Armados con fusiles y con el rostro tapado, un cartel reivindica el secuestro de dos polic¨ªas en M¨¦xico

La puesta en escena recuerda a las que ha empleado el ISIS, las v¨ªctimas en primer plano, de rodillas, obligadas a leer, o recitar, o decir lo que sus captores piden que digan. Sus guardianes detr¨¢s, armados, la cara cubierta. El v¨ªdeo no llega esta vez de Siria o Irak, sino de alg¨²n lugar del centro de M¨¦xico. Las v¨ªctimas son dos agentes federales y los secuestradores, presuntos integrantes del C¨¢rtel Jalisco Nueva Generaci¨®n, CJNG.

En un pa¨ªs donde todos los d¨ªas hay asesinatos y balaceras, con el crimen al alza y a pocos meses de las elecciones presidenciales, la noticia no ha sido tanto el secuestro de los funcionarios, como el descaro de los encapuchados. Sean o no parte del CJNG, herederos naturales del C¨¢rtel de Sinaloa, llama la atenci¨®n el atrevimiento, el desaf¨ªo de grabar un v¨ªdeo en que el estado, encarnado en sus agentes, aparece arrodillado.

Todo esto, apenas unos d¨ªas despu¨¦s de la aparici¨®n de un mensaje en Ciudad de M¨¦xico, una narcomanta, firmada igualmente por el CJNG, cosa que nunca antes hab¨ªa ocurrido.

El v¨ªdeo trascendi¨® el domingo, cierre de la precampa?a electoral, con todos los candidatos jaleando a sus seguidores en diferentes puntos del pa¨ªs. Pronto lleg¨® a las redes sociales, expandi¨¦ndose a las portadas web de los diarios, tocando finalmente a la puerta de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica, PGR, patrona de los agentes.

En el v¨ªdeo, los dos se presentan y explican que "el venir a esta ciudad", sin referir cual, fue decisi¨®n de los ministros de Gobernaci¨®n, Defensa y Armada. Que les mandaron a "hacer inteligencia", y les dieron permiso de actuar por libre, junto con efectivos de la Armada, con tal de acabar con sus objetivos. Permiso de torturar, secuestrar y robar, "sin respetar mujeres, ni?os, ni mayores". De momento, no se sabe m¨¢s de ellos, no hay petici¨®n de rescate.

En un comunicado, la PGR inform¨® de que efectivamente los que aparecen en el v¨ªdeo son Octavio Mart¨ªnez Quiroz y Alfonso Hern¨¢ndez Villavicencio, de 26 y 28 a?os, adscritos a la Agencia de Investigaci¨®n Criminal. La procuradur¨ªa dice tambi¨¦n que les perdi¨® la pista el pasado 5 de febrero, cuando "se encontraban en d¨ªas de descanso y acud¨ªan a un evento familiar al estado de Nayarit".

Se ignora de qu¨¦ evento se trataba, o de la familia de qui¨¦n de los dos era el evento, si fueron en veh¨ªculo oficial o particular, cualquier detalle que permita armar una hip¨®tesis sobre lo ocurrido.

Lo cierto es que Nayarit fue o ha sido hasta hace poco terreno en disputa. Por un lado, el CJNG ha tratado de expandirse hacia el norte, por la costa de Jalisco hacia Nayarit. Por otro, la organizaci¨®n de Sinaloa ha intentado mantener la plaza, gracias a viejas alianzas con grupos del extinto C¨¢rtel de los Beltr¨¢n Leyva. Nayarit queda entre ambos estados: es la bisagra entre el presente y el pasado el narcotr¨¢fico en M¨¦xico.

Hace justo un a?o, marinos de la Armada acabaron en Nayarit con el grupo de Los H, c¨¦lula de los Beltr¨¢n Leyva. Fue en Tepic, la capital. Los marinos rodearon a Los H en una casa de seguridad. Un helic¨®ptero les dio cobertura por aire, llegando a disparar, provocando el asombro de medio pa¨ªs por su contundencia. Todos murieron. Las im¨¢genes, claro, infectaron las redes en cuesti¨®n de minutos.

No se sabe muy bien qu¨¦ ha pasado en Nayarit desde entonces. En septiembre, alguien dej¨® una narcomanta en una carretera de la entidad. Lo firmaba el CJNG y anunciaba una "limpia". En estos meses, los ataques a agentes de la fiscal¨ªa local han aumentado, igual que las denuncias, oficiales o no, por desaparici¨®n. El Colectivo Familias Unidas calcula que desde junio son m¨¢s de 100 casos.