La Liga llama a la puerta del Movimiento 5 Estrellas
Salvini, convertido en el motor del centroderecha, se abre a cualquier combinaci¨®n para formar Gobierno excepto a un pacto con el PD
La situaci¨®n pol¨ªtica en Italia se parece cada d¨ªa m¨¢s a aquellas adivinanzas en las que un granjero deb¨ªa cruzar a la otra orilla de un r¨ªo a un lobo, una cabra y una col sin que alguien terminase engullido. Nadie tiene los n¨²meros para formar Gobierno por si solo, pero las combinaciones que lo permitir¨ªan no gustan a sus protagonistas. Matteo Salvini no quiere al PD, que es el ¨²nico con quien, en cambio, pactar¨ªa su socio, Silvio Berlusconi. En cambio, el l¨ªder de la Liga, se abre a un acuerdo con Movimiento 5 Estrellas, que preferir¨ªa hacerlo con la formaci¨®n de Matteo Renzi, que prometi¨® antes de dimitir que aceptar¨ªa cualquier cosa menos un pacto de Gobierno con los grillinos.
Diez d¨ªas despu¨¦s de las elecciones, nadie en Italia tiene ni idea de c¨®mo encajar el complejo resultado con la formaci¨®n de un gobierno. Los vencedores reales, Movimiento 5 Estrellas (32,7% de los votos en la C¨¢mara de Diputados) y La Liga (17,4%), cada vez lo son m¨¢s y lideran los movimientos subterr¨¢neos necesarios para llegar a algo parecido a un acuerdo antes del d¨ªa 23 de marzo, cuando se formar¨¢n las c¨¢maras y deber¨ªan fijarse unos m¨ªnimos comunes para elegir a sus presidentes. Ambos partidos han dejado claro que no quieren un gobierno t¨¦cnico de transici¨®n. De modo que o se pasa por su aro, o Italia volver¨¢ a pasar por las urnas. Una situaci¨®n que incomoda enormemente al presidente de la Rep¨²blica, Sergio Mattarella,?por la inestabilidad que genera y por el coste que supone (alrededor de otros 300 millones de euros)
Matteo Salvini, l¨ªder de la creciente Liga, engrandece su peso pol¨ªtico a medida que pasan los d¨ªas y sus apariciones se multiplican. Su socio, Silvio Berlusconi, qui¨¦n sabe si a la espera de alg¨²n golpe oculto, va menguando en silencio. Y el que manda ahora mismo, que este mi¨¦rcoles visit¨® la asociaci¨®n de la prensa extranjera de Roma para hablar en clave europea, asegura que la coalici¨®n se abrir¨¢ al Movimiento 5 Estrellas para formar un Ejecutivo, pero en ning¨²n caso al PD. ¡°Estamos abiertos a todas las posibilidades, menos a un Gobierno con los grandes derrotados¡±, lanz¨® tras asegurar que habla en nombre de la coalici¨®n de centroderecha y que La Liga que no participar¨¢ en ning¨²n Gobierno sin su socio de Forza Italia
Esa posibilidad ser¨ªa la peor para Berlusconi, que ya ha transmitido que preferir¨ªa al PD. Pero la realidad es que el bot¨ªn de Forza Italia es tan exiguo que, por primera vez en mucho tiempo, est¨¢ condenada a ejercer el papel de comparsa que el exCavaliere hab¨ªa destinado a Salvini. El pr¨®ximo 23 de marzo se formar¨¢n las c¨¢maras ¡ªSenado y Congreso¡ª y podr¨¢ verse por d¨®nde van los tiros. Pero Salvini no ha empezado a negociar, asegur¨® este mi¨¦rcoles. ¡°Hoy llamar¨¦ a Di Maio. Espero que tenga el tel¨¦fono encendido¡±. Tampoco exige ya ser primer ministro para formar un gobierno con el Movimiento 5 Estrellas. Solo pide ¡ªal menos en p¨²blico¡ª que se aprueben los ejes b¨¢sicos de su programa: un tipo fijo de impuestos al 15%, abolici¨®n de la ley Fornero (retraso de la edad de jubilaci¨®n) y una Italia m¨¢s federal. Excepto en el tema de la rebaja de impuestos, no parece dif¨ªcil encontrar puntos de encuentro con el M5S.
Es tiempo de negociar, y Salvini tambi¨¦n ha rebajado considerablemente su beligerancia contra la UE en los ¨²ltimos d¨ªas. Contin¨²a diciendo que ¡°el euro fue una decisi¨®n equivocada¡±, pero el mi¨¦rcoles se?al¨® por primera vez su voluntad de respetar los par¨¢metros de Bruselas y adaptarse a la norma del 3% de d¨¦ficit. ¡°Aunque si para hacer crecer a Italia hay que saltarse algunas d¨¦cimas, lo haremos¡±. Un peque?o matiz comparado con los desaf¨ªos de los ¨²ltimos meses que trata de mitigar la incomodidad de Berlusconi con sus posiciones antieuropeas.
Mientras tanto, el PD vive instalado en una de sus maravillosas paradojas. Ha sacado el peor resultado de la historia, su secretario general ha tenido que dimitir y las distintas facciones afilan los cuchillos para la guerra civil que se avecina. Pero quien quiera gobernar, casi obligatoriamente tendr¨¢ que pasar por ellos. El ministro de Agricultura, Maurizio Martina, ha sustituido ya hasta las siguientes primarias a Matteo Renzi al frente del partido. Y la consigna, de momento, es la misma: no entregar el poder al M5S. Pero nadie tiene claro si ser¨ªa peor el supuesto pacto de la verg¨¹enza o volver a elecciones. Ambos escenarios son demoledores para la supervivencia de un partido que afronta una disyuntiva parecida a la del PSOE en las ¨²ltimas elecciones.
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