La polic¨ªa abre el cuarto caso de corrupci¨®n que implica a Netanyahu

Los casos de corrupci¨®n que implican o salpican a Benjam¨ªn Netanyahu se cuentan de mil en mil. Tras la acusaci¨®n presentada la semana pasada por la polic¨ªa al fiscal general de Israel ¡ªpor el caso 1.000 (supuestos sobornos) y el caso 2.000 (presunto tr¨¢fico de influencia)¡ª, llega ahora el caso 4.000. La brigada anticorrupci¨®n investiga si el grupo Bezeq, el gigante israel¨ª audiovisual, de Internet y de las telecomunicaciones, recibi¨® informaci¨®n privilegiada del Ministerio de Comunicaciones (dirigido directamente por el primer ministro hasta 2017) a cambio de dar al mandatario un trato de favor en sus medios. ?Y el caso 3.000? Por el momento, la polic¨ªa ya ha interrogado a un antiguo asesor y emisario del jefe de Gobierno y a su abogado personal por el supuesto cobro de comisiones ilegales en la adjudicaci¨®n de submarinos alemanes para la Armada de Israel.

Mientras Netanyahu protagonizaba el domingo un nuevo golpe de efecto internacional en la conferencia de seguridad de M¨²nich, exhibiendo un pedazo del dron iran¨ª interceptado la semana anterior en el norte de Israel, agentes de la brigada antifraude practicaban una redada en el Ministerio de Comunicaciones y en la sede de Bezeq. Altos cargos de la compa?¨ªa fueron detenidos para ser interrogados, as¨ª como el ex director general de Comunicaciones, Shlomo Filber, mano derecha del primer ministro en el departamento, y otros dos funcionarios.

La polic¨ªa hizo p¨²blico un comunicado en el que informaba de la unidad Lahav 433 (anticorrupci¨®n) hab¨ªa abierto una investigaci¨®n junto con la Autoridad del Mercado de Valores. El caso 4.000 es similar al caso 2.000, en el que los agentes recomendaron la fiscal¨ªa imputar a Netanyahu por fraude, cohecho y abuso de confianza. Est¨¢ basado en las sospechosas conversaciones, grabadas por los investigadores, que mantuvo con Arnon Moses, editor del diario Yedioth Ahronoth, el de mayor circulaci¨®n en Israel, para contar con una cobertura favorable a sus intereses en contrapartida a medidas legales que favorec¨ªan la circulaci¨®n del rotativo.

¡°El caso 4.000 es el m¨¢s consistente de todos los casos, el que tiene mayor potencial explosivo¡±, asegur¨® al desvelar el esc¨¢ndalo el informativo Hadasot del segundo canal de la televisi¨®n israel¨ª. La investigaci¨®n previa del regulador del mercado burs¨¢til ha proporcionado a la polic¨ªa cientos de documentos y correos electr¨®nicos, as¨ª como declaraciones de sospechosos.

La investigaci¨®n gira sobre tres ejes, seg¨²n el diario Haaretz. El primero es la adquisici¨®n por Bezeq de la plataforma de televisi¨®n de pago Yes por 230 millones de euros. El segundo, la compra por parte de Yes de servicios de la compa?¨ªa de sat¨¦lites Space-Communications. El tercero, la supuesta filtraci¨®n de documentos internos del Ministerio de Comunicaci¨®n a Bezeq a trav¨¦s del director general Shlomo Filber, cuyo conocimiento conllev¨® ventajas econ¨®micas millonarias para la empresa. En contra de los informes de los t¨¦cnicos del Ministerio, los otros dos funcionarios ahora interrogados promovieron presuntamente reformas regulatorias que facilitaron la adquisiciones de Bezeq ¡ªen particular a Yes¡ª, su implantaci¨®n en el sector de la telefon¨ªa fija, y una posici¨®n privilegiada como proveedor de servicios de Internet.

Netanyahu mantiene una antigua relaci¨®n de amistad con Shaul Elovitch, accionista principal de Bezeq y due?o del popular portal informativo digital Walla. La polic¨ªa israel¨ª investiga si, como contrapartida por la informaci¨®n privilegiada que se le facilit¨®, Elovitch orden¨® a los responsables de su medio que ofrecieran una cobertura favorable a los intereses del jefe del Ejecutivo. Walla se ha caracterizado ¡ªseg¨²n Haaretz, que cita a un exdirector del portal¡ª por publicar reportajes amables sobre las actividades de Sara Netanyahu, esposa del gobernante, quien suele ser noticia en el resto de los medios por las acusaciones de mal trato laboral que han planteado contra ella antiguos empleados de la residencia oficial del primer ministro.

En contra de lo que sucede en el caso 2.000, en el que el Netanyahu alega no haber estado al tanto de la intermediaci¨®n de sus asesores legales en la adjudicaci¨®n de los submarinos alemanes, muchos documentos investigados ahora por la polic¨ªa llevan su firma como titular de la cartera de Comunicaciones.

La opini¨®n p¨²blica israel¨ª ha estado muy pendiente en los ¨²ltimos meses del denominado caso 1.000, ya que cuenta con el morboso atractivo de los sobornos lujosos. La polic¨ªa sostiene que Netanyahu y sus familiares recibieron entre 2007 y 2016 regalos ¡ªpuros habanos Cohiba, champ¨¢n franc¨¦s o joyas¡ª de manos del magnate israel¨ª basado en Hollywood Arnon Milchan ¡ªproductor de pel¨ªculas como Pretty Woman o L. A. Confidential¡ª, quien pudo recibir varios millones de d¨®lares en beneficios fiscales. El multimillonario australiano James Packer tambi¨¦n ofreci¨® presentes a los Netanyahu.

Este esc¨¢ndalo parece de relativamente limitada cuant¨ªa (los investigadores eval¨²an en 230.000 euros el valor de los regalos), y en el caso 2.000 hay demasiadas lagunas (la polic¨ªa no ha podido probar que Netanyahu cerrara el trato con el editor de Yedioth Ahronot). Las presuntas ventajas millonarias obtenidas por Bezeq gracias al tr¨¢fico de influencias, y la sospecha de ama?o en la adjudicaci¨®n y tr¨¢fico de comisiones ilegales en la compra por mil millones de euros de tres submarinos a los astilleros ThyssenKrupp contienen, sin embargo, ¡°potencial explosivo¡± para el futuro pol¨ªtico de Benjam¨ªn Netanyahu, quien se ve¨ªa en la cumbre despu¨¦s de haber ostentado 12 a?os el poder en Israel.