Clinton, una bola de ox¨ªgeno para M¨¦xico

Apenas un d¨ªa despu¨¦s de que el canciller mexicano, Luis Videgaray, asegurase que las relaciones con el Gobierno de Donald Trump son m¨¢s cercanas y fluidas que con las Administraciones anteriores, el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton dio uno de los mayores espaldarazos a M¨¦xico que han llegado desde el vecino del norte en el ¨²ltimo a?o.

Clinton no ha pasado ni 24 horas en M¨¦xico, pero un gesto y unas palabras sirvieron para dar una bocanada de ox¨ªgeno entre tanto descalificativo del actual inquilino de la Casa Blanca y en medio de la incertidumbre por el futuro del Tratado de Libre Comercio (TLC), un acuerdo que se aplic¨® bajo la presidencia de Clinton, un convencido del mismo ante el rechazo de la mayor parte del Congreso de Estados Unidos.

El gesto simb¨®lico se produjo el viernes, poco despu¨¦s de aterrizar en Guadalajara. Clinton particip¨® en la ceremonia de inauguraci¨®n de la Seria del Caribe de b¨¦isbol, un torneo que, por primera vez, llegaba a Jalisco y que M¨¦xico acog¨ªa por segundo a?o consecutivo ante la incapacidad de Venezuela, en principio el pa¨ªs que deb¨ªa ser el anfitri¨®n, de asumir tanto los costes econ¨®micos como los retos de seguridad para los participantes y asistentes.

No fue necesario que Clinton abriese la boca ni que hiciese el lanzamiento de honor, encargo para el boxeador Sa¨²l Canelo ?lvarez. Tampoco import¨® que no hubiese rastro de Estados Unidos sobre el tapete del estadio, que solo estuvieran las selecciones de M¨¦xico, Venezuela, Cuba, Puerto Rico y Rep¨²blica Dominicana. La mera presencia del exmandatario, ac¨¦rrimo de un deporte al que se aficion¨®, seg¨²n confes¨®, a los 10 a?os, cuando entr¨® en su casa por primera vez una televisi¨®n, era un mensaje de uni¨®n que enviar a quien quisiera entender. Lo explic¨® horas despu¨¦s, el s¨¢bado por la ma?ana, el empresario Carlos Bremer, durante el evento que organiz¨® con Clinton en un hotel de la capital de Jalisco. ¡°La excusa es el b¨¦isbol¡±, admiti¨® Bremer, quien puso el ejemplo de Nelson Mandela, el pol¨ªtico sudafricano que uni¨® a su pa¨ªs con el rugby.

¡°Estados Unidos debe estar siempre junto a sus amigos¡±, afirm¨® Clinton ante un reducido grupo, la mayor¨ªa empresarios. Ante la terquedad de Trump por recalcar continuamente los insultos hacia M¨¦xico, Clinton no necesit¨® aclarar a qui¨¦n se refer¨ªa como ¡°amigos¡±. Una relaci¨®n, ahora fraterna, que no estuvo exenta de momentos inc¨®modos, pues con su llegada a la Casa Blanca se inici¨® la construcci¨®n del muro que Trump sue?a con aumentar. O incluso el TLC sufri¨® modificaciones de la firma inicial por George Bush.

En el tono, no obstante, est¨¢ el abismo. Clinton lanz¨®, ahora s¨ª con palabras, un mensaje de unidad y emplaz¨® por superar los obst¨¢culos, especialmente en lo relativo al acuerdo comercial. ¡°Los negociadores deben pensar c¨®mo se puede trabajar para que todos mejoremos. Siempre hay ganadores y perdedores en una negociaci¨®n, pero el acuerdo nos benefici¨® a todos¡±, incidi¨® el expresidente estadounidense, quien admiti¨® que el rechazo que suscita el TLC en Estados Unidos se debe a la inacci¨®n de su pa¨ªs desde el inicio del siglo por mejorarlo: ¡°Tenemos que ver esta negociaci¨®n como una oportunidad¡±.

A los buenos deseos se sum¨® el empresario mexicano Carlos Slim. El hombre m¨¢s rico del pa¨ªs asegur¨® sin ambages que el mundo vive el cambio hacia una nueva civilizaci¨®n, solo comparada con la que surgi¨® tras la Revoluci¨®n Industrial. ¡°Una nueva era que se sustenta en el bienestar de los dem¨¢s¡±, y en donde, seg¨²n Slim, ¡°el futuro es muy promisorio, extraordinario¡±. Tambi¨¦n en el caso de M¨¦xico, donde abog¨® por acelerar la inclusi¨®n de millones de personas. ¡°Si tenemos un gran potencial es gracias al NAFTA¡±, dijo en referencial TLC en sus siglas en ingl¨¦s. No obstante, el empresario admiti¨® que uno de los obst¨¢culos de M¨¦xico es ¡°el problema de la impunidad, del crimen, de la corrupci¨®n. Y la corrupci¨®n es el m¨¢s grave, porque a quien m¨¢s afecta es a quien menos tiene¡±, recalc¨® el empresario, que a su llegada al acto recibi¨® m¨¢s saludos que el propio Clinton.

El expresidente intervino, o m¨¢s bien improvis¨®, durante media hora, en la que recorri¨® la negociaci¨®n del TLC, la reforma fiscal, los retos de su fundaci¨®n o la tragedia de los rohingyas en Birmania.?Siempre, y pese a todo, con un tono conciliador, impropio de estos tiempos, asumi¨® que el mundo ha cambiado a una velocidad desorbitante. ¡°La gente no ha podido absorber tantos cambios, culturales, pol¨ªticos, econ¨®micos, psicol¨®gicos¡±, trat¨® de argumentar, antes de cerrar: ¡°En el mundo hay m¨¢s conflicto que cooperaci¨®n. Pero no tengan duda de que los que cooperan, al final ganan¡±.