Trump y el heredero saud¨ª tratan de atajar las crecientes fricciones
Washington muestra impaciencia ante Riad por la campa?a militar en Yemen y el bloqueo a Qatar
Ante los periodistas, se intercambiaron elogios sobre la solidez de la relaci¨®n bilateral y las oportunidades de cooperaci¨®n. Pero alejadas las c¨¢maras, la reuni¨®n este martes en la Casa Blanca entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el pr¨ªncipe heredero saud¨ª, Mohamed Bin Salm¨¢n, deb¨ªa servir para atajar los crecientes puntos de fricci¨®n entre Washington y Riad, como la campa?a militar saud¨ª en Yemen, la disputa con Qatar, las ambiciones nucleares de la monarqu¨ªa absoluta ¨¢rabe o el alcance de sus promesas de apertura econ¨®mica. Ambos l¨ªderes tambi¨¦n abordaron su enemistad compartida con Ir¨¢n y el acuerdo nuclear.
En sus 14 meses como presidente, es la segunda ocasi¨®n que Trump recibe en la Casa Blanca a MBS, el acr¨®nimo con el que se conoce al pr¨ªncipe saud¨ª, pero es la primera desde que el hijo del rey Salm¨¢n afianz¨® su papel como heredero y l¨ªder en la sombra. Ambos comparten su rechazo visceral hacia Ir¨¢n y su deseo de reforzar los lazos bilaterales. ¡°La relaci¨®n es probablemente lo m¨¢s fuerte que ha sido nunca. Entendemos el uno al otro¡±, dijo este martes Trump. La s¨®lida relaci¨®n con Riad ha superado los recelos prevalentes durante la presidencia de Barack Obama, fruto de su acercamiento a Teher¨¢n, pero varios nubarrones se ciernen sobre el entendimiento entre Trump y Bin Salm¨¢n.
El pr¨ªncipe ha promovido un abanico de ambiciosas reformas econ¨®micas y sociales en el herm¨¦tico y ultraconservador pa¨ªs, que incluyen el levantamiento de restricciones a mujeres, p¨¦rdida de poder de estamentos religiosos y una apertura a inversores extranjeros. Son transformaciones que Occidente lleva a?os reclamando. Pero Bin Salm¨¢n tambi¨¦n impuls¨® el pasado noviembre una controvertida purga palaciega con la detenci¨®n de 200 personas, incluidos pr¨ªncipes y ministros, acusados de malversar 100.000 millones de d¨®lares. Fueron recluidos en un hotel de lujo bajo acusaciones de abusos.
Bruce Riedel, que fue asesor sobre Oriente Pr¨®ximo de los ¨²ltimos cuatro presidentes estadounidenses y trabaj¨® 30 a?os en la CIA, cree que Bin Salm¨¢n busca en la Casa Blanca una atalaya para ¡°promocionar su imagen¡±. ¡°El pr¨ªncipe afronta una avalancha de publicidad negativa sobre la campa?a contra saud¨ªes prominentes (incluidas acusaciones de tortura y asesinato), su vida privada (abusos a su esposa) y su pol¨ªtica exterior (una deliberada hambruna masiva en Yemen). Todo esto es pese a un enorme esfuerzo de relaciones p¨²blicas para describirlo como un reformista¡±, escribe en un correo electr¨®nico a este peri¨®dico.
Las reformas del primer exportador de petr¨®leo suponen una enorme oportunidad para EE UU. Pero las detenciones promovidas por Bin Salm¨¢n corren el riesgo de asustar a inversores y todav¨ªa deben materializarse buena parte de las inversiones y compras en EE UU que prometi¨® el reino saud¨ª a Trump durante su visita a Riad en mayo de 2017.
A ello se unen los recelos en Washington a la pol¨ªtica exterior m¨¢s agresiva de Riad. La visita de Bin Salm¨¢n coincidi¨® con un voto en el Senado, promovido por los dem¨®cratas y que fue rechazado por la mayor¨ªa republicana en la c¨¢mara, para retirar el apoyo log¨ªstico de EE UU a la campa?a militar saud¨ª en Yemen, que ha matado a numerosos civiles. Trump busca presionar al pr¨ªncipe, que tambi¨¦n es ministro de Defensa, para hallar una salida a la crisis en Yemen y al bloqueo de los pa¨ªses del Golfo a Qatar. Tambi¨¦n aspira a alejarle de Rusia, con la que Arabia Saud¨ª ha firmado acuerdos en seguridad y energ¨ªa, y asegurarse de que Bin Salm¨¢n solo tiene objetivos civiles en su programa de desarrollo nuclear.
¡°Arabia Saud¨ª no quiere adquirir una bomba nuclear pero sin duda si Ir¨¢n desarrolla una bomba nuclear nosotros le seguiremos lo antes posible¡±, dijo el pr¨ªncipe heredero en una entrevista a la cadena televisiva CBS emitida el pasado fin de semana. Trump ha amenazado con retirarse en mayo del acuerdo nuclear con Ir¨¢n, sellado en 2015, lo que abrir¨ªa la puerta a una peligrosa carrera at¨®mica en la regi¨®n m¨¢s vol¨¢til del mundo.
Riedel, que es analista de Brookings Institution, un laboratorio de ideas en Washington, sostiene que la mayoritariamente sun¨ª Arabia Saud¨ª busca el apoyo de Trump a su ¡°pol¨ªtica contra Ir¨¢n¡± y el mundo chi¨ª sin recibir cr¨ªticas sobre derechos humanos. Pero advierte del riesgo de asociarse con un presidente impopular, como el republicano, y con posibles problemas legales fruto de la investigaci¨®n sobre sus lazos rusos. ¡°Es una estrategia que puede resultar contraproducente¡±, se?ala.
La conexi¨®n Kushner
El enlace en la Casa Blanca del pr¨ªncipe heredero saud¨ª, Mohamed Bin Salm¨¢n, es Jared Kushner, asesor y yerno de Donald Trump. Ambos mantendr¨¢n varios encuentros esta semana y han desarrollado una estrecha relaci¨®n personal que incomoda a los diplom¨¢ticos estadounidenses, seg¨²n fuentes citadas por el diario The Washington Post.
Los dos son treinta?eros y buscan escapar de la sombra del nepotismo. Entablaron su sinton¨ªa hace un a?o durante la visita del pr¨ªncipe a Washington y desde entonces mantienen un contacto frecuente. Ambos eran los responsables en sus pa¨ªses de coordinar un proceso de paz entre Israel y Palestina y buscaban demostrar que, pese a su escasa experiencia, ten¨ªan habilidades diplom¨¢ticas. Arabia Saud¨ª fue el pasado mayo el primer pa¨ªs que visit¨® Trump como presidente.
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