Las autoridades rusas arrebatan tierras y viviendas a los habitantes de Crimea
Las administraciones locales rechazan los documentos ucranios e incluso planean invalidarlos
Tras la euforia y las esperanzas que los habitantes de Crimea depositaron en Vlad¨ªmir Putin y el ¡°retorno¡± a la ¡°patria rusa¡±, en la pen¨ªnsula ucrania del mar Negro anexionada en 2014 se vive otra historia de decepcionantes sorpresas y hasta saqueos a gran escala. Entre los entusiastas de la primavera rusa se extiende cada vez m¨¢s la sensaci¨®n de estar en un callej¨®n sin salida, solos ante los l¨ªderes de un Estado que no respetan sus propias leyes y dejan a los peninsulares a merced de sus codiciosos mandatarios locales.
Un d¨ªa de finales de febrero una veintena de personas se agolpaban frente a la priomnaia?(oficina de atenci¨®n al p¨²blico) de Putin en el centro de Mosc¨². Hab¨ªan venido de Crimea animados por las palabras del responsable de prensa de la campa?a electoral del presidente. La priomnaia, dijo Andr¨¦i Kondrashov, estaba abierta para escuchar y resolver los problemas de los ciudadanos.
Los visitantes llegados desde el mar Negro ten¨ªan una preocupaci¨®n com¨²n: las autoridades de la pen¨ªnsula, dividida en dos sujetos administrativos (la Rep¨²blica de Crimea y Sebastopol) les estaban arrebatando los bienes inmobiliarios que ellos compraron de buena fe, tanto antes como despu¨¦s de la anexi¨®n. A la sensaci¨®n de injusticia, a?ad¨ªan la sensaci¨®n de desconcierto, pues no entend¨ªan c¨®mo los jueces, en todos los casos y circunstancias, fallaban siempre en contra suya.
Tras apropiarse de Crimea, Rusia promulg¨® una ley de rango constitucional por la que se reconocen los documentos y certificados de propiedad expedidos por Ucrania. En la pr¨¢ctica, no obstante, las autoridades locales cuestionan esos documentos, los rechazan e incluso planean invalidarlos, si Sergu¨¦i Axi¨®nov, hoy jefe de la rep¨²blica de Crimea, se sale con la suya. Axi¨®nov ha pedido al viceprimer ministro ruso, Dmitri Kosak, una modificaci¨®n de la ley para que sean ilegalizados los derechos de propiedad inmobiliaria registrados en ¨¦poca de Ucrania, seg¨²n el diario Kommersant. El 4 de mayo de 2017, el mismo presidente Putin dio orden al gobierno ruso de elaborar un conjunto de medidas para crear una zona natural especial protegida en los bosques de Laspi, un entorno privilegiado en las costas del sudeste de Sebastopol. Es obvio que las urbanizaciones y dachas ya construidas en aquellos parajes por los peque?os propietarios individuales, tanto en ¨¦poca ucrania como rusa, dificultan estos fines.
En la Administraci¨®n de Sebastopol han decidido ¡°bucear¡± en las transacciones realizadas bajo la Administraci¨®n ucrania. Su conclusi¨®n es que una buena parte de los terrenos deben ser confiscados porque se adjudicaron de forma irregular, ya sea porque las tierras no fueron entregadas por la autoridad pertinente, porque el procedimiento no fue el adecuado o porque los documentos estuvieran ¡°falsificados¡±.Las decisiones de los jueces no tienen en cuenta la ley constitucional, ni el tiempo transcurrido desde las transacciones, ni los derechos del comprador de buena fe. Tampoco contemplan compensaci¨®n material a los expoliados.
Alexandr St¨¢nev, un marinero que estableci¨® en Sochi tras una agitada vida, decidi¨® mudarse a Crimea en 2014 y se compr¨® un solar en Laspi y otro en la bah¨ªa de Kazachia, tambi¨¦n cercana a Sebastopol. St¨¢nev recibi¨® los documentos de propiedad, pero antes poder erigir los cimientos de una casa en Laspi, apareci¨® la polic¨ªa y le acuso de haber talado ilegalmente el bosque de su parcela. Poco despu¨¦s, el juez declar¨® que en ¨¦poca ucrania su parcela hab¨ªa sido ilegalmente vendida, porque no pertenec¨ªa a la municipalidad de Sebastopol, sino a la Administraci¨®n forestal. De nada le vali¨® a St¨¢nev invocar la ley constitucional sobre ¡°la incorporaci¨®n en la Federaci¨®n Rusa de la rep¨²blica Crimea¡± aprobada el 21 de marzo de 2014. Seg¨²n esta ley, todos los certificados de propiedad expedidos por Ucrania son v¨¢lidos de forma indefinida y no necesitan confirmaci¨®n por parte de los ¨®rganos estatales de la Federaci¨®n rusa. A St¨¢ner tambi¨¦n le quitaron su segundo terreno, en la bah¨ªa Kazachia, en una zona que en el pasado perteneci¨® al Ej¨¦rcito Sovi¨¦tico, para d¨¢rselo a una unidad militar rusa. Ahora St¨¢ner cree ser v¨ªctima de una conspiraci¨®n y que los funcionarios de Sebastopol est¨¢n al servicio de Ucrania.
En la zona de Laspi, los afectados se cuentan por centenares, pero en toda la pen¨ªnsula son varios miles. Tan solo en Sebastopol en 2017 las autoridades municipales han cursado 3.800 demandas de confiscaci¨®n de terrenos a ciudadanos que los recibieron antes de la anexi¨®n. La cifra figura en una carta que el gobernador de Sebastopol, Dmitri Ovsi¨¢nnikov, envi¨® al fiscal de la ciudad Igor Shevchenko y a otros dirigentes locales, seg¨²n el diario N¨®vaia Gazeta.
Lenur Usm¨¢nov, un pol¨ªtico y etn¨®logo de Sebastopol, ha calculado que la confiscaci¨®n podr¨ªa afectar a 10.000 parcelas. A esto hay que a?adir los problemas de los t¨¢rtaros que se instalaron en tierras vac¨ªas cuando regresaron de su exilio en Asia Central a partir de los a?os ochenta del pasado siglo. Ucrania legalizaba sus tierras lenta y dificultosamente. Ahora, se las quitan. ¡°Con Ucrania, a la gente le daban tierra y con la llegada de Rusia, se han apropiado de todo y echan a la gente a la calle¡±, afirmaba Vasvi Abdura¨ªnov, l¨ªder de una organizaci¨®n t¨¢rtara leal a Rusia.
A Svetlana Protsenko, le explicaron en la oficina de atenci¨®n al p¨²blico del presidente que el jefe del Estado no puede inmiscuirse en decisiones judiciales, ni siquiera en un caso como el de esta mujer a la que en Sebastopol exigen que derribe su casa. En 2014 Svetlana se mud¨® con su familia desde Nizhni N¨®vgorod, en Rusia, a Sebastopol, donde, con pr¨¦stamos y ahorros, compr¨® una casa a un ucranio que abandonaba la pen¨ªnsula. En mayo de 2016, Svetlana recibi¨® los documentos de propiedad de la casa con su terreno, pero un mes despu¨¦s la convocaron a juicio. Las autoridades municipales solicitaron el derribo de la construcci¨®n, alegando que era ilegal por tener ¡°cuatro pisos y estar formada por muchos apartamentos¡±. Los papeles estaban en regla, la casa registrada y todos los documentos¡ªlos ucranios y los rusos¡ª? en orden, pero el Departamento de Propiedad y Asuntos de tierras (DIZO) del municipio, hab¨ªa escrito, sin comprobarlo, que la casa tenia cuatro plantas y concluido que estaba dividida en varios apartamentos debido a los diferentes apellidos de los miembros de la familia.
La patata caliente jur¨ªdica
Las autoridades de Crimea confiscaron las propiedades del Estado ucranio en la pen¨ªnsula en marzo de 2014, pero su fiebre expropiadora se extendi¨® un mes despu¨¦s a 242 empresas, poseedoras de centenares de solares, edificios, instalaciones y equipos adem¨¢s de hoteles y residencias, una f¨¢brica de l¨¢cteos, panificadora y gasolineras. Aquellas expropiaciones afectaron tanto a ciudadanos rusos como ucranios y a personas jur¨ªdicas y f¨ªsicas.
Aunque la legislaci¨®n federal rusa establece que no se puede expropiar sin decisi¨®n de los jueces y sin compensaci¨®n, las autoridades de Crimea establecieron sus propias normas y los tribunales rusos, incluido el tribunal supremo, esquivaron los recursos de los afectados, que acabaron en el Tribunal Constitucional. Esta instituci¨®n proclam¨® en noviembre pasado una sentencia ¡°descafeinada¡± que permite a los afectados reivindicar sus propiedades en los juzgados. Ahora, bas¨¢ndose en la sentencia del constitucional, varias compa?¨ªas expropiadas han recurrido ante tribunales de Crimea que de nuevo han rechazado sus demandas. Los expropiados han vuelto a dirigirse al Constitucional para que aclare su sentencia y medios judiciales rusos afirman que en el alto tribunal no hay deseo de aclararla y si resquemor ante los colegas del Tribunal Supremo por haberles pasado la patata caliente jur¨ªdica.
Tras muchos esfuerzos Svetlana consigui¨® que se reconociera que la casa ten¨ªa tres plantas y que en ella viv¨ªa una sola familia. El proceso dur¨® nueve meses y, aunque los jueces le dieron inicialmente la raz¨®n, el gobierno de Sebastopol recurri¨® y acab¨® ganando la partida en el Tribunal Supremo. El derribo corre por cuenta de Svetlana. ¡°Los habitantes de Sebastopol quer¨ªan a este pa¨ªs como ni?os y ahora son como ni?os desilusionados¡±, afirma la mujer. ¡°Nosotros, los que hemos vivido toda nuestra vida en Rusia ya estamos acostumbrados a que en este pa¨ªs las cosas son m¨¢s duras que en Ucrania, pero ellos no entienden por qu¨¦ les tratan as¨ª. Sebastopol es posiblemente la ¨²nica ciudad rusa que est¨¢ dispuesta a votar en masa por Putin¡±.
Natalia Zhestovskaia, residente de las afueras de Mosc¨², compr¨® un terreno en Laspi en 2013 de acuerdo con la legislaci¨®n ucrania ante notario y con toda la documentaci¨®n reglamentaria. Fue un gran sacrificio para ella y su marido, padres de una hija enferma necesitada de un cambio de clima. En 2016, la familia se construy¨® una peque?a casa y en 2017 se enter¨® casualmente de que el DIZO de Sebastopol hab¨ªa incoado contra ella un proceso semejante a los que ya hab¨ªa incoado contra sus vecinos, propietarios de terrenos en la zona desde 2009. El municipio alegaba que el reparto original de los terrenos donde estaban situadas sus parcelas hab¨ªa sido ilegal, por tratarse de una zona de nueve hect¨¢reas cuya venta requer¨ªa el permiso del Consejo de Ministros de Ucrania, y no de la asamblea legislativa de Sebastopol.
Aunque el DIZO no puede documentar su acusaci¨®n, los jueces aceptan sus argumentos. Cuando la familia Zhestovski compr¨® su solar reg¨ªa el catastro ucranio y un plan general de 2005 que califica la zona donde est¨¢ su solar como de ¡°recreo¡±. En el proyecto de nuevo plan general para 2018 la misma zona es calificada de ¡°bosque especialmente protegido¡±. ¡°Los guardabosques pasean junto a nuestra casa y, no quiera Dios que arranquemos una mata. En cambio, a 800 metros de distancia, se acaban de construir junto al mar, enormes bloques de pisos¡±, dice. Los bloques, iniciados en ¨¦poca ucrania, pertenecen a la empresa Paragon, cuyo propietario es Pavel L¨¦bedev, que fue ministro de Defensa de Ucrania y que tras la anexi¨®n se ha metamorfoseado en uno de los m¨¢s importantes empresarios inmobiliarios de la isla.
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