Una mujer marroqu¨ª, premiada por ayudar a cientos de refugiados en un homenaje a una v¨ªctima del 11-M

Cuando Souad Benkaddour lleg¨® a Espa?a en los 2000 pens¨® que hab¨ªa comprado un billete hacia la libertad. Aprendi¨® a vivir como una mujer independiente, como siempre hab¨ªa querido, y en 2015 quiso devolver la inversi¨®n. De forma desinteresada y sin el apoyo de ninguna organizaci¨®n, esta marroqu¨ª de 54 a?os comenz¨® a ayudar a los inmigrantes que llegaban a Madrid en plena crisis de los refugiados. Escuch¨® sus historias, hizo de traductora y les consigui¨® informaci¨®n valiosa para llegar a pa¨ªses como Alemania. Desde entonces alumbr¨® el camino a m¨¢s de 500 personas, la mayor¨ªa de origen sirio. ¡°Siento que he nacido para esto. He vivido los mejores a?os de mi vida¡±, aseguraba este s¨¢bado tras recibir el premio a los valores de convivencia de la Fundaci¨®n Rodolfo Benito Samaniego, creado en homenaje al ingeniero industrial de 27 a?os que perdi¨® la vida en los atentados terroristas del 11-M.

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La aventura de Benkaddour, como la del tr¨¢gico suceso del que se conmemora este domingo el 14 aniversario, tambi¨¦n empez¨® en una estaci¨®n madrile?a. En la terminal de autobuses de M¨¦ndez ?lvaro, la puerta principal de entrada para los refugiados en la capital, encontr¨® a las primeras familias a las que prestar su apoyo; al principio, confiesa, sufr¨ªa mucho con los testimonios. ¡°No me sent¨ªa capaz¡±. Luego, dice, se vacun¨® contra la tragedia y el miedo. Y as¨ª apareci¨®, segura y decida, sin desviar la mirada ni siquiera un segundo para consultar su discurso, ante los congregados en la ceremonia celebrada en la Universidad de Alcal¨¢. Seria, sin titubeos, transmiti¨® el parte de una misi¨®n cumplida: ¡°No me siento una hero¨ªna¡±, afirm¨® al recibir esta distinci¨®n que en pasadas ediciones reconoci¨® los valores de convivencia en figuras como el Padre ?ngel o el humorista Forges.

Cuidadanos que ayudan a otros ciudadanos de forma desprendida. Este es el esp¨ªritu que despert¨® a miles de madrile?os la muerte de personas como Samaniego y el que sus familiares, miembros de la fundaci¨®n que otorga este m¨¦rito a la fraternidad y la tolerancia, han visto reflejado en el compromiso de una mujer que acab¨® conviertiendo en vocaci¨®n lo que empez¨® como un gesto altruista. Durante jornadas maratonianas busc¨® salidas para ¡°gente que de entrada no entiende por qu¨¦ las ayudas sin querer nada a cambio¡±. Con la colaboraci¨®n de la familia y los vecinos, a los que agradeci¨® su apoyo incondicional, lleg¨® a gestionar entre 20 y 30 peticiones de asistencia al d¨ªa. Tuvo la visi¨®n de sembrar la semilla de la solidaridad en todos los auxiliados: un refugiado ayudado por ella deb¨ªa ayudar a otro refugiado en el futuro. En abril de 2017, cuando el proyecto The New Arrivals de EL PA?S rescat¨® la aventura de esta ama de casa, la red de favores ya se hab¨ªa extendido por todo el continente.

Las notas de agradecimiento le siguen llegando en grandes cantidades al tel¨¦fono m¨®vil. A ella, que ha visto en primera persona l¨¢grimas, penas, esperanzas y alegr¨ªas, le basta con saber que los remitentes de los mensajes est¨¢n bien. Antepone el deber a los m¨¦ritos porque ¡°lleguemos donde lleguemos, nuestra aportaci¨®n nunca ser¨¢ en vano¡±, y reduce el valor de sus vivencias a esta m¨¢xima: ¡°Las experiencias no se heredan. Los valores, s¨ª¡±.

Ella ya no mira hacia atr¨¢s, ni quiere pensar m¨¢s en las vidas que ha enderezado. Todas las historias que conoce y calla las tiene guardadas en un cuadernito que todav¨ªa no ha llegado a su ¨²ltimo cap¨ªtulo: ¡°Esto para mi no es un final. Si alguien m¨¢s necesita ayuda, all¨ª estar¨¦¡±.

El proyecto The New Arrivals?est¨¢ financiado por el European Journalism Centre con el apoyo de la Fundaci¨®n Bill & Melinda Gates.