Oklahoma decide gasear con nitr¨®geno a los presos condenados a muerte

Oklahoma tiene una especial predilecci¨®n por la pena de muerte. Este territorio del Medio Oeste, de casi 4 millones de habitantes y gobernadora republicana, no solo registra el mayor n¨²mero de ejecuciones per c¨¢pita de Estados Unidos, sino que fue la primera administraci¨®n del planeta en usar la inyecci¨®n letal. Siempre en vanguardia del horror, ahora ha decidido emplear nitr¨®geno para matar a los 12 condenados que del corredor de la muerte que ya han agotado todos sus recursos legales.

El motivo alegado para gasearlos es que, debido a la negativa de las farmac¨¦uticas, las autoridades no encuentran en el mercado las sustancias necesarias para la inyecci¨®n letal. Un problema com¨²n en EEUU y que ha llevado a estados como Nevada y Nebraska a buscar f¨®rmulas tan poco ortodoxas como el fentanilo, un opioide sint¨¦tico, para sus ejecuciones.

¡°No podemos quedarnos en los m¨¢rgenes y esperar a que lleguen los f¨¢rmacos. El nitr¨®geno es efectivo, sencillo de administrar, f¨¢cil de obtener y no requiere procedimientos m¨¦dicos complejos¡±, afirm¨® en conferencia de prensa el fiscal general de Oklahoma, Mike Hunter.

¡°Hemos buscado las sustancias por todo el mundo, incluso en los callejones de la India y no hemos encontrado nada¡±, se justific¨® el director del Departamento Penitenciario, Joe Allbaugh, quien, tras admitir que jam¨¢s se ha probado este sistema en ejecuciones, aleg¨® que ha sido documentado en suicidios asistidos. Para redondear su argumento, afirm¨® que algunos presos de Oklahoma est¨¢n recurriendo a m¨¦todos como la deshidrataci¨®n para dificultar la inserci¨®n de agujas. "Muy listos", remach¨®.

La inhalaci¨®n del nitr¨®geno, aunque todav¨ªa falta desarrollar el protocolo, ser¨ªa mediante m¨¢scara y generar¨ªa la muerte por falta de ox¨ªgeno (hipoxia). "Las personas expuestas a grandes cantidades de gas experimentan fatiga,mareos, quiz¨¢ dolor de cabeza, p¨¦rdida de la respiraci¨®n y de la consciencia... en pocos minutos se producela muerte", explic¨® el fiscal.

Su relato encresp¨® a las organizaciones humanitarias. ¡°Nunca ha sido usado antes. Se estar¨ªa utilizando a los presos como cobayas, podr¨ªan morir con enorme sufrimiento¡±, alertaron a los medios locales los abogados defensores de los penados.

Los antecedentes de Oklahoma abonan este esperpento. Ya ocurri¨® el 29 de abril de 2014, cuando al recluso Clayton Lockette, condenado por secuestro, violaci¨®n y asesinato de una joven, se le inyect¨® un f¨¢rmaco poco estudiado en aplicaciones terminales (midazolam). El resultado fue una agon¨ªa atroz. Desgarrado por terribles convulsiones y atado de pies y manos a una camilla, tard¨® 43 minutos en morir. El propio presidente Barack Obama calific¨® lo ocurrido de inhumano. Pocos meses despu¨¦s se estuvo a punto de cometer otra tropel¨ªa semejante y fue evitada en el ¨²ltimo instante al darse cuenta un guardia de que se iba a administrar una combinaci¨®n err¨®nea de sustancias. Desde octubre de 2015 no se han practicado ejecuciones en el territorio.

Pese a estos antecedentes, la fiscal¨ªa pisa sobre terreno seguro. Un tribunal valid¨® hace dos a?os el uso de nitr¨®geno como ¡°indoloro, f¨¢cil y barato¡±. Y el Parlamento estatal aprob¨® el 8 de noviembre de 2016 una ley que abr¨ªa las ejecuciones a cualquier sistema que no estuviese taxativamente prohibido por la Constituci¨®n de Estados Unidos.

Tampoco por la parte pol¨ªtica se espera ning¨²n obst¨¢culo. La reelegida gobernadora Mary Fallin es una firme defensora de la pena capital y ha sido una de las voces que m¨¢s han insistido en buscar m¨¦todos alternativos tras el espantoso caso de Clayton Lockette.

En la historia de Oklahoma solo un gobernador, el puritano Lee Cruce, se enfrent¨® a las ejecuciones. En su mandato (1911-1915), se prohibi¨® el p¨®ker y la venta de licores, as¨ª como las carreras de caballos y las peleas con apuesta. Hombre de una pieza, Cruce lleg¨® a decretar la ley marcial en Tulsa para impedir una competici¨®n h¨ªpica y no dud¨® en que las tropas disparasen a los jockeys para dejar claro qui¨¦n mandaba ah¨ª. Con la pena de muerte no pudo cumplir su sue?o de abolirla, pero conmut¨® las 22 ejecuciones que pasaron por su mesa. Eso fue hace m¨¢s de cien a?os.