Trump usa el terrorismo para atacar a la inmigraci¨®n y endurecer las leyes de acogida
La Casa Blanca afirma ahora que tres de cada cuatro terroristas condenados en EE UU nacieron en el extranjero
Es la cifra del miedo. Tres de cada cuatro condenados en EE UU por terrorismo desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 han nacido en el extranjero. El dato, largamente guardado por la Administraci¨®n estadounidense para evitar la xenofobia, fue liberado por la Casa Blanca en plena negociaci¨®n migratoria en un intento tan despiadado como poco s¨®lido de vincular la acogida de extranjeros con la devastaci¨®n terrorista. ¡°Este informe revela de forma indiscutible que nuestro sistema migratorio socava la seguridad nacional¡±, afirm¨® el fiscal general, Jeff Sessions.
Donald Trump volvi¨® a jugar en los extremos. Ya en campa?a equipar¨® a migrantes y terroristas. Y en la Casa Blanca su primer gesto fue imponer un sever¨ªsimo veto, cuya formulaci¨®n final afecta a Ir¨¢n, Libia, Siria, Yemen, Somalia, Chad y Corea del Norte, y en menor medida, Venezuela. La medida trajo consigo una enorme pol¨¦mica e incluso motiv¨® la intervenci¨®n del Tribunal Supremo, pero en modo alguno saci¨® a Trump.
14% de la poblaci¨®n de EE UU naci¨® fuera
La inmigraci¨®n poco tiene que ver con el terrorismo en Estados Unidos. En el ¨²ltimo medio siglo han entrado en el pa¨ªs 59 millones de extranjeros. Esta inmensa corriente ha llevado a que un 14% de la poblaci¨®n estadounidense actual haya nacido fuera. Vincular esos cerca de 45 millones de habitantes con los atentados yihadistas es una desmesura.
Tampoco parece sostenerse que el fin de los programas de reagrupamiento familiar y su reemplazo por un sistema de m¨¦ritos (idioma y cualificaci¨®n profesional) vaya a reducir la posible entrada de terroristas. Como tuvo que reconocer la Casa Blanca en la presentaci¨®n de informe, no se dispone de un estudio que muestre cu¨¢l era el grado de conocimiento de los condenados y, por lo tanto, si hubieran pasado el filtro.
Igualmente incierto resulta que la inmigraci¨®n irregular sea un fen¨®meno al alza. La actual cifra de 11,3 millones de indocumentados es inferior a ¨¦pocas anteriores y desde hace cinco a?os es mayor el n¨²mero de mexicanos que regresan a su pa¨ªs que los que van a EE UU.
Su meta, aplaudida por sus votantes, es reformular el n¨²cleo de la legislaci¨®n migratoria. Ya no se trata de recibir sino de seleccionar y expulsar. Este paso implica acabar con el reagrupamiento familiar, imponer un sistema de m¨¦ritos, facilitar las deportaciones inmediatas, reducir a la mitad la entrada de refugiados y los permisos de residencia, as¨ª como liquidar las coberturas temporales para extranjeros, ya sea el programa para dreamers (700.000 personas) o el estatuto que proteg¨ªa a 200.000 salvadore?os, 59.000 haitianos y 5.300 nicarag¨¹enses.
La radicalidad de este planteamiento ha tensado la negociaci¨®n legislativa. Los dem¨®cratas rechazan el giro y Trump no ha dejado de echar le?a al fuego con sus exabruptos (¡°pa¨ªses de mierda¡± llam¨® la semana en una reuni¨®n con parlamentarios a El Salvador, Hait¨ª y algunos pa¨ªses africanos).
En este escenario y ante la falta de avances, Trump ha recurrido ahora a la baza terrorista. El informe de la Secretar¨ªa de Seguridad Nacional hecho p¨²blico ayer establece que desde el 11 de septiembre de 2001 hasta el 31 de diciembre de 2016 han sido condenados en EE UU 549 personas por terrorismo internacional. De ellas, 147 eran estadounidenses de nacimiento, 254 eran extranjeros y 148 proced¨ªan de otros pa¨ªses y se hab¨ªan nacionalizado. Es decir, el 73% hab¨ªa nacido fuera de Estados Unidos.
Aunque son cifras nimias para un pa¨ªs que concede la ciudadan¨ªa a un mill¨®n de personas al a?o (los condenados por terrorismo no llegan al 0,000034% de nacionalizados desde 2001), a la Casa Blanca le sirvieron para armar su discurso del miedo.
¡°Estos datos representan solo la punta del iceberg. Ahora mismo tenemos bajo investigaci¨®n por terrorismo a miles de personas en EE UU, incluyendo a cientos que vinieron como refugiados. Nuestros agentes hacen un gran trabajo, pero no se les puede pedir que pongan en riesgo sus vidas mientras se sigue admitiendo a miles de personas al a?o sin conocer sus antecedentes¡±, dijo Sessions. ¡°Este informe es un claro recordatorio de que no podemos confiar en las pol¨ªticas migratorias basadas en el pensamiento previo al 11-S y que nos dejan inermes ante terroristas nacidos en el extranjero¡±, remach¨® la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen.
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