Las familias del submarino Ara San Juan piden dinero para financiar la b¨²squeda
Ante el fracaso de los rastrillajes oficiales en el Atl¨¢ntico, quieren contratar en forma privada equipos "con tecnolog¨ªa de punta"
¡°Buscamos la verdad y vos pod¨¦s acompa?arnos¡±. Con esa leyenda, los familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, desaparecido el 15 de noviembre de 2017 en el Atl¨¢ntico sur, iniciaron una colecta para continuar con una b¨²squeda que al principio cont¨® con la ayuda de 18 pa¨ªses pero que hoy se reduce a cuatro buques. As¨ª abrieron dos cuentas bancarias, una en peso y la otra en d¨®lares, para colectar fondos que les permitan contratar embarcaciones ¡°con tecnolog¨ªa de punta¡±, seg¨²n explican en la convocatoria. Buscan recaudar 3.800.000 d¨®lares.
La iniciativa tambi¨¦n incluye distintos tipos de eventos con el fin de incentivar la ayuda de una sociedad que en forma paulatina fue perdiendo el inter¨¦s por la b¨²squeda del submarino, en coincidencia con la poca cobertura que le brindan los medios locales. ¡°Se ven¨ªa hablando entre los familiares y cuando el Gobierno anunci¨® la recompensa y fren¨® el llamado a una licitaci¨®n para que empresas extranjeras vinieran a buscarlos, se le dio curso¡±, dijo Claudio Sandoval, t¨ªo del submarinista Celso Vallejos, al diario Clar¨ªn. El objetivo de los familiares es contratar los servicios de la empresa estadounidense SEA, con asiento en Caracas, Venezuela, la cual aportar¨ªa unos robots llamados AUV, que se sumergen y se manipulan a distancia desde una embarcaci¨®n. En anteriores ocasiones, los AUV hallaron partes de avionetas y elementos mucho m¨¢s peque?os que un submarino.
44 tripulantes, 44 a?os
En la jerga de la loter¨ªa argentina, el n¨²mero 44 significa la c¨¢rcel. El s¨ªmbolo del encierro bien podr¨ªa resignificarse con el caso del submarino ARA San Juan y sus 44 tripulantes. Marcela Moyano, pareja de uno de ellos, Hern¨¢n Rodr¨ªguez, public¨® un emotivo video para recordarlo, en su cumplea?os n¨²mero 44, que fue el pasado jueves. ¡°Hoy est¨¢s cumpliendo tus 44 a?os. Mientras te escribo para desearte un feliz a?o de vida, miro el mar y le pido que te devuelva. Quiero que esta pesadilla termine y juntos apretemos el bot¨®n play a nuestras vidas¡±, escribi¨® la mujer.
¡°Me siento triste y defraudada por el gobierno que tenemos¡±, dice a EL PA?S Isabel Polo, hermana del cabo principal de la Armada Daniel Polo. ¡°Sigo teniendo esperanzas y creo en los milagros. Hace poco estuve diez d¨ªas en Mar del Plata y la verdad que ir al mar fue doloroso, pero tengo dos hijas que tuve que llevar. Apenas me met¨ª al agua un rato en todos esos d¨ªas¡±, agreg¨® la mujer, quien particip¨® de la reuni¨®n que los familiares mantuvieron con el presidente Mauricio Macri y el ministro de Defensa, Oscar Aguad, el 6 de febrero.
¡°Despu¨¦s de 70 d¨ªas nos recibi¨® por 40 minutos. Mientras le habl¨¢bamos, ¨¦l (por Macri) bostezaba. Sent¨ª que fui a escuchar una mentira presidencial, porque nos dijo lo mismo que nos hab¨ªa dicho Aguad en diciembre. Le pedimos que vaya el [buque] Angelescu y le dije que estamos cansados que nos palmeen en la espalda. Lo del Angelescu lo cumpli¨®¡±, relata la mujer.
Adem¨¢s del Angelescu, otros tres barcos buscan al ARA San Juan en la actualidad. Son la corbeta Spiro, el ARA Islas Malvinas y el buque ruso Shantar, que permanece ¡°como un favor personal del presidente Putin¡±, por lo menos, hasta que alg¨²n hecho requiera que vuelva a su pa¨ªs.
Los allegados a los 44 tripulantes ya lo probaron todo. Hasta acudieron a los servicios de dos videntes, que aseguraban haber ¡°visto al submarino a 240 kil¨®metros de la costa¡±. Finalmente, la Armada argentina env¨ªo un buque a la zona en cuesti¨®n, aunque sin resultados positivos. Sin embargo, ellos no se rinden, ni se conforman con la recompensa de 98 millones de pesos (casi cinco millones de d¨®lares) que ofrece el gobierno argentino para quienes brinden informaci¨®n ¡°que permitan dar con el paradero y la ubicaci¨®n de la nave¡±.
¡°La recompensa fue lo ¨²ltimo que le pedimos y dijimos que prefer¨ªamos que contraten los AUV, pero no respondi¨® nada. Luego [el ministro de Defensa, Oscar] Aguad dijo en una entrevista que si no aparece nadie con informaci¨®n reci¨¦n ah¨ª contratar¨ªan los servicios de la empresa estadounidense, aunque no pusieron plazos para que eso ocurra¡±, manifest¨® Polo.
La base Naval ubicada en la ciudad de Mar del Plata, a 400 kil¨®metros de Buenos Aires, se convirti¨® desde el primer d¨ªa en un santuario improvisado. Banderas de argentina con la insignia ¡°44¡± fueron desgarr¨¢ndose conforme pasaron los d¨ªas de b¨²squeda y mientras algunas esperanzas se fueron apagando. Muchos de los familiares optaron por regresar a sus domicilios, pero un grupo decidi¨® volver a ocupar el sector de alojamiento y permanecer all¨ª, bien cerca de d¨®nde se produc¨ªan las noticias.
Los familiares decidieron montar all¨ª una toma pac¨ªfica cuando se cumplieron dos meses de la desaparici¨®n del submarino. Se dividen en turnos y duermen en colchones en el piso del hotel Ant¨¢rtida, pero ellos mismos se proveen la comida. Las autoridades militares apenas otorgaron el permiso para que duerman all¨ª, sin otra asistencia. Incluso, aquellos que viajaron a sus lugares de origen para pasar las fiestas, no pudieron reingresar. Hoy son una veintena de personas que decidieron quedarse ¡°hasta que nos den una respuesta concreta¡±. Una respuesta. Algo que hasta el momento es tan misterioso como el paradero de la nave.
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