Nicolas Sarkozy, interrogado por una investigaci¨®n sobre la financiaci¨®n libia de su campa?a
El expresidente franc¨¦s se encuentra bajo custodia policial por las sospechas sobre las elecciones de 2007
Francia vio este martes, por segunda vez en cuatro a?os, a su expresidente Nicolas Sarkozy bajo custodia policial e interrogado por un sospecha de grave ilegalidad. El arresto, que comenz¨® por la ma?ana y pod¨ªa prolongarse hasta 48 horas, se enmarca esta vez en una investigaci¨®n sobre la posible financiaci¨®n libia de la campa?a electoral que le llev¨® al Palacio del El¨ªseo en 2007. Testimonios y documentos apuntan a que Sarkozy recibi¨® como m¨ªnimo 5 millones de euros del r¨¦gimen de Muamar el Gadafi.
El expresidente de 63 a?os, hoy semirretirado pero todav¨ªa influyente en la derecha francesa, niega los hechos.
Varios medios franceses indicaron que Sarkozy regres¨® a su domicilio en la noche del martes y en la ma?ana del mi¨¦rcoles deb¨ªa volver a las dependencias policiales para continuar con el interrogatorio.
La retenci¨®n de Sarkozy en las dependencias de la Oficina anticorrupci¨®n de la polic¨ªa judicial en Nanterre, en las afueras de Par¨ªs, se suma a otros casos pendientes por financiaci¨®n ilegal o corrupci¨®n que le persiguen desde que abandon¨® el poder en 2012. En 2014 ya fue retenido e interrogado durante 18 horas.
M¨¢ximo 48 horas
Seg¨²n la legislaci¨®n francesa, una persona puede ser privada de libertad para que la polic¨ªa o el juez lo interrogue "¨²nicamente si existe una o varias razones plausibles para sospechar que ha cometido o intentado cometer un crimen o un delito castigado con una pena de prisi¨®n (y no con una simple multa)". Al final de un periodo de interrogaci¨®n (garde ¨¤ vue, en franc¨¦s) de un m¨¢ximo de 48 horas, el detenido puede salir en libertad o comparecer ante el juez o al fiscal para que tome una decisi¨®n sobre su eventual inculpaci¨®n.
Pero esta es la primera vez que la Justicia le interroga espec¨ªficamente sobre sus relaciones con la Libia de Gadafi: la madeja de contactos, favores y maletas que, tras las?revelaciones del diario Mediapart?en 2012, motivaron la apertura de una investigaci¨®n judicial. Todo esto, bajo el trasfondo, primero, del inicio de la normalizaci¨®n de las relaciones de Occidente con Libia tras los atentados de 2001, y despu¨¦s, de la intervenci¨®n b¨¦lica encabezada por Sarkozy en 2011. La investigaci¨®n puede aportar luz sobre el papel de Francia en este momento de la historia reciente.
El ¨²nico expresidente franc¨¦s condenado durante la V Rep¨²blica, el actual r¨¦gimen constitucional fundado en 1958, es el antecesor de Sarkozy, Jacques Chirac, por el caso de los empleos ficticios en la alcald¨ªa de Par¨ªs.
Las sospechas sobre Sarkozy y su equipo se apoyan en testimonios como el del intermediario franco-liban¨¦s Ziad Takieddine que asegura que entre noviembre de 2006 y enero 2007 entreg¨® el dinero para financiar la campa?a de Sarkozy a este, que entonces era ministro del Interior, y a su jefe de gabinete, Claude Gu¨¦ant. Lo llev¨®, entre tres viajes distintos, en un maleta llena de billetes de 500 y 200 euros, seg¨²n los periodistas de Mediapart Fabrice Arfi y Karl Laske, autores del libro Avec les compliments du guide. Sarkozy-Khadafi, l'histoire secr¨¨te. La versi¨®n oficial, escriben Arfi y Laske, es que el dinero era un pago de Libia al Ministerio franc¨¦s de Interior a cambio de la formaci¨®n de agentes libios.
Le Monde recuerda que Abdallah Senoussi, exjefe de los servicios de espionaje militar libios, confirm¨® el testimonio de Takieddine, as¨ª como documentos en manos del exministro del Petr¨®leo de este pa¨ªs, Choukri Ghanem, que muri¨® ahogado en el Danubio, en Viena, en 2012.
Arfi y Laske revelaron el mismo a?o un documento, atribuido al dirigente libio Moussa Koussa, que supuestamente acredita un acuerdo para que Libia financiase con hasta 50 millones de euros la campa?a de Sarkozy. ¡°Que Sarkozy devuelva el dinero que ha aceptado de Libia para financiar su campa?a electoral¡±, dijo en 2011 Saif Al-Islam Gadafi, hijo del l¨ªder libio.
Gu¨¦ant y Takieddine ya han sido inculpados.
"?Qu¨¦ indignidad!", lanz¨® Sarkozy en un debate electoral en noviembre de 2016, cuando el moderador le pregunt¨® por la financiaci¨®n de la campa?a de 2007. "A usted no le da verg¨¹enza dar eco a un hombre [Takieddine] que ha estado en prisi¨®n, que en innumerables veces ha sido condenado por difamaci¨®n y que es un mentiroso".
Sarkozy estrech¨® sus contactos con Muamar el Gadafi en 2005, despu¨¦s que la ONU levantase las sanciones que pesaban sobre este pa¨ªs. Era un momento en que otros dirigentes europeos buscaban retomar el contacto con este pa¨ªs despu¨¦s de a?os de aislamiento diplom¨¢tico. En 2003, el entonces presidente espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, fue uno de los primeros l¨ªderes occidentales en visitarlo.
Siendo ministro del Interior, Sarkozy se reuni¨® cara a cara y con la ¨²nica presencia de los int¨¦rpretes, con el l¨ªder libio en Tr¨ªpoli. El encuentro dur¨® tanto que, seg¨²n Mediapart, el embajador franc¨¦s en Tr¨ªpoli, Jean-Luc Sibiude, le coment¨® a la int¨¦rprete francesa: "?Qu¨¦ de cosas han debido decirse!" Interrogada por los jueces y la polic¨ªa, la int¨¦rprete no revel¨® el contenido de la conversaci¨®n entre Sarkozy y Gadafi, alegando el secreto profesional y la desmemoria.
La victoria electoral de Sarkozy en 2007 intensific¨® la luna de miel con un dictador que hasta a?os antes hab¨ªa sido un paria internacional, acusado de financiar el terrorismo contra pa¨ªses occidentales. El momento m¨¢s dulce en la relaci¨®n ¡ªo embarazoso¡ª lleg¨® en diciembre de aquel a?o, cuando Gadafi, de visita a Par¨ªs, instal¨® su tienda en el jard¨ªn de un palacete junto al El¨ªseo.
La relaci¨®n se deterior¨®. Sarkozy promovi¨® la intervenci¨®n militar en Libia. No hab¨ªa l¨ªder occidental m¨¢s beligerante con Libia en aquel momento. Y fue entonces cuando varias personalidades del r¨¦gimen, con Gadafi al frente, empezaron a amenazar con revelar el "grave secreto" de los supuestos pagos a la campa?a del entonces ministro.
La intervenci¨®n militar precipit¨® la ca¨ªda del r¨¦gimen, la posterior muerte de Gadafi y un conflicto que ha convertido al pa¨ªs en un foco de inestabilidad en la orilla sur del Mediterr¨¢neo. Un a?o despu¨¦s, Sarkozy perdi¨® las elecciones de 2012 ante el socialista Fran?ois Hollande.
Un jubilado muy activo
Al contrario que otros expresidentes, Nicolas Sarkozy no abandon¨® la pol¨ªtica tras dejar el cargo. Estuvo dos a?os apartado, pero en 2014 regres¨® para liderar la UMP, el gran partido de la derecha rebautizado como Los Republicanos, y se present¨® a las primarias para ser candidato a las presidenciales de 2017. Qued¨® eliminado en la primera vuelta.
Sigue siendo un referente en la derecha francesa. Desde su despacho en la calle Miromesnil, a 800 metros del Palacio del El¨ªseo, observa Francia y el mundo. En ocasiones interviene.
En febrero rega?¨® al nuevo l¨ªder de su partido, Laurent Wauquiez, por decir que, cuando era presidente, espiaba los tel¨¦fonos port¨¢tiles de sus ministros. A principios de marzo, en un coloquio en Abu Dabi, reflexion¨® sobre la ausencia de grandes l¨ªderes en las democracias y la fortaleza de los dirigentes autoritarios como el chino Xi Jinping o el ruso Vlad¨ªmir Putin.
"?Cu¨¢l es el problema de las democracias? Que las democracias han podido convertirse en democracias con grandes l¨ªderes: De Gaulle, Churchill...", dijo Sarkozy, que no ha escondido su admiraci¨®n por el actual presidente, Emmanuel Macron. "Pero las democracias destruyen los liderazgos".
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