La madre del beisbolista de los Pittsburgh Pirates es rescatada despu¨¦s de tres d¨ªas secuestrada en Venezuela

La madre del beisbolista venezolano El¨ªas D¨ªaz, jugador en la liga de b¨¦isbol profesional en las Grandes Ligas de Estados Unidos, fue liberada tres d¨ªas despu¨¦s de que fuera secuestrada en un barrio popular de la ciudad de Maracaibo, en el estado de Zulia, en su pa¨ªs natal. Las autoridades sospechan que podr¨ªan haber participado funcionarios en el asalto.

El gobernador de Zulia, Omar Prieto anunci¨® a trav¨¦s de las redes sociales la liberaci¨®n de Ana Soto, de 72 a?os, quien fue raptada el pasado jueves por cuatro hombres armados cuando conversaba con unos vecinos enfrente de su casa.

¡°Gracias a Dios (¡­) nuestros cuerpos de seguridad rescataron a la se?ora Ana Soto, madre del 'grandeliga' zuliano, El¨ªas Diaz¡±, tuite¨® el gobernador, que revel¨® que est¨¢n investigando la "presunta vinculaci¨®n de funcionarios" en el secuestro. En plena crisis econ¨®mica, social y de seguridad en Venezuela, Prieto asegur¨® que ¡°no habr¨¢ contemplaciones contra la delincuencia", mientras difundi¨® una foto acompa?ando a la septuagenaria, por la que no transcendi¨® si hab¨ªan pedido un rescate.

El diario venezolano El Nacional adelant¨® el domingo que cinco polic¨ªas hab¨ªan sido detenidos en relaci¨®n con el secuestro. El receptor (catcher) del equipo de Pittsburgh (EE UU), de 28 a?os, que se encontraba pasando unos d¨ªas con su familia en Maracaibo, hab¨ªa salido con su hermano cuando se llevaron a la fuerza a su madre. Durante el fin de semana el jugador hab¨ªa pedido a los secuestradores que la dejaran en libertad. "Solo pido que no le hagan da?o y me la devuelvan con vida", dijo en declaraciones a la prensa recogidas por la agencia AFP.

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Esta no es la primera vez que un deportista venezolano o un familiar es v¨ªctima de la inseguridad que se vive en el pa¨ªs. En noviembre pasado, Javier Betancourt, joven promesa de las 'granjas' de los Cerveceros de Milwaukee, fue herido de bala en el brazo izquierdo en una visita a Caracas. Los deportistas caribe?os abundan en la liga estadounidense, por eso organizaciones de las Grandes Ligas han pedido a sus peloteros venezolanos extremar precauciones cuando vayan a su pa¨ªs. Sus salarios en d¨®lares los hacen blanco de la delincuencia, en medio de la grave crisis socioecon¨®mica.

Seg¨²n la ONG Observatorio Venezolano de Violencia, el pasado a?o se registraron unas 26.000 muertes violentas, con tasa de 89 por cada 100.000 habitantes (14 veces mayor que la media mundial). En 2011, los aficionados venezolanos vivieron otro episodio de angustia con el secuestro y posterior liberaci¨®n del jugador Wilson Ramos, entonces miembro de los Nacionales de Washington y actualmente en las filas de las Rayas de Tampa Bay. Los responsables fueron condenados a 20 a?os de c¨¢rcel un a?o despu¨¦s.