El Ara San Juan cumple un mes perdido y las familias de los 44 a¨²n esperan un milagro
La b¨²squeda del submarino se diluye junto con el inter¨¦s de la opini¨®n p¨²blica de Argentina
Hace 30 d¨ªas que el submarino argentino ARA San Juan no aparece y las expectativas van en baja. Eso se refleja en la calle, donde la discusi¨®n perdi¨® terreno frente a temas que se imponen, urgentes, como la postergada discusi¨®n sobre la reforma en las pensiones que el jueves termin¨® con heridos y detenidos. La Armada argentina ya anunci¨® la muerte de los 44 tripulantes y hasta advirti¨® que el buque puede no ser encontrado jam¨¢s. Las ruedas de prensa del portavoz de la Armada, Enrique Balbi, se fueron vaciando de periodistas, y esta semana s¨®lo se brindaron partes por escrito. La esperanza corre por cuenta de los familiares, a la espera del milagro.
¡°Mi marido est¨¢ sufriendo lo mismo que mi suegro, cuando ¨¦l se fue a la guerra¡±, resume Zulma Vallejos a EL PA?S. La mam¨¢ del tripulante Celso Vallejos, su marido Oscar -excombatiente de Malvinas, y las hermanas del submarinista, Marta y Malvina -bautizada as¨ª por las islas- prefieren no hablar de ¡®esperanza¡¯, dado que ¡°es una palabra a la que hay que buscarle otro significado, porque te lleva a la angustia y la desolaci¨®n¡±. ¡°Yo sigo teniendo la misma fe que el primer d¨ªa, espero el momento del reencuentro y nadie me va a cambiar esa opini¨®n hasta que me demuestren lo contrario. Por supuesto que tambi¨¦n tengo muchos sentimientos encontrados, bronca y angustia, pero eso no hace que deje de amar a mi hijo¡±, dice la mujer.
¡°Cuando mi marido se fue a la guerra, lo ¨²nico que sab¨ªamos era que se iba, pero no cuando volv¨ªa y no tuvimos noticias hasta que volvi¨®, y vivo. La mano de Dios y la Virgen estaban con ¨¦l y ahora son ellos los que nos van a ayudar a seguir adelante. La peor noticia en cuanto a Celso ya la tuvimos, ahora esperamos el milagro¡±, ans¨ªa Zulma.
Los actos que conmemoran el mes de b¨²squeda se repiten en todo el pa¨ªs, aunque no se espera una masiva concurrencia, luego de una semana en la que la sociedad se manifest¨® todos los d¨ªas, tanto al Parlamento como en repudio a la cumbre de la OMC, que termin¨® el mi¨¦rcoles. Buenos Aires -por ser la capital de Estado-, Mar del Plata -el puerto que todav¨ªa espera al submarino- y Punta Alta -desde donde se dirige la b¨²squeda-, Jujuy, Salta, Mendoza -donde viven muchas de las familias-, son los epicentros de los actos. La Armada, por su parte, cancel¨® una misa que el propio jefe de la fuerza, Marcelo Srur, hab¨ªa analizado junto a un grupo de periodistas antes del comienzo de la cumbre.
A Marcela, esposa del suboficial primero, Hern¨¢n Rodr¨ªguez, la esperanza ya le causa angustia. ¡°Hern¨¢n me dijo que llegaba el 27 y no llega. Llevamos seis a?os juntos, somos una familia ensamblada de cinco integrantes y pens¨¢bamos pasar la fiestas en San Rafael, Mendoza, de d¨®nde somos¡±, le cuenta a este diario. ¡°Siento dolor, bronca e impotencia, pero no me voy a quedar callada ni voy a bajar los brazos, porque Hern¨¢n no quiere una mujer destruida. Yo no lo quiero soltar y lo extra?o¡±, lamenta la esposa del jefe de m¨¢quinas del submarino extraviado.
La Armada argentina se reuni¨® con los familiares este 15 de diciembre. Dijo que no hay novedades en cuanto a la b¨²squeda, mostraron unas im¨¢genes de una sustancia rocosa encontrada en estos d¨ªas, resolvieron temas relativos a las viviendas que alquilan para los familiares que lo necesitan y ofrecieron un asesor legal. ¡°Es una verg¨¹enza¡±, califica Marcela, ¡°no tienen repertorio para pararse adelante de nosotros y decirnos la verdad porque nos mintieron desde el primer d¨ªa¡±. ¡°Nosotros no necesitamos un asesor legal que dependa de la Armada porque ellos los mandaron a navegar en un submarino que no estaba en condiciones y ellos tienen que seguir busc¨¢ndolo¡±, protesta.
Pasados 30 d¨ªas, y luego de que lo hicieran 28 barcos y nueve aviones, s¨®lo tres buques buscan al submarino, dos de ellos de Estados Unidos. Otras dos naves volvieron al continente a reaprovisionarse y regresar¨¢n a alta mar, aunque no por muchos d¨ªas. La b¨²squeda sigue a cargo del Comando de Operaciones de Adiestramiento y Alistamiento (COAA) de la Armada, ubicado en la base naval de Puerto Belgrano. Pero si hasta ahora nadie pudo encontrar lo que todos buscaban, ser¨¢ dif¨ªcil lograrlo si la ¨²nica sonda al fondo del mar es la fe, o la esperanza, de los familiares de los 44.
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