La batalla entre Macri y el Papa se recrudece a cuenta de los salarios de los obispos
El Gobierno detalla el dinero p¨²blico que se va para pagar a los prelados y genera una pol¨¦mica
La batalla indisimulada entre Mauricio Macri y el Papa Francisco tiene un nuevo episodio que est¨¢ generando una fuerte pol¨¦mica en Argentina. Despu¨¦s del anuncio de abrir paso en el Congreso al debate del aborto, que inquiet¨® a la Iglesia argentina, controlada directamente por el Papa, el Gobierno abri¨® otro frente al hacer p¨²blicos los sueldos de los obispos y el dinero que le cuesta al Estado mantener a todos los curas. En un momento de crisis, con precios muy altos de los alimentos y dificultades para llegar a fin de mes de muchos argentinos, saber que los obispos cobran 46.800 pesos mensuales (2.300 d¨®lares) que salen de sus impuestos ha provocado muchos comentarios que exigen que la iglesia cat¨®lica se financie solo con el dinero de sus fieles, como los otros cultos del pa¨ªs.
Los obispos reaccionaron indignados. "Cada vez que hay un problema, nos sacuden a los obispos con este tema. En alg¨²n momento de enfrentamiento fuerte o de conflicto con el gobierno kirchnerista, alg¨²n diario cercano a ellos sac¨® el tema de cu¨¢nto cobran los obispos". "Eso genera una bronca comprensible en muchas personas que dicen 'yo no soy cat¨®lico y mantengo a los obispos cat¨®licos", se quej¨® el obispo Sergio Buenanueva, de San Francisco, C¨®rdoba, en el centro del pa¨ªs. El Gobierno asegura que ofreci¨® esos datos como respuesta a una diputada que pregunt¨® por ellos, y por tanto asegura que estaba obligado, pero la sospecha de que hab¨ªa intenciones pol¨ªticas detr¨¢s est¨¢ muy extendida.
En 1853, los redactores de la Constituci¨®n argentina establecieron en el art¨ªculo 1¡ã que, desde ese momento, el pa¨ªs adoptaba la forma de gobierno representativa, republicana y federal. En el 2¡ã, s¨®lo dos l¨ªneas m¨¢s abajo en el manuscrito original, escribieron: ¡°El Gobierno federal sostiene el culto cat¨®lico apost¨®lico romano¡±. El texto fue un camino intermedio entre la declaraci¨®n de un estado confesional y uno laico, un gris que 165 a?os despu¨¦s ha abierto un debate hasta ahora oculto bajo otros m¨¢s urgentes. Ante la pregunta de una diputada, el jefe de ministros, Marcos Pe?a, dijo el jueves en el Congreso que los salarios de todos los funcionarios de la Iglesia le cuestan al erario 130 millones de pesos al a?o, unos 6,5 millones de d¨®lares. No sum¨® el dinero, incalculable, que va a parar a las escuelas religiosas concertadas y obras de caridad.
En Argentina hay divisi¨®n entre el Estado y la Iglesia y la libertad de cultos est¨¢ garantizada desde aquella primera versi¨®n de la Constituci¨®n. Pero ampar¨¢ndose en el art¨ªculo 2¡ã, nunca retocado, la Iglesia acord¨® con los diferentes gobiernos alg¨²n tipo de financiaci¨®n. La ¨²ltima vez fue en 1979, cuando el dictador Jorge Videla decret¨® que el Estado se har¨ªa cargo desde ese momento de pagar los salarios y las jubilaciones a arzobispos, obispos y dem¨¢s cargos. La Conferencia Episcopal es la encargada de repartir el dinero que recibe. La ley sobrevivi¨® incluso al lento pero persistente proceso de secularizaci¨®n del Estado. En 1995, por ejemplo, se elimin¨® como requisito para ser presidente que el candidato sea cat¨®lico. Ahora ha llegado el momento de cuestionar el financiamiento.
La pregunta al jefe de ministros en el Congreso la hizo la diputada Carla Carrizo, de un partido cercano al oficialismo. Carrizo es autora de un proyecto de ley que present¨® en 2016 para que los salarios de 132 arzobispos y obispos, y desde all¨ª los del resto, se calculen a partir del ingreso de un profesor universitario y no de un juez, como es ahora. Seg¨²n ese c¨¢lculo, un obispo argentinoganar¨¢ unos 14.000 pesos menos. En los fundamentos de su proyecto, Carrizo critica que los ingresos de los sacerdotes son asignaciones y no salarios, y por lo tanto no pagan impuestos. El aporte estatal a la Iglesia cat¨®lica crea, adem¨¢s, asimetr¨ªas econ¨®micas con otros credos.
El arzobispo de La Plata, monse?or H¨¦ctor Aguer, fue el m¨¢s directo: dijo que no pueden prescindir de los aportes del Estado porque las colectas en las misas ¡°suelen ser miserables¡±. Dijo que los cat¨®licos ¡°est¨¢n mal educados¡± y no entienden que la Iglesia necesita de sus aportes para sobrevivir.
El obispo Buenanueva aclar¨® que el aporte estatal a la Iglesia cubre s¨®lo el 7% del presupuesto. ¡°El resto lo sostienen los cat¨®licos con el aporte de las parroquias y con otras ayudas que nos llegan desde el exterior. Muchos de nuestros templos o de nuestros veh¨ªculos han sido adquiridos gracias a cat¨®licos alemanes o americanos¡±, dijo Buenanueva al diario cordob¨¦s La Voz del Interior. El sacerdote explic¨® incluso que est¨¢ a favor de un modelo de reparto donde el Estado solo funcione como recaudador del dinero de los fieles, como se hace en otros pa¨ªses. ¡°El ciudadano elige y le dice al Estado a qu¨¦ credo quiere ayudar, y as¨ª se distribuye el dinero¡±, explica. La Iglesia s¨®lo deber¨¢ convencer a los fieles de que hagan sus aportes.
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