Las urnas no le perdonan a las FARC medio siglo de guerra
El partido pol¨ªtico de la antigua guerrilla, con 10 esca?os asegurados por los acuerdos de paz, no suma m¨¢s de 100.000 votos en sus primeras elecciones legislativas
Las urnas le mandaron el domingo dos mensajes a la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Com¨²n, el partido de la antigua guerrilla de las FARC surgido de los acuerdos de paz con el Gobierno de Juan Manuel Santos. Los colombianos celebraron que, por primera vez en m¨¢s de medio siglo, pudieron ir a votar con tranquilidad. La misma sensaci¨®n que tuvieron los excombatientes, ahora candidatos, cuando llegaron a las mesas electorales sin armas. Al terminar el d¨ªa, en la sede de Los Comunes, el cuartel general de la organizaci¨®n, recibieron la segunda noticia: aun queda un largo camino que recorrer para conseguir la reconciliaci¨®n.
La FARC solo consigui¨® 52.532 votos en el Senado, ¨²nicamente por delante de un partido formado por soldados y de una organizaci¨®n ciudadana. La cifra no impide que cinco miembros de la exguerrilla se sienten en la c¨¢mara alta del Congreso. Durante m¨¢s de cuatro a?os, la que fuera la insurgencia m¨¢s antigua de Am¨¦rica Latina y representantes del Gobierno pactaron que la transici¨®n a la vida pol¨ªtica se afianzara con una representaci¨®n parlamentaria fija con independencia de los votos obtenidos.
Iv¨¢n M¨¢rquez, jefe de la delegaci¨®n de las FARC en los di¨¢logos de paz, lidera la lista al Senado. El que fuera uno de los m¨¢ximos comandantes de la guerrilla compartir¨¢ bancada con Carlos Antonio Lozada, Pablo Catatumbo, Victoria Sandino y Sandra Ram¨ªrez. Algunos de ellos han decidido cambiar su alias de guerra y recuperar su nombre originario, el primero que apareci¨® en su c¨¦dula de ciudadan¨ªa.
"?D¨ªa hist¨®rico para nuestra Colombia! En mis 64 a?os de vida es la primera vez que ejerzo mi derecho al voto y me siento muy contento y conmovido de haberlo hecho por la paz y reconciliaci¨®n de nuestro pueblo", escribi¨® Pablo Catatumbo en su cuenta de Twitter.
Todos los ya senadores forman parte de la dirigencia actual del partido pol¨ªtico y lideraron la lucha armada durante d¨¦cadas. Las FARC dejaron las fusiles en agosto de 2017, organizaron un congreso pol¨ªtico, acataron las normas de la democracia colombiana, pero no abandonaron sus ra¨ªces. Mantuvieron sus siglas, solo cambiando el significado de las palabras que componen para muchos colombianos un nombre de guerra. "Queremos concebir el car¨¢cter de nuestro partido como un partido revolucionario", dijo M¨¢rquez el pasado septiembre durante la presentaci¨®n oficial de la formaci¨®n.
Tampoco renovaron sus mandos: guardaron el uniforme de camuflaje y se vistieron con chaqueta y camisa. Rodrigo Londo?o, Timochenko, el m¨¢ximo comandante, se puso al frente de la organizaci¨®n pol¨ªtica hasta que hace una semana una enfermedad de coraz¨®n le neg¨® la posibilidad de presentarse a las elecciones presidenciales del pr¨®ximo 27 de mayo.
La representaci¨®n regional
La FARC ubic¨® a sus representantes en las regiones en las circunscripciones con m¨¢s poblaci¨®n en busca de votos: Bogot¨¢, Antioquia, Valle del Cauca, Atl¨¢ntico y Santander. En la C¨¢mara de Representantes tienen aseguradas otras cinco curules, aun as¨ª, la formaci¨®n apost¨® por departamentos grandes en lugar de aquellas zonas donde tradicionalmente han ejercido la ley, como el sur de Colombia.
En la c¨¢mara baja del Congreso, el partido suma 32.636 votos, a la cola de los resultados electorales. Sus candidatos son tambi¨¦n antiguos l¨ªderes guerrilleros. Las caras que una gran parte de la poblaci¨®n identifica con los peores cr¨ªmenes de la guerra. Los mismos que por retrasos parlamentarios no han pasado por los tribunales de la Justicia Especial para la Paz, el organismo contemplado en los acuerdos para juzgar los cr¨ªmenes del conflicto armado.
Los antiguos combatientes entran a un Congreso liderado por la derecha con el Centro Democr¨¢tico del expresidente ?lvaro Uribe, principal opositor a la paz con las FARC, dominando ambas c¨¢maras, seguido de Cambio Radical, y los tradicionales partidos colombianos: liberales y conservadores. ¡°Vamos a utilizar nuestras curules como trincheras de lucha¡±, dijo Byron Yepes, candidato a la C¨¢mara de Representantes, consciente de que su formaci¨®n no podr¨¢ cambiar leyes durante los pr¨®ximos cuatro a?os, pero s¨ª modificar el debate parlamentario.
El consuelo que le quedaba a la FARC la noche del domingo, era el crecimiento de cuatro formaciones de izquierda o de tendencias m¨¢s progresistas: Los Verdes, el Polo Democr¨¢tico, La lista de la Decencia (del candidato presidencial Gustavo Petro) y el MIRA. ¡°Hay derrotas que no son deshonrosas, y esta es una de ellas¡±, declar¨® al medio digital La Silla Vac¨ªa, Lisandro Duque, candidato al Senado.
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