La MUD y la guerrilla de Internet
De un lado est¨¢ Maduro y del otro el creciente rechazo a las elecciones ama?adas
Los analistas coinciden en que la boa constrictora de las sanciones internacionales contra la dictadura de Nicol¨¢s Maduro lograr¨¢, al cabo de unos cuantos anillos m¨¢s, poner al r¨¦gimen chavista en el trance de convocar elecciones libres.
De ser as¨ª, Maduro no ser¨ªa hoy el resiliente elegido de Ch¨¢vez, sino un Macbeth de carnaval caribe?o, desvariando en lo alto de la muralla mientras el bosque avanza.
A las sanciones internacionales, Maduro ha respondido convocando unas ilegales elecciones presidenciales
Es posible que los m¨¢s avispados adviertan algo que no alcanzo a discernir, pero yo sigo viendo la misma guayabera verde olivo sacar a pasear su ignorancia y su zafiedad, su criminal indiferencia ante el sufrimiento de toda una naci¨®n. Y ante Maduro, veo una impert¨¦rrita Mesa de Unidad Democr¨¢tica poner cara de palo si se le pide dar cuentas de sus indescifrables tejemanejes en Rep¨²blica Dominicana.
A las sanciones internacionales, Maduro ha respondido convocando unas ilegales elecciones presidenciales que casi 50 naciones desconocer¨¢n por inconstitucionales y por estar rodeadas de ejecuciones extrajudiciales, carcelazos a activistas de oposici¨®n e inaceptables inhabilitaciones selectivas de partidos y candidatos opositores.
Sin embargo, la MUD, o lo que va quedando de ella, ha aceptado el reto y contempla acudir a esas fulleras elecciones, trag¨¢ndose sus gallardas palabras de hace apenas 15 meses. Ciento cuarenta muertes atr¨¢s, la MUD no se transaba por menos de un muy constitucional refer¨¦ndum revocatorio.
La interfaz de la MUD que comunica con el resto del mundo es la mir¨ªada de sesudos articulistas, polit¨®logos y encuestadores que desde hace meses pondera en la prensa digital las complejidades del oficio de pol¨ªtico, abstrusas e inaccesibles para el impaciente vulgo parlero y mediocre, ese que no entiende de negociaciones y es injusto con los incomprendidos comisarios de la MUD.
A estos opinadores exaspera el desencanto de un electorado que brind¨® masivamente a la MUD su m¨¢s se?alada victoria electoral en las parlamentarias de diciembre de 2015 y que la ha visto claudicar, una y otra vez, con arrogante autocomplacencia moral.
Los fundamentalistas del voto a toda costa se duelen de que haya prosperado en Venezuela una ¡°fobia a la MUD¡± que denuncian como campa?a a sueldo. No admiten como leg¨ªtimo el mayoritario repudio a la idea de participar, contra viento y marea, en unas elecciones a la medida de Maduro. Preferir¨ªan que los venezolanos firm¨¢semos sin chistar un cheque en blanco a los dialogantes de Santo Domingo.
Despachan a todo aquel que se sienta burlado y lo exprese en las redes tach¨¢ndolo de solitario guerrillero de Internet, de fren¨¦tico tuitero impol¨ªtico que solo sabe criticar sin aportar alternativas viables al modus vivendi que permita electoralmente a la MUD convertirse en leal oposici¨®n del dictador Maduro.
De un lado, Maduro, cada d¨ªa m¨¢s solo y probadamente dispuesto a matar para perpetuarse. Del otro, el creciente rechazo de los venezolanos a unas elecciones ama?adas. Dif¨ªcil adivinar el desenlace de este tremendo impasse.?
Pero es casi seguro que, al final, la ¨²nica solitaria guerrilla de Internet ser¨¢ la cofrad¨ªa de adoraci¨®n perpetua al Sagrado Coraz¨®n de la MUD.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.