Om¨¢n procesa a un franc¨¦s por ayudar a huir a una hija del emir de Dub¨¢i
La liberaci¨®n de dos acompa?antes de la jequesa Latifa confirma la captura de esta por agentes de su padre
La historia de la desaparici¨®n de una hija del emir de Dub¨¢i se est¨¢ convirtiendo en un culebr¨®n. Tras llegar a la conclusi¨®n de que el yate en el que la jequesa Latifa escap¨® de su padre fue capturado por encargo de ¨¦ste frente a las costas de Goa, en aguas territoriales indias, y obligado a regresar a Emiratos ?rabes Unidos (EAU), la ONG Detained in Dubai (Detenidos en Dub¨¢i), ha denunciado la detenci¨®n y procesamiento en el vecino Om¨¢n de un franc¨¦s que, al parecer, ayud¨® a preparar su huida.
¡°El ciudadano franc¨¦s Christian Elombo deber¨ªa ser ensalzado por su intervenci¨®n para ayudar a la jequesa Latifa a escapar de a?os de maltrato en Dub¨¢i; sin embargo afronta un juicio en Om¨¢n por supuestamente haber transportado a la princesa a un lugar seguro¡±, asegura la organizaci¨®n, que defiende a personas atrapadas por el sistema legal emirat¨ª y a la que han recurrido tanto la familia de Elombo como los otros implicados en esta peripecia.
Al parecer, Elombo fue detenido a petici¨®n de EAU, poco despu¨¦s de que se descubriera que Latifa hab¨ªa huido de su padre, el jeque Mohamed Bin Rashid al Maktum, con la ayuda de su amiga Tiina Jauhiainen (finlandesa) y de Herv¨¦ Jaubert, un exagente de los servicios secretos franceses que tambi¨¦n tiene nacionalidad estadounidense. La detenci¨®n fue confirmada a sus familiares el pasado 7 de marzo por una funcionaria de la Embajada de Francia en Mascate, con la que se hab¨ªan puesto en contacto alarmados por la falta de noticias.
Elombo, un exmilitar reconvertido en monitor de fitness y artes marciales, trabajaba en un gimnasio de la capital oman¨ª. De los datos recabados por este diario se desprende que conoc¨ªa a Jauhiainen por su com¨²n pasi¨®n por la capoeira, un baile brasile?o que desde 2004 Elombo intentaba introducir en la regi¨®n y del que la finlandesa era tambi¨¦n instructora. Al parecer, el franc¨¦s habr¨ªa ayudado a Jaubert y Jauhiainen en la operaci¨®n para trasladar a Latifa de forma encubierta a Om¨¢n desde Emiratos, la federaci¨®n a la que pertenece Dub¨¢i.
Seg¨²n Detained in Dubai, EAU pidi¨® a su vecino la extradici¨®n de Elombo, pero la organizaci¨®n est¨¢ convencida de que la difusi¨®n internacional de la huida de la jequesa ha llevado a las autoridades oman¨ªes a replantearse esa decisi¨®n. ¡°Un hombre que ha actuado como un taxi para una mujer maltratada deber¨ªa recibir una medalla, no una sentencia de c¨¢rcel¡±, declara la abogada Radha Stirling, fundadora de la ONG, que ha presentado ante la ONU una solicitud para que investigue los hechos.
Mientras, Jaubert y Jauhiainen han podido abandonar Emiratos y contar lo sucedido a ese grupo. De acuerdo con la reconstrucci¨®n de la historia que permiten los datos difundidos, en Om¨¢n les esperaba el yate de Jaubert, el Nostromo, registrado en Estados Unidos. Desde all¨ª, navegaron hacia Goa con la intenci¨®n de volar a Estados Unidos, donde la princesa pensaba pedir asilo. Sin embargo, el barco nunca lleg¨® a puerto.
¡°Lo que parece claro es que EAU coordin¨® con la guardia costera india el asalto al Nostromo y o lo escolt¨® o lo remolc¨® a una base militar en Fuyaira¡±, afirma el ¨²ltimo comunicado de Detained in Dubai en referencia a otro de los emiratos de la federaci¨®n. La ONG, que califica la operaci¨®n de contraria a la legislaci¨®n internacional, dice que adem¨¢s del Ej¨¦rcito emirat¨ª y la guardia costera india, tambi¨¦n intervino una empresa militar privada que trabaja para EAU. A bordo del yate se encontraban, adem¨¢s de Latifa, Jaubert y Jauhiainen, al menos tres tripulantes filipinos, cuyo paradero se desconoce.
En un emotivo v¨ªdeo que Latifa grab¨® antes de partir y que sus abogados difundieron cuando perdieron el contacto con ella, la jequesa relata una letan¨ªa de abusos a los que presuntamente la ha sometido su padre durante a?os, incluidos tres a?os de prisi¨®n incomunicada, torturas y amenazas. Tambi¨¦n le acusa de haber ordenado asesinatos, incluido el de una cu?ada. Esas denuncias contrastan radicalmente con la imagen de modernidad que transmite el emir de Dub¨¢i, a quien se considera art¨ªfice del desarrollo de esa ciudad-Estado que atrae a millones de visitantes de todo el mundo. Significativamente, ni las autoridades ni la prensa de Emiratos han comentado la historia.
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