Una historia de Rusia desde la ¡®cuna¡¯ del Kal¨¢shnikov

Cuando Viacheslav Khohriakhov empez¨® a trabajar en la f¨¢brica se la conoc¨ªa s¨®lo como ¡°Factor¨ªa Mec¨¢nica¡±. Todo lo que ocurr¨ªa tras las paredes del enorme complejo gris, en la ciudad rusa de Izhevsk, era totalmente secreto. Corr¨ªa el a?o 1970, tiempos de la Guerra Fr¨ªa, y Viacheslav ten¨ªa 17 a?os. Empez¨® como aprendiz de soldador y terminar¨ªa 48 a?os despu¨¦s como uno de los capataces del ¨¢rea de soldadura. All¨ª estaba cuando se revel¨® al mundo que la planta produc¨ªa, entre otros, los AK-47; quiz¨¢ los rifles de asalto m¨¢s populares del mundo. ¡°Era 1990 y la carrera armament¨ªstica se hab¨ªa terminado¡±, cuenta el hombre de pelo cano y corte militar, estrechando un poco los ojos, como haciendo memoria. La Factor¨ªa Mec¨¢nica se rebautiz¨® primero como Izhmash; m¨¢s tarde tomar¨ªa el nombre del antiguo militar ruso, dise?ador de los conocidos fusiles: Corporaci¨®n Kal¨¢shnikov.

Industrias de la defensa, como la del fabricante del famoso AK-47, dan trabajo a alrededor de 2,5 millones de personas (un 3% de los empleos) en Rusia y son uno de los pilares de su econom¨ªa. El Gobierno ha tratado durante a?os con mimo al sector industrial, que aporta un 33% del PIB, y que garantiza m¨¢s m¨²sculo al pa¨ªs, casi un continente de m¨¢s de 144 millones de habitantes. M¨²sculo que empez¨® a adelgazar por el impacto del descenso de los precios del gas y el petr¨®leo ¡ªmaterias primas de las que la econom¨ªa rusa es profundamente dependiente¡ª.

Tambi¨¦n en parte por el efecto de las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Uni¨®n Europea a ra¨ªz del conflicto con Ucrania y la anexi¨®n por parte de Rusia de Crimea. Sanciones que no tienen un impacto tan alto en el sector de la manufactura. Y dentro de esta, en la defensa, apunta Siemon T. Wezeman, investigador del Instituto de Investigaci¨®n para la Paz Internacional de Estocolmo (SIPRI). Y aunque sus cifras han bajado, Rusia sigue siendo el segundo exportador mundial de armas ¡ªdespu¨¦s de EE UU¡ª, seg¨²n datos del ¨²ltimo informe de esta organizaci¨®n. Con sus ventas a India, China, Azerbaiy¨¢n y Kazajist¨¢n el sector se mantiene. Y pese a su cercan¨ªa y relaci¨®n, poco efecto real han tenido sobre el mercado el conflicto en Ucrania o en Siria, analiza Wezeman.

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Y aunque su producci¨®n ha ca¨ªdo un poco por los intentos de diversificaci¨®n del mercado, la industria armament¨ªstica sigue siendo una de las prioridades n¨²mero uno de Vlad¨ªmir Putin, que en las ¨²ltimas semanas ha avisado de la creaci¨®n de "armas invulnerables". El presidente ruso ha afirmado que el sector registr¨® el a?o pasado un volumen de pedidos de armas y equipos militares de unos 45.000 millones de euros pese a las "duras condiciones no competitivas en las que tienen que operar las compa?¨ªas rusas".

Viacheslav sabe que casi cualquiera en el mundo ha escuchado hablar de los fusiles Kal¨¢shnikov. A sus 65 a?os, jubilado hace casi una d¨¦cada, acaba de volver de su paseo de cada tarde. Sentado a la mesa de su casa a las afueras de Izhevsk, espera que su esposa, Ludmila Khohriakhova, termine de preparar la cena, una espesa sopa de verduras y una ensalada de pepino. La mujer, sonriente, hace bromas a su nieta, Polina, de 13 a?os, que con su cabello rubio rojizo hace honor al mito de que en la regi¨®n se da el mayor n¨²mero de personas pelirrojas del mundo. Ludmila, de 59 a?os, tambi¨¦n trabaj¨® en la f¨¢brica. Primero como soldadora y m¨¢s tarde en la cl¨ªnica de la compa?¨ªa. ¡°Estamos orgullosos de que sea emblema de la ciudad y casi del pa¨ªs¡±, afirma. No le falta raz¨®n. En Izhevsk, de 646.000 habitantes y capital de la Rep¨²blica Udmurta, en los Urales occidentales, hay incluso un museo dedicado al ingeniero y sus armas, donde el visitante puede probar un fusil y disparar un par de tiros.

La corporaci¨®n ¡ªque emplea a unas 8.000 personas¡ª tiene un buen pu?ado de edificios en Izhevsk, un par de ellos con la fachada totalmente inocua. Sin carteles ni letreros. Las f¨¢bricas, como toda la industria de la defensa, siguen siendo un entorno casi tan opaco como en los tiempos de Viacheslav y Ludmila. ?poca en la que no s¨®lo su factor¨ªa era secreta sino que toda la regi¨®n, con grandes reservas metal¨²rgicas y centrada fundamentalmente en la producci¨®n de armas y la industria automotriz, era territorio restringido. Era una zona ¡°de importancia estrat¨¦gica¡± apunta el catedr¨¢tico de Econom¨ªa Anatoli Osipov. En una de las aulas donde da clase en la Universidad de Agricultura, un campus de edificios color crema y decoraci¨®n de otra ¨¦poca, el profesor recuerda que los extranjeros ten¨ªan vetado el acceso.

El de la defensa ha sido un sector clave en la regi¨®n de Izhevsk, donde el fabricante de los AK-47 no es la ¨²nica empresa armament¨ªstica. Tampoco es la ¨²nica que ha optado por diversificar su producci¨®n para adaptarse a los tiempos y salvar los momentos dif¨ªciles. La corporaci¨®n Kal¨¢shnikov fabrica ahora tambi¨¦n motocicletas, drones y otro tipo de equipamiento. En la zona de Udmurtia, donde se registra un 5,2% de desempleo (un 5,5% de media en Rusia) hay al menos una decena m¨¢s de factor¨ªas del mismo sector, apunta el catedr¨¢tico. Sin embargo, Osipov recalca que aunque ha perdido mucho, es la industria automotriz junto al sector servicios ¡ªy una cada vez m¨¢s pujante industria agr¨ªcola, espoleada por buscar productos que sustituyan a los vetados por las sanciones¡ª la que tiene m¨¢s peso en la regi¨®n: un 25%.

De hecho, el sector motor, en ca¨ªda casi constante desde el a?o 2012, est¨¢ viviendo un repunte en toda Rusia, explica el catedr¨¢tico, experto tambi¨¦n en la cultura y la lengua de la regi¨®n: la udmurta. En el primer semestre de 2017, la producci¨®n de coches aument¨® casi un 20% y las ventas m¨¢s de un 12%, seg¨²n datos de la Asociaci¨®n de Fabricantes de Veh¨ªculos rusa. Tambi¨¦n la econom¨ªa del pa¨ªs, tras a?os de recesi¨®n, ha vuelto a un crecimiento modesto ¡ªun 1,5%¡ª pese a la necesidad de reformas estructurales que tiene pendiente afrontar casi desde la ca¨ªda de la URSS. ¡°Hay que encontrar un punto adecuado entre producir con un plan, como en esa ¨¦poca, y hacerlo seg¨²n el mercado¡±, dice Osipov.

Del mercado, de la oferta y la demanda tambi¨¦n habla Anastasia, estudiante de Ingenier¨ªa y Construcci¨®n en la Universidad Polit¨¦cnica de Izhevsk. Cuenta que eligi¨® precisamente una carrera t¨¦cnica con la intenci¨®n de trabajar en la industria. ¡°Es uno de los sectores m¨¢s seguros. Hay muchas oportunidades y m¨¢s que va a haber¡±, afirma. Un argumento similar al de Dmitri Fichora, de 30 a?os. En una de las pausas de su trabajo en la factor¨ªa Autozavod, que fabrica varios modelos de los m¨ªticos coches rusos Lada, el hombre alto y rubio explica que la mejora en la salud del sector del autom¨®vil ha permitido subir un poco los salarios. Fichora, de origen ucranio, lleg¨® a Izhevsk hace tres a?os desde Donetsk, en la regi¨®n del Donb¨¢s, zona en pleno conflicto entre tropas leales a Kiev y los separatistas del este de Ucrania, apoyados por Rusia. All¨ª trabajaba en una de las minas. Ahora se ha reciclado en soldador y despu¨¦s de especializarse ha pasado a ganar unos 55.000 rublos al mes (unos 770 euros, por encima de los 400 del salario medio de la regi¨®n). ¡°Buscaba estabilidad y la industria es uno de los sectores m¨¢s estables¡±, afirma.

Es un mantra tambi¨¦n para Viacheslav y Ludmila, partidarios fieles del presidente Vladimir Putin, que se enfrenta este domingo a la reelecci¨®n que le dar¨¢ otros seis a?os de mandato. Quiz¨¢ la situaci¨®n econ¨®mica, que s¨ª le ayud¨® en la anterior elecci¨®n (en 2012) no ha soplado a su favor en los ¨²ltimos a?os, pero muchos rusos le consideran el ¨²nico candidato real. Como este matrimonio de udmurtos. Y en tiempos revueltos, cuando Rusia vive sus peores relaciones con la Uni¨®n Europea desde la Guerra Fr¨ªa y con crecientes tensiones con Estados Unidos, la estabilidad y la seguridad son importantes, dice Ludmila: ¡°Yo solo pido que no haya otra guerra¡±.