El sur de Italia se rebela
La parte meridional del pa¨ªs, arrasada econ¨®mica y socialmente, abraza masivamente las propuestas de M5S y reconoce en Luigi Di Maio a uno de los suyos
Muchas de aquellas reuniones se celebraban en el peque?o bar de Rosa Carace, en el centro de Pomigliano D¡¯Arco. No ten¨ªan ni 20 a?os y ya quer¨ªan arreglar el mundo, recuerda ella detr¨¢s de la barra mientras ruge su vieja cafetera. Se ocultaban detr¨¢s de una mampara, pero pod¨ªa escucharles perfectamente. Luigi Di Maio (Avellino, 1986) llevaba la voz cantante, siempre tuvo madera de l¨ªder. Los fines de semana repart¨ªa pasquines en el mercado con su madre del brazo, preguntaba a la gente, se met¨ªa en todos los l¨ªos. Maria, Assunta y Nunzia, que fue su compa?era de colegio, asienten en la barra. Hijo de una profesora y de un peque?o constructor de la zona, el l¨ªder del Movimiento 5 Estrellas (M5S), el partido m¨¢s votado y un aut¨¦ntico cicl¨®n en el sur de Italia (una de cada dos papeletas), es hoy el orgullo de un pueblo poco dado a las alegr¨ªas colectivas. Al cabo de 10 minutos, la tertulia pol¨ªtica en el bar ya re¨²ne a siete personas con el mismo fervor por Di Maio. Entonces, Rosa deja de remover un caf¨¦ con la cucharilla y se pone seria.
¡ªEscriba esto bien claro. Puede que Luigi no tenga ning¨²n t¨ªtulo universitario, pero tiene dignidad. Justo lo que les falta a los dem¨¢s. Es uno de los nuestros.
No es casualidad que Luigi Di Maio creciera en Pomigliano D¡¯Arco (39.900 habitantes), un peque?o pueblo a 20 kil¨®metros de N¨¢poles golpeado por casi todos los males del sur de Italia. Una crisis industrial que diezm¨® la plantilla de la hist¨®rica f¨¢brica de Fiat, una tasa de paro que alcanza los niveles m¨¢s altos del pa¨ªs y un terreno abonado para el crimen organizado. Cerca de aqu¨ª se descubri¨® en 2003 que la Camorra ten¨ªa m¨¢s de 1.200 vertederos de residuos ilegales que llevaban a?os envenenando a la gente. En la Tierra de los fuegos ¡ªcomo la llamaron¡ª la tasa de tumores es un 46% superior a la media en los hombres y un 21% en las mujeres. No es casualidad tampoco que Sergio Costa, el general de los Carabinieri que llev¨® la investigaci¨®n, sea el candidato de M5S a ministro de Medioambiente. Ni siquiera es fortuito que la propuesta estrella de la formaci¨®n, una renta m¨ªnima de ciudadan¨ªa que supuestamente permitir¨ªa a todo el mundo llegar los 780 euros mensuales, haya sido el golpe definitivo. El sur de Italia, inclinado antiguamente a un voto clientelar hacia los partidos de gobierno, ha dicho esta vez basta.
Hay un v¨ªnculo directo entre el ¨¦xito de M5S (32,7% de los votos), la renta per c¨¢pita y la tasa de desempleo del pa¨ªs. La formaci¨®n, una suerte de start up pol¨ªtica creada en 2009 por el c¨®mico Beppe Grillo y el empresario de comunicaci¨®n Gianroberto Casaleggio, gana donde el malestar y el cabreo son mayores. El gr¨¢fico marca una diagonal ascendente desde regiones del norte como Lombard¨ªa o Trentino Alto Adige, donde la riqueza es inversamente proporcional a sus votos, hasta Calabria, Campania, Basilicata, Puglia, Sicilia o Cerde?a, donde el PIB est¨¢ por debajo de la media europea y el paro muy por encima de la italiana. Ah¨ª el M5S ha obtenido entre el 40% y el 50% de los votos y ha marcado una frontera pol¨ªtica ins¨®lita en un pa¨ªs ya de por s¨ª hist¨®ricamente fracturado.
El artefacto pol¨ªtico que lidera Di Maio, construido fuera del tradicional eje ideol¨®gico izquierda-derecha, es el que mejor ha sabido leer la herida de una Italia que sigue invirtiendo mayores recursos en las zonas m¨¢s ricas (296 euros por persona en el norte) y menos donde mayor es la necesidad (107 en el sur, seg¨²n datos de Svimez). La victoria tambi¨¦n es significativa en los barrios perif¨¦ricos y m¨¢s degradados como Scampia, la zona cero durante a?os de la Camorra napolitana (m¨¢s del 65% de votos), o San Giovanni a Teduccio, una depauperada zona industrial del este de la capital de Campania (60%).
Hay un v¨ªnculo directo entre el ¨¦xito de M5S (32,7% de los votos) en algunas zonas, la renta per c¨¢pita y la tasa de desempleo del pa¨ªs
El fen¨®meno se reproduce donde hay obreros y el ruido de las m¨¢quinas ha dejado de sonar. A las 14.00 comienza el cambio de turno en la f¨¢brica de Fiat de Pomigliano D¡¯Arco. Decenas de trabajadores terminan la jornada y se dirigen en grupo a la salida. Salvatore Esposito, 56 a?os, tres d¨¦cadas en la cadena de montaje. Siempre vot¨® a la izquierda. ¡°Era de los duros, del Partido Comunista¡±, suelta masticando la mala leche de las ocho horas en el tajo. La izquierda ya no representa a los obreros, protesta. El mantra recorre Europa y brilla en el sur de Italia. ¡°Por primera vez en mi vida he dejado de votarles. Apoyo a Di Maio¡±. Las 20 personas que caminan junto a ¨¦l hacia la salida asienten y levantan la mano mostrando los cinco dedos: Cinco estrellas.
Las pensionistas tienen una visi¨®n parecida. Domenico Leone, un tipo alto y robusto que aparece con un peque?o ramo de mimosas para su hija en el D¨ªa de la Mujer, trabaj¨® 43 a?os en la misma f¨¢brica. Hubo cambios. Primero fue Fiat. Luego General Electric. Pero ¨¦l se mantuvo siempre en la izquierda. Vot¨® comunista, socialistas, luego PD... Y algo se rompi¨®. ¡°Son peores que la Democracia Cristiana. Aquella gente que luch¨® con nosotros ahora son casta, tienen sueldos vitalicios, puestos en los consejos de administraci¨®n. Nos han abandonado¡±. Domenico fue el ¨²ltimo en convencerse de sus antiguos compa?eros, no le sonaba bien el rollo del Movimiento. ¡°Me cost¨® aceptarlo. No son lo mismo¡ Pero el PD ha hecho pol¨ªtica contra nosotros, el Jobs Act [la reforma laboral de Renzi] nos ha masacrado. Di Maio no es de izquierdas, pero lucha por la moralidad de la pol¨ªtica, por la transparencia¡±. El 37% de los obreros de Italia ha votado M5S, seg¨²n el instituto Cattaneo.
"La pol¨ªtica, especialmente en el sur, est¨¢ fuera de la vida real¡±, critica el p¨¢rroco de Pomigliano
La izquierda ha muerto, viva la izquierda. El partido de Luigi Di Maio ha enterrado al PD en el sur. La mayor¨ªa de votos que ha perdido el partido de Renzi ha ido a parar los grillinos (14%) o a la abstenci¨®n (22%). Un fen¨®meno que sugiere, como ha sucedido en Espa?a, que tarde o temprano las dos formaciones en auge ¡ªLiga y M56¡ª tratar¨¢n de fagocitar a los partidos tradicionales a izquierda y derecha. Este es solo un paso intermedio en el trasvase de votantes. ¡°El sur ha votado para hacer tabla rasa de las clases dirigentes, sobre todo de izquierda. Una parte de la culpa es de Renzi, de su desvinculaci¨®n con la izquierda cl¨¢sica. Aqu¨ª se ha pagado much¨ªsimo en la crisis, pero sobre todo, unas pol¨ªticas de austeridad asim¨¦tricas que, en t¨¦rminos de contribuci¨®n, han pesado el doble que en el norte¡±, se?ala Giuseppe Provenzano, vicedirector de Svimez, la asociaci¨®n que analiza el desarrollo del sur.
La antipol¨ªtica se institucionaliza, pero el fen¨®meno ha cuajado en la base. Don Peppino, el p¨¢rroco de Pomigliano, llega a la parroquia con un grupo de ni?os de familias sin recursos. Se ocupa de ellos y de otras batallas sociales. De eso conoce a Di Maio, cat¨®lico practicante, desde que ten¨ªa 15 a?os. Trabajaron juntos en la preparaci¨®n de un refer¨¦ndum contra la privatizaci¨®n del agua en la regi¨®n. El l¨ªder de M5S particip¨® en lo que el cura define como un "observatorio pol¨ªtico" gestionado desde la parroquia. Una forma de analizar los problemas de la gente sin atender a los ejes ideol¨®gicos que encontr¨® un encaje perfecto en el M5S. ¡°Esto es una revoluci¨®n. La gente ha dicho basta. Est¨¢ harta de que no se respeten sus derechos. La pol¨ªtica, especialmente en el sur, est¨¢ fuera de la vida real¡±. En Pomigliano creen que, por fin, uno de los suyos ha llegado a Roma para solucionarlo.
La renta m¨ªnima, una arma de doble filo
Silvio Berlusconi, en plena amargura por la derrota electoral, se acord¨® de la promesa grillina que tanto da?o le ha hecho en el sur. En el v¨ªdeo que lanz¨® desde su casa no pudo contenerse. ¡°Lamentablemente, muchos electores han cre¨ªdo en la promesa infundada de la renta de ciudadan¨ªa. Se dar¨¢n cuenta pronto con una desilusi¨®n¡±. Para el ex Cavaliere, que sab¨ªa que se jugaba los ¨²ltimos d¨ªas de su carrera pol¨ªtica en el sur de Italia, ese ha sido el arma devastadora del M5S.
Y algo de raz¨®n tiene. El pasado jueves, en varias oficinas de la administraci¨®n fiscal del sur ya hab¨ªa colas el pasado jueves para pedir los 780 euros. La propuesta, ni est¨¢ aprobada ni consiste exactamente en eso. Giuseppe Provenzano, sin embargo, advierte que centrar el an¨¢lisis en esta promesa podr¨ªa ser equivocado. ¡°Es una reducci¨®n racista y simple. No es as¨ª, porque este voto est¨¢ ligado al sufrimiento social. Pero tambi¨¦n es transversal de las fases sociales. Hay muchos j¨®venes tambi¨¦n. Creo que es un momento de rechazo a un estado que no garantiza servicios a la altura. Ha sido un voto contra el abandono del sur. Y ese abandono se refleja en las clases dirigentes¡±. Pero la expectativa levantada es tan alta, que el arma puede terminar siendo de doble filo.
Adem¨¢s, la llamada renta m¨ªnima, en realidad no responde a lo mismo que en otros pa¨ªses. Se trata m¨¢s bien de un subsidio temporal por desempleo. Las condiciones para recibirla son ser mayor de 18 a?os, estar desocupado o recibir una renta por debajo de los 780 euros, inscribirse a un centro de ocupaci¨®n y aceptar, como m¨¢ximo, la tercera oferta que se reciba. Son 9 millones de italianos que no llegan a 9.360 euros al a?o. Pero, de hecho, el pa¨ªs ya tiene un mecanismo parecido que entrar¨¢ en vigor a partir de julio. La gran diferencia es que la cantidad es de 485 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.