Costa Rica se asoma a la segunda vuelta electoral con empate t¨¦cnico

Los candidatos presidenciales de Costa Rica cierran su campa?a este fin de semana e inician la recta final de una contienda marcada como nunca antes por el factor religioso, justo en coincidencia con la Semana Santa que celebra la mayor¨ªa cat¨®lica y que otros aprovechan para irse de vacaciones. El conservador evang¨¦lico Fabricio Alvarado y el oficialista de discurso progresista Carlos Alvarado depuran sus mensajes y estrategias conscientes de que cada voto puede marcar la diferencia, pues la ¨²ltima encuesta de la Universidad de Costa Rica (UCR) indica que en este momento est¨¢n pr¨¢cticamente empatados para la votaci¨®n del 1 de abril.

Fabricio Alvarado (del partido confesional Restauraci¨®n Nacional, PRN) tiene el apoyo del 43% de los costarricenses decididos a votar y Carlos Alvarado (del partido de centro izquierda Partido Acci¨®n Ciudadana, PAC), un 42%, seg¨²n el estudio hecho por el Centro de Investigaci¨®n y Estudios Pol¨ªticos (CIEP) de la UCR, que lo califica como un empate estad¨ªstico. Con un 15% que se declara a¨²n indeciso, varios debates televisivos a¨²n pendientes y una alta influencia de la din¨¢mica red de iglesias evang¨¦licas (seguidas por 22% de la poblaci¨®n), los equipos de campa?a depuran estrategias para evitar que la Semana Santa desactive a sus votantes. Otras encuestas privadas apuntan a una ventaja para el PRN, pero sus dirigentes no se f¨ªan.

Los candidatos pasaron a la segunda vuelta, tras superar a los candidatos de los mermados partidos hist¨®ricos, aunque ninguno tendr¨¢ control suficiente de la Asamblea Legislativa para este cuatrienio 2018-2022. Fabricio (periodista de 43 a?os, cantante y predicador) era el ¨²nico diputado del PRN y ahora es, sin haberlo planificado jam¨¢s, el rostro de un creciente movimiento de base evang¨¦lica en quien varios sectores econ¨®micos tradicionales ven una oportunidad de ejercer poder. Lo apoyan sobre todo personas de menor educaci¨®n formal, poblaci¨®n religiosa practicante y residente en zonas de menor desarrollo, as¨ª como cr¨ªticos del Gobierno con que el actual mandatario, Luis Guillermo Sol¨ªs, sepult¨® en 2014 la alternancia de los partidos hist¨®ricos.

Carlos, tambi¨¦n periodista, de 38 a?os, polit¨®logo egresado de la Universidad de Essex y ministro del Sector Social en el Gobierno actual, ha tomado la bandera del progresismo atenuado, consciente de que la mayor¨ªa de costarricenses se inclina al conservadurismo y de que necesita del apoyo de otros sectores pol¨ªticos, incluso de la derecha. En semanas recientes ha resaltado su filiaci¨®n cat¨®lica con fotos de su primera comuni¨®n y su boda, aunque no es practicante. Se presenta como una opci¨®n preparada y ¡°de sistema¡± frente al PRN, que a una semana de la segunda ronda a¨²n revisaba su plan econ¨®mico y trataba de aclarar sus mensajes sobre los derechos de los homosexuales y las pol¨ªticas de g¨¦nero.

Fabricio Alvarado goza de una base dura de apoyo, por el arrastre del sector evang¨¦lico y su coincidencia con las c¨²pulas cat¨®licas en el rechazo al matrimonio igualitario y a la denominada ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±, pero tambi¨¦n genera suspicacia en un sector amplio de los votantes cat¨®licos (que son 52%, seg¨²n la anterior encuesta del CIEP). Le critican la innegable mezcla de religi¨®n con pol¨ªtica y los mensajes extremos de algunos pastores contra las costumbres cat¨®licas locales, incluido el l¨ªder espiritual del candidato presidencial, un hombre llamado Rony Chaves que se declara profeta y considera que la masiva devoci¨®n tradicional a la Virgen de los ?ngeles es una manifestaci¨®n diab¨®lica.

Voces diversas han cuestionado al reputado Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) por no evitar el aprovechamiento de recursos religiosos, pero el magistrado presidente, Luis Antonio Sobrado, asegura que han aplicado todas las facultades legales vigentes y considera inconveniente ¡°meter la polic¨ªa en los templos¡±. Adem¨¢s garantiza la buena preparaci¨®n de la jornada electoral, aunque se abstiene de pronosticar un bajo abstencionismo, que el 4 de febrero, en la primera vuelta, fue de 34% y que en la segunda ronda del 2014 fue de 44%.

El factor religioso se ha mezclado con la inquietud por la cr¨ªtica situaci¨®n fiscal del Gobierno, el estancamiento del empleo y el deterioro de la seguridad, que amenazan el bienestar relativo de este pa¨ªs centroamericano de donde las personas apenas emigran y que m¨¢s bien atrae a ciudadanos de pa¨ªses vecinos, venezolanos y jubilados estadounidenses.