El acoso y los toqueteos a las azafatas en una cena ben¨¦fica sacuden la City londinense
Las revelaciones sobre la gala organizada por el Club de los Presidentes, a la que solo eran invitados hombres, provocan el cierre de la organizaci¨®n y sacuden al 'establishment' de la capital brit¨¢nica
Solo hab¨ªa hombres invitados a las Cenas de los Presidentes, un evento que se organizaba en Londres y cuyo objetivo era recaudar dinero para organizaciones ben¨¦ficas. En la ¨²ltima se recaudaron dos millones de libras para un hospital de ni?os. Pero el Club de los Presidentes, la organizaci¨®n responsable del evento, anunci¨® el mi¨¦rcoles que echar¨¢ el cierre despu¨¦s de que una investigaci¨®n encubierta del Financial Times descubriera que, al menos en la ¨²ltima cena, celebrada el pasado jueves, las azafatas eran toqueteadas, acosadas y objeto de proposiciones sexuales.
Los patronos, entre los que se contaban millonarios, famosos y pol¨ªticos, han explicado en un comunicado que, antes de cerrar, todos los fondos recaudados en la cena de etiqueta, celebrada en el hotel Dorchester, ser¨¢n ¡°distribuidos de manera eficiente entre organizaciones que trabajen con ni?os¡±. Ni una libra ir¨¢, sin embargo, al hospital Great Ormond Street, que ha asegurado que devolver¨¢ las donaciones del grupo.
La City entera, entre cuyos altos ejecutivos las Cenas de los Presidentes eran un s¨ªmbolo de estatus, ha dado la espalda a la organizaci¨®n. Las compa?¨ªas que ced¨ªan objetos para la subasta, que era la forma en que se recaudaba dinero, han dicho que no seguir¨¢n con sus donaciones. Los premios inclu¨ªan ¡ªadem¨¢s de un vale para una operaci¨®n de cirug¨ªa est¨¦tica con el reclamo de "a?ada picante a su esposa"¡ª un t¨¦ con Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra, y una comida con Boris Johnson, ministro de Exteriores. Johnson afirma que no hab¨ªa acordado apoyar el evento y que desconoc¨ªa que estaba incluido en la subasta. El Banco de Inglaterra asegura que el t¨¦ con Carney, al que se accedi¨® porque hab¨ªan aportado un premio semejante a otra subasta ben¨¦fica, quedaba inmediatamente cancelado.
Los 360 invitados, del mundo de la empresa, las finanzas y la pol¨ªtica, se han apresurado a distanciarse. David Meller, copresidente del Club, era un donante del Partido Conservador que acab¨® con un cargo intermedio en el ministerio de Educaci¨®n. Tras el esc¨¢ndalo, se ha visto obligado a dimitir. Su compa?ero en el ministerio Nadhim Zahawi, secretario de Estado de Infancia y Familias, ha sido reprendido en Downing Street por asistir y no dar cuenta a la primera ministra de lo ocurrido en la gala.
En la cena se sirvi¨® salm¨®n ahumado con caviar, carne de vaca de larga maduraci¨®n y Dom P¨¦rignon. Despu¨¦s se puj¨® en la subasta. Pero, seg¨²n la investigaci¨®n del Financial Times, algunos invitados sometieron a las 130 mujeres empleadas como azafatas a un acoso sexual constante.
Antes de la cena, la organizaci¨®n inform¨® a las azafatas, como pudo comprobar la periodista infiltrada Madison Marriage, de que deb¨ªan llevar ropa interior negra, a juego con las minifaldas que se les proporcionar¨ªan, y de que sus tel¨¦fonos m¨®viles deb¨ªan dejarse fuera. Se les hac¨ªa firmar acuerdos de confidencialidad, se les acompa?aba de vuelta a la sala si pasaban demasiado tiempo en el cuarto de ba?o y se les ofrec¨ªa reiteradamente vino. Las azafatas deb¨ªan ser ¡°altas, delgadas y bellas¡±.
Marriage asegura que fue manoseada reiteradamente y que otras mujeres fueron invitadas a habitaciones de hotel. Una de las mujeres asegura que uno de los invitados le mostr¨® el pene.
El Club de los Presidentes era, hasta su cierre, una organizaci¨®n ben¨¦fica con 33 a?os de antig¨¹edad. Aunque el mundo ha cambiado mucho en ese tiempo, las cenas de gala que organizaba para recaudar fondos que se destinaban a buenas obras han cambiado sorpredentemente poco. Entre los invitados a sus cenas abundan ejecutivos del sector inmobiliario, y las empresas pueden patrocinar mesas enteras del banquete. La cena de 2013 recaud¨® medio mill¨®n de libras, una cuarta parte de recaudado este a?o.
Las revelaciones coinciden con un creciente debate global sobre el tratamiento de la mujer en diversos sectores de la sociedad, desde el cine hasta la pol¨ªtica. El Financial Times no es un peri¨®dico que acostumbre a trabajar con periodistas de inc¨®gnito, t¨¦cnica m¨¢s utilizada por los tabloides sensacionalistas. A muchos ha sorprendido que lo haga precisamente para atacar a los ejecutivos de la City y el establishment, sus lectores tradicionales. Pero el diario lleva tiempo apostando por los temas que hablan de la desigualdad de g¨¦nero, en un pa¨ªs en que este debate que se ha abierto ha producido ya importantes avances: a partir de esta primavera, por ejemplo, las empresas estar¨¢n obligadas a publicar informaci¨®n sobre la brecha salarial en su seno y a detallar los planes que van a poner en marcha para reducirla.
La primera ministra, que se encuentra estos d¨ªas en el foro de Davos, ¡°est¨¢ en shock por lo que se ha publicado¡±, seg¨²n un portavoz de Downing Street. ¡°Esto muestra que hay un camino largo que recorrer hasta asegurar que todas las mujeres son tratadas adecuadamente como iguales¡±, ha a?adido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.