¡°No importa ser viejo o gordo¡±: pol¨¦mica sobre el turismo sexual en Filipinas
Un peque?o resort de la isla de Siargao recibe cientos de cr¨ªticas en las redes sociales filipinas por su peculiar modo de captar turistas occidentales
"No importa si usted es viejo o gordo", "las filipinas son inseguras" y "adoran a los blancos". Estos esl¨®ganes para atraer visitantes han generado pol¨¦mica en Filipinas, donde hablar del omnipresente turismo sexual es cada vez menos tab¨² e incluso objeto de bromas del presidente, Rodrigo Duterte.?Patrick's on the Beach, un peque?o resort de la paradis¨ªaca isla de Siargao en el sureste del pa¨ªs, ha recibido cientos de cr¨ªticas en las redes sociales filipinas por su peculiar modo de captar turistas occidentales en busca de pareja.
"Nuestro cliente de mayor edad ten¨ªa 75 a?os y encontr¨® a su dulce amor de 21 a?os en la isla de Siargao", aseguraba el hotel en el apartado preguntas m¨¢s frecuentes, unos comentarios que han sido borrados tras desatar la indignaci¨®n masiva en Facebook y Twitter, informa Rapple.com. En el texto, aseguraba que "la mayor¨ªa de las filipinas prefieren chicos mayores y maduros" y "cuanto m¨¢s blancos mejor" ya que "la piel oscura se asocia a la clase baja". "No importa si usted es viejo o gordo como la mitad de la poblaci¨®n occidental. Las mujeres aqu¨ª respetan mucho la edad y a veces el peso es un plus", rezaba el reclamo. Las filipinas, apuntaba, "tienen un gran problema de inseguridad por sus narices chatas y por eso les gustan los extranjeros con una nariz larga".
El due?o del resort, el alem¨¢n Andreas Mikoleiczik, asegura que "se han sacado de contexto algunas frases y se han convertido en una incre¨ªble e incontrolable locura viral" con miles de insultos, amenazas y denuncias contra ¨¦l, en un momento de especial sensibilizaci¨®n social en Filipinas sobre el fen¨®meno del turismo sexual. En una entrevista con Rappler, Mikoleiczik explica que solo hizo una "honesta observaci¨®n sobre el comportamiento de la gente de la isla hacia los extranjeros" y que nunca tuvo como objetivo promoverla como destino de turismo sexual. "Hay chicos que buscan chicas y chicas que buscan chicos. Pero yo no vendo chicas ", dice Mikoleiczik.
"?C¨®mo puede seguir abierto este resort? Vamos a asegurar que el cerdo que lo regenta se lleve su merecido", clama la arquitecta filipina de 37 a?os V. M. en una de las publicaciones de Facebook, respaldada y compartida por centenares de internautas. "Yo siempre pido a los turistas que traten bien a las mujeres filipinas y que sean honestos con ellas", se defiende el empresario alem¨¢,n de 73 a?os, y alega que fue en 2004 cuando subi¨® a su p¨¢gina web el texto, una bomba de relojer¨ªa que ha tardado 13 a?os en estallar.
El due?o del Patrick¡¯s on the Beach considera estas cr¨ªticas hip¨®critas y recuerda que "todos los pa¨ªses tienen turismo sexual". "Europa tiene ¨¢reas en todas las ciudades donde se puede comprar sexo legalmente. En Filipinas, lo hay en ?ngeles City, Manila, Ceb¨² y s¨ª, incluso aqu¨ª, en Siargao. El mercado de la carne existe y ha existido en el mundo desde siempre", recuerda.
¡°S¨ª, es un problema ver a j¨®venes de 16 a?os paseando con hombres que pueden ser sus abuelos, porque su familia cree que as¨ª podr¨¢ tener una vida mejor¡±, replica en su cuenta de Facebook un internauta que escribe bajo el apodo de Asia Nbl, y que defiende que ¡°no son objeto de consumo, ni tampoco juguetes sexuales glorificados¡±.
Mientras, autoridades locales han abierto una investigaci¨®n en la que se estudia incluso pedir la deportaci¨®n de Mikoleiczic, asentado en Siargao desde hace una d¨¦cada y media con su esposa filipina Elizabeth y cuatro hijos menores, al considerar que promueve las visitas de turistas sexuales. Filipinas, en pleno auge como destino de vacaciones ¡ªen 2017 aument¨® un 11% el n¨²mero de visitantes¡ª, compite con Tailandia y Vietnam como destino de turismo sexual y prostituci¨®n en el sudeste de Asia, seg¨²n denuncian organizaciones locales.
"La pobreza end¨¦mica, el desempleo, la indulgencia al aplicar las leyes y el crecimiento de la industria del turismo sexual han contribuido a los altos niveles de prostituci¨®n en el pa¨ªs", denuncia Paulo Fuller, director de la fundaci¨®n Renew, una ONG filipina que ayuda a las v¨ªctimas de tr¨¢fico de personas. Debido a lo anterior, "los turistas sexuales de otros pa¨ªses de Asia, de EE UU, de Australia o de Europa est¨¢n acudiendo en masa a Filipinas, donde pueden explotar a las j¨®venes econ¨®micamente vulnerables para tener sexo", sentencia Fuller.
Iniciado en los a?os ochenta con las primeras oleadas de visitantes japoneses, el turismo sexual est¨¢ poco a poco dejando de ser un tab¨² y a generar un debate social en Filipinas, un pa¨ªs de profundas ra¨ªces cat¨®lica. El presidente del pa¨ªs, Rodrigo Duterte, conocido por sus comentarios fuera de tono, brome¨® recientemente con ofrecer '"42 v¨ªrgenes a cada extranjero" que visite Filipinas, una chanza que tambi¨¦n recibi¨® oleadas de cr¨ªticas en medios de comunicaci¨®n y redes sociales.
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