Brasil cede al Ej¨¦rcito el control de R¨ªo para afrontar la crisis de violencia
¡°El crimen organizado pr¨¢cticamente ha tomado el control de la ciudad¡±, admite el presidente
El presidente de Brasil, Michel Temer, ha tomado una de las medidas m¨¢s extremas a su disposici¨®n para hacer frente a la incontenible escalada de violencia en R¨ªo de Janeiro: dejar la seguridad del Estado en manos de las Fuerzas Armadas. Seg¨²n el decreto firmado este viernes por el presidente, la polic¨ªa est¨¢ en manos del Ej¨¦rcito desde hoy y hasta el 31 de diciembre. Es la primera vez que se toma una medida tan radical, y de consecuencias tan imprevisibles, desde que en 1988 se instaur¨® la democracia en Brasil; entonces se puso fin precisamente a una dictadura militar que a¨²n hoy defienden algunos con el argumento de que la pol¨ªtica no tiene nada que hacer en un lugar tan violento como Brasil.
El propio presidente ha subrayado, en un discurso televisado tras firmar el decreto, la gravedad de la situaci¨®n en la ciudad. ¡°El crimen organizado casi se ha hecho con el control de R¨ªo de Janeiro. Es una met¨¢stasis que se esparce por el pa¨ªs y amenaza la tranquilidad de nuestro pueblo¡±, ha descrito. Por eso, ha continuado, toma esta ¡°medida extrema¡±. ¡°Ya basta¡±, ha rematado.
La seguridad de la ciudad depend¨ªa hasta ahora en las desbordadas manos de las fuerzas estatales, que en los ¨²ltimos tiempos poco han podido hacer mientras la capital se despe?aba por una espiral de asesinatos y violencia, y donde hubo casi seis mil tiroteos en 2017, seg¨²n la plataforma Fogo Cruzado, en los cuales murieron 700 personas. O sea, 16 intercambios de balas al d¨ªa y m¨¢s de dos muertos diarios. Un 28% m¨¢s que el a?o pasado. El a?o entero hab¨ªa sido un pulso entre las estad¨ªsticas, al alza, y los recursos policiales, cada vez m¨¢s a la baja. Y este, la tendencia no parece remitir: solo en enero se contaban m¨¢s de 317 tiroteos en la capital, 41 de ellos concentrados en la misma favela, Cidade de Deus.
La cultura de la violencia carioca
Toda esta sangre derramada proviene del mismo lugar, en opini¨®n de pol¨ªticos y agentes. Las tensiones, irreparables, entre bandas mafiosas que buscan controlar el tr¨¢fico de drogas y la seguridad en las favelas. Esto mientras el Estado, en quiebra, est¨¢ obligado a congelar los sueldos de los agentes, pagarles con retraso y limitarles el material. La soluci¨®n hasta ahora siempre ha sido recurrir al poder federal, ya fuera pidiendo dinero al Gobierno central o la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito en barrios puntuales durante periodos concretos. As¨ª fue c¨®mo salieron del paso para los Juegos Ol¨ªmpicos de 2016. Y as¨ª es c¨®mo se abri¨® el camino para la decisi¨®n de Temer de hoy.
Con este clima, al Gobierno estatal no le resulta f¨¢cil ingresar dinero para tomar la delantera. La Confederaci¨®n Nacional de Comercio calcula que el a?o pasado podr¨ªa haber ingresado unos 200 millones de euros en turismo, pero nadie quiere visitar un lugar donde la violencia es parte de la cultura. Los due?os de los supermercados est¨¢n acostumbrados a tener una pistola en la cara al menos una vez al mes. El pasado octubre solo hubo 11 d¨ªas en los que no cerrara al menos alguna escuela por culpa del a violencia. El 72% de los entrevistados en la mayor encuesta del pa¨ªs, Datafolha, afirm¨® que se mudar¨ªa si pudiese.
Ni siquiera el Carnaval ha supuesto el alivio que ofrec¨ªa antes. El Estado despleg¨® 17.000 agentes, un 43% m¨¢s que el a?o pasado, y aun as¨ª, este se ha conocido como el a?o del Carnaval violento. Hay v¨ªdeos virales de j¨®venes golpeado turistas y reportajes televisivos de tiroteos entre las celebraciones. Aun no se han divulgado las cifras, pero las autoridades han avisado de que el n¨²mero de armas confiscadas por la polic¨ªa era ¡°incre¨ªble¡±, lo que ha obligado al Gobierno a actuar. El Gobernador, Luiz Fernando Pez?o, ha admitido que hac¨ªan falta m¨¢s efectivos. ¡°Sencillamente, no est¨¢bamos preparados¡±, dijo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.