Ir¨¢n condena a dos a?os a una de las mujeres que se quit¨® el pa?uelo
El l¨ªder supremo dice que el velo previene los abusos y defiende su uso frente a la desnudez que promueve Occidente
El D¨ªa Internacional de la Mujer ha vuelto a poner en evidencia la desconexi¨®n entre la sociedad y los dirigentes iran¨ªes. No s¨®lo la polic¨ªa impidi¨® que las mujeres se manifestaran pac¨ªficamente ante el Ministerio de Trabajo, sino que las autoridades judiciales aprovecharon la fecha para anunciar la condena a dos a?os de c¨¢rcel para una mujer que el pasado enero protest¨® contra la obligatoriedad del hiyab quit¨¢ndose el pa?uelo en plena calle. Incluso el l¨ªder supremo de Ir¨¢n, el ayatol¨¢ Ali Jamenei, ha intervenido para alentar a las iran¨ªes a ¡°resistir la occidentalizaci¨®n¡± y mantener el velo.
¡°La intensa presencia de antidisturbios y agentes de paisano ha impedido que las mujeres llegaran a agruparse¡±, relat¨® un testigo a EL PA?S. Como ya hicieran durante la anterior convocatoria de las feministas, en 2006, los polic¨ªas no tuvieron reparos en empujar a las mujeres para evitar que se concentraran. Al final de las escaramuzas, 84 personas resultaron detenidas, incluidos 25 hombres, seg¨²n el recuento de las activistas.
Pero si los precedentes ya hac¨ªan temer esta reacci¨®n oficial, la condena a dos a?os a una mujer que se quit¨® el pa?uelo en la calle para protestar por la obligatoriedad de cubrirse en p¨²blico ha sorprendido por su dureza. Hasta ahora, las mujeres acusadas de ¡°taparse mal¡± (por mostrar el cabello o usar ropa demasiado ajustada) sol¨ªan ser liberadas a las pocas horas o castigadas con hasta dos meses de c¨¢rcel y una multa de 500.000 r¨ªales (casi 11 euros).
Sin embargo, en esta ocasi¨®n, las autoridades quieren dar ejemplo para evitar que se extienda la protesta contra la obligaci¨®n del hiyab (un t¨¦rmino que hace referencia no s¨®lo al pa?uelo con el que debe taparse la cabeza sino tambi¨¦n al conjunto de la ropa que no debe dejar visibles m¨¢s que cara y manos). El fiscal general, Abbas Jafari Dolatabadi, ha declarado que ¡°al quitarse el velo en p¨²blico, la mujer pretend¨ªa alentar la corrupci¨®n¡±. Aunque los medios oficiales iran¨ªes no han facilitado su identidad, todo parece indicar que se trata de Narges Hoseini, una de las 29 detenidas por haber secundado esa acci¨®n reivindicativa.
Desde que a finales de diciembre Vida Movahed, de 31 a?os, agitara su pa?uelo en silencio subida a uno de los armarios met¨¢licos que guardan los interruptores de los sem¨¢foros en una c¨¦ntrica calle de Teher¨¢n, decenas de mujeres (y al menos un hombre en solidaridad) han repetido su gesto. Si bien el n¨²mero es peque?o, su acto de desobediencia civil (en un pa¨ªs sin derechos pol¨ªticos ni libertad de expresi¨®n) ha desatado un debate social sobre la imposici¨®n vestimentaria.
Hasta la vicepresidenta para Asuntos de la Mujer y la Familia, Masumeh Ebtekar, ha admitido la necesidad de un di¨¢logo nacional al respecto. ¡°Deber¨ªamos hacer posible que se oigan los diferentes puntos de vista y utilizar m¨¦todos legales y con la menor intervenci¨®n policial¡±, ha declarado. Pero aunque algunos sectores incluso piden un refer¨¦ndum sobre el pa?uelo, tambi¨¦n hay una parte de la sociedad que reclama medidas m¨¢s contundentes contra aquellas que violan las restricciones.
Es la primera vez que el r¨¦gimen isl¨¢mico se enfrenta a una protesta contra la obligatoriedad del hiyab desde 1983, como resultado de la revoluci¨®n de 1979. Y las autoridades, que desde entonces han convertido el velo en bandera de su ideolog¨ªa, ven cualquier cuestionamiento del mismo como una afrenta a los pilares mismos del sistema.
De ah¨ª que Jamenei, aprovechara su discurso por el aniversario de F¨¢tima, la hija de Mahoma, para defender que ¡°con la promoci¨®n del hiyab, el islam previene el abuso de las mujeres¡±. En su intervenci¨®n, ante un p¨²blico mayoritariamente masculino, contrapuso ¡°las caracter¨ªsticas de la mujer iran¨ª de hoy: modestia, castidad, eminencia, que la protegen del abuso de los hombres¡±, a la ¡°desnudez¡± de las occidentales. Incluso se atrevi¨® a utilizar el movimiento #MeToo para criticar el modelo de libertades.
¡°Habr¨¦is o¨ªdo que un n¨²mero significativo de destacadas mujeres en Occidente han declarado una tras otra en los ¨²ltimos meses que en el curso de su trabajo han sido abusadas con violencia y por la fuerza¡±, subray¨®, ignorando las quejas y problemas que denuncian las activistas iran¨ªes y que est¨¢n resumidos en este v¨ªdeo. A pesar de la alta estima que los responsables de la Rep¨²blica Isl¨¢mica dicen profesar hacia las mujeres iran¨ªes, ese pa¨ªs es junto a Arabia Saud¨ª, uno de los que menos oportunidades de trabajo les ofrece, seg¨²n un informe a la Organizaci¨®n Mundial del Trabajo publicado con motivo del 8M. De ah¨ª que las activistas intentaran manifestarse ante el ministerio del ramo.
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