨ªnez, por el contrario, ha anunciado que su organismo ¡°adelanta una l¨ªnea de investigaci¨®n¡± para establecer la responsabilidad de los operadores: ¡°La Fiscal¨ªa va a judicializar a los colaboradores corruptos que trabajan en esas empresas de telefon¨ªa celular¡±.

?D¨®nde se venden los m¨®viles robados en Colombia?

La cadena criminal de robo de m¨®viles no termina en el liberador. El salario de estos mediadores depende de cada tel¨¦fono que consigan liberar y vender a los comercializadores. Si esta tarea se dificulta, el terminal pasa a manos del llamado tarjetero, encargado de cambiar la tarjeta de los aparatos de mayor tecnolog¨ªa. ¡°Este actor da el car¨¢cter internacional al delito¡±, aseguran en la Fiscal¨ªa, ¡°dadas las medidas de seguridad que tienen los m¨®viles de alta gama y de las empresas de telefon¨ªa celular, estos no se pueden activar de nuevo en el pa¨ªs¡±.

Su destino es Argentina, Per¨², Venezuela y Ecuador, entre otros vecinos de la regi¨®n, a trav¨¦s del propio tarjetero o usando a un tercer actor. ¡°En esta transacci¨®n los vendedores consiguen m¨¢s ganancias porque venden los terminales como si fueran nuevos, a su precio original¡±, apuntan desde el organismo. Un celular de alta gama robado en una calle de Colombia, con un costo de alrededor de 200 d¨®lares, puede terminar valiendo alrededor de 1.800 d¨®lares en Argentina. En Venezuela, seg¨²n informaci¨®n de la CRC, se han batido r¨¦cords de venta debido a la inflaci¨®n. La Polic¨ªa estima que el 30% se vende en el mercado interno y el 70% se exporta.

M¨¢s de una decena de organizaciones dedicadas al robo y venta de estos aparatos en Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Per¨² y Panam¨¢ fueron desarticuladas el pasado agosto por la Fiscal¨ªa y la Polic¨ªa de Colombia en coordinaci¨®n la Comunidad de Polic¨ªas de Am¨¦rica (Ameripol), en una operaci¨®n de tres d¨ªas. ¡°Uno de los golpes m¨¢s contundentes al crimen transnacional¡±, aseguraron las autoridades.

Los m¨®viles robados que se revenden en Colombia se exponen en vitrinas de tiendas y centros comerciales que tanto los usuarios como las autoridades saben que se dedican a la venta de objetos hurtados. En estos lugares no existen, por ejemplo, las facturas. ¡°Tristemente, en algunas de las organizaciones que han sido desarticuladas se ha evidenciado la participaci¨®n de miembros de la Fuerza P¨²blica y empleados de empresas operadoras de telefon¨ªa m¨®vil¡±, confirman desde la Fiscal¨ªa.