Una grabaci¨®n pone en evidencia el doble discurso de Wauquiez, nuevo l¨ªder de la derecha francesa

Laurent Wauquiez lleva dos meses al frente de Los Republicanos, el gran partido de la derecha francesa, pero en Francia, donde el presidente, Emmanuel Macron, todo lo domina sin una oposici¨®n visible, no ha logrado destacar. Es una figura secundaria, escasamente audible en el debate p¨²blico. Hasta ahora.

La revelaci¨®n de una grabaci¨®n en la que, ante un grupo de estudiantes, Wauquiez habla en un tono ofensivo de sus correligionarios, entre ellos del expresidente Nicolas Sarkozy, de Macron y de l¨ªderes internacionales como la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, evidencia un embarazoso doble discurso ¡ªseg¨²n hable en p¨²blico o en privado¡ª, y puede ser su primer tropiezo en su carrera para ser una alternativa al actual presidente. Al mismo tiempo, la cinta proyecta la imagen de un pol¨ªtico que habla claro y no se muerde la lengua, una imagen bastante parecida a la que intenta dar.

¡°Ni tuits, ni mensajes en las redes sociales, ni transcripci¨®n de lo que digo. Porque, si no, esto no puede ser un espacio de libertad, y lo que yo os pueda soltar ser¨¢ s¨®lo el bullshit [verborrea, banalidades, palabras superficiales y sin sentido, falsas] que pueda soltar en un plat¨® medi¨¢tico¡±. Esta fue la advertencia de Wauquiez, invitado el jueves pasado a impartir una clase en la Escuela de Negocios de Lyon, a los alumnos que le escuchaban.

Alguien en el aula hizo caso omiso. Al d¨ªa siguiente, el programa Le Quotidien, de la cadena TMC, public¨® una primera serie de extractos de la charla. El lunes public¨® la segunda.

"Asumo las palabras, que fueron m¨ªas", dijo el martes Wauquiez en una entrevista en la cadena BFMTV. "No tengo un doble lenguaje". En la entrevista, acus¨® a los periodistas que hab¨ªan obtenido la grabaci¨®n de usar "m¨¦todos canallescos" y anuncio una denuncia contra Le Quotidien.

Escuchar estos extractos ¡ªcomentarios muy breves que, juntos, ocupan menos de seis minutos, sin el contexto de las charlas¡ª es asomarse a un momento de verdad pol¨ªtica. En un mundo en el que las declaraciones de los pol¨ªticos est¨¢n milimetradas, en el que el margen para la espontaneidad es limitado, las cintas de Wauquiez permiten mirar por el ojo de la cerradura y saber qu¨¦ dicen los dirigentes de un pa¨ªs cuando no hay c¨¢maras ni grabadoras.

La lista de agraviados por las declaraciones de Wauquiez es larga. La acusaci¨®n m¨¢s grave, aunque no demostrada, afecta al expresidente Nicolas Sarkozy, que aval¨® la candidatura de Wauquiez para dirigir Los Republicanos. ¡°Nicolas Sarkozy¡±, dice Wauquiez, ¡°lleg¨® un punto en que controlaba los tel¨¦fonos port¨¢tiles de los que entraban en el Consejo de Ministros. Los pon¨ªa sobre escucha para extraer los correos electr¨®nicos, los textos, y verificar lo que sus ministros dec¨ªan en el momento de entrar en el Consejo de Ministros¡±. Esta fue la ¨²nica parte de la grabaci¨®n que lament¨®, y dijo que se trataba de un rumor en el que nunca ha cre¨ªdo.

Wauquiez tambi¨¦n carga contra G¨¦rald Darmanin, exmiembro de Los Republicanos y ahora ministro de Hacienda de Emmanuel Macron, debilitado por una acusaci¨®n de violaci¨®n, ya archivada, y por otra de abuso de poder. ¡°Va a caer¡±, vaticina. Y lanza insinuaciones contra sus compa?eros en la c¨²pula de Los Republicanos, que le negaron el apoyo cuando ¨¦l pidi¨® la dimisi¨®n de Darmanin como ministro. ¡°Me pregunto¡±, dice, ¡°cu¨¢ntos pensaban: Ojal¨¢ no me ocurra a m¨ª¡±.

De Merkel, afirma: ¡°?Hab¨¦is visto su cuenta de Instagram? Para encontrar algo de carisma realmente hay que madrugar¡±. Y se burla de Trudeau, a quien describe como un tipo que es s¨®lo apariencia sin nada detr¨¢s de la fachada, un pol¨ªtico que ¡°compra todo¡± lo que sea ¡°pensamiento correcto¡± y lleve al ¡°consenso¡±.

Macron, a quien aspira a suceder alg¨²n d¨ªa, aparece varias veces. Le se?ala como urdidor de un supuesto complot para derrotar al candidato de Los Republicanos, Fran?ois Fillon, en las presidenciales de 2017. Acusa a los diputados de La Rep¨²blica en marcha ¡ªel partido presidencial¡ª de actuar como ¡°gui?oles¡± del presidente. Y califica de ¡°dictadura total¡± la Francia actual, un pa¨ªs donde el amplio control de la Asamblea Nacional, y la ausencia de una oposici¨®n fuerte, dejan al presidente sin un contrapoder real.

La filtraci¨®n ha enfadado a Sarkozy, que recibi¨® el s¨¢bado una llamada de excusas de Wauquiez. Otros, como el disidente republicano Xavier Bertrand, presidente de la regi¨®n Hauts-de-France, han comparado el tono de Wauquiez con el de los Le Pen ¡ªJean-Marie, l¨ªder hist¨®rico del ultraderechista Frente Nacional, y Marine, la actual l¨ªder¡ª y con el del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Wauquiez intenta ocupar parte del espacio del Frente Nacional con un discurso desacomplejadamente de derechas y con acentos populistas, duro con la inmigraci¨®n y esc¨¦ptico ante las instituciones de la UE.

Wauquiez ¡ª un pol¨ªtico experimentado que ha sido diputado, secretario de Estado y ahora presidente la regi¨®n Auvernia-R¨®dano-Alpes¡ª no es un ingenuo, y sabe bien las repercusiones que puede tener una declaraci¨®n ante un grupo de desconocidos. Su admisi¨®n de que en las entrevistas habla de cara a la galer¨ªa le deja malparado. Y la filtraci¨®n puede emponzo?ar las relaciones con su partido y cuestionar su profesionalidad. Pero, en realidad, el Wauquiez que aparece en las cintas, un pol¨ªtico que se expresa sin rodeos, no est¨¢ tan alejado del Wauquiez de los m¨ªtines y los programas de televisi¨®n.

¡°La caracter¨ªstica, cuando uno es un cargo electo, sobre todo el mundo actual, es que todo lo que uno diga, en todo momento, puede ser utilizado, citado y deformado en contra¡±, admite ¨¦l mismo en otro extracto. ¡°En resumen, en mi vida pol¨ªtica, cuando hay m¨¢s de dos personas conmigo, debo decirme siempre que todo lo que diga va a salir¡±.