Los socialistas franceses ante el peligro de la irrelevancia
La crisis de la socialdemocracia europea, el 'efecto Macron' y la ola populista dejan tocado al PS
La fe es lo ¨²ltimo que pierden los socialistas franceses reunidos en Aubervilliers, el municipio de las afueras de Par¨ªs donde este fin de semana celebra su 78? congreso un PS en peligro de extinci¨®n.
Los delegados y militantes parec¨ªan el s¨¢bado conjurados para desmentir los obituarios quiz¨¢ precipitados para un partido que, de Jean Jaur¨¨s a principios del siglo XX a Fran?ois Hollande en los ¨²ltimos a?os, ha marcado la pol¨ªtica en Francia. El nuevo primer secretario, el moderado Olivier Faure, busca un espacio entre la izquierda populista y el reformismo del presidente Emmanuel Macron.
El PS es v¨ªctima de circunstancias aut¨®ctonas. El legado discutido de Hollande, las disputas internas y la desorientaci¨®n ideol¨®gica, primero. Pero, sobre todo, el ascenso fulgurante de Macron, el pol¨ªtico novato, pol¨ªticamente criado en la ¨®rbita socialista, que hace un a?o lleg¨® a la presidencia de Francia renegando de las viejas etiquetas de izquierdas y derechas.
Los socialistas franceses tambi¨¦n son v¨ªctimas de circunstancias comunes en otros pa¨ªses: el ascenso de una izquierda radical que desborda a los socialistas y la crisis de la socialdemocracia en Europa.
"Incluso en la peor de las hip¨®tesis, seguir¨¢ habiendo un peque?o partido socialista en Francia", dice, en los pasillos del congreso de Aubervilliers el historiador Alain Bergounioux, director de estudios del PS. Su papel, seg¨²n esta hip¨®tesis, ser¨ªa parecido al de los comunistas: residual. "Antes de 2017 era el pivote de la izquierda, el partido dominante, y era la alternancia frente a la derecha. Pero ahora el sistema pol¨ªtico ya no gira en torno al eje izquierda-derecha". La cita clave, a?ade, ser¨¢n las elecciones municipales de 2020, que servir¨¢n para comprobar si los socialistas son capaces de mantener la todav¨ªa poderosa red de poderes locales.
Hace un a?o, el PS ocupaba a¨²n el Palacio del El¨ªseo con el presidente Hollande y dispon¨ªa de una mayor¨ªa holgada de casi 300 diputados en la Asamblea Nacional.
Ahora Hollande ha quedado aparcado en el armario de la historia. Pese a ser, con Fran?ois Mitterrand, uno de los dos ¨²nicos presidentes socialistas en la V Rep¨²blicas, en Aubervilliers pocos le reivindican. En la Asamblea Nacional los socialistas franceses tienen una treintena de diputados.
En Aubervilliers falt¨® Hollande. Tampoco estaba en la primera jornada la figura m¨¢s prominente y poderosa de los socialistas franceses, la alcaldesa de Par¨ªs, Anne Hidalgo. Ni el l¨ªder del PSOE, Pedro S¨¢nchez, que deb¨ªa ser el invitado estrella extranjero, pero anul¨® el viaje por el caso Cifuentes en Espa?a.
Y faltaron los dos finalistas en las primarias de 2017 para elegir al candidato a las elecciones presidenciales de ese a?o: el vencedor, Beno?t Hamon, y el derrotado, Manuel Valls. Ambos han abandonado el barco, ya no militan.
Macron ha trastocado las coordenadas de pol¨ªtica francesa. La divisi¨®n ya no es entre izquierda y derecha, de acuerdo con la visi¨®n de Macron pero tambi¨¦n de Marine Le Pen, jefa del partido ultra Frente Nacional, o del izquierdista Jean-Luc M¨¦lenchon, de La Francia Insumisa. La divisi¨®n es entre progresistas y conservadores, como dir¨ªa Macron. O entre nacionales y globalistas, seg¨²n Le Pen. O entre los de arriba y los de abajo, seg¨²n M¨¦lenchon.
Los socialistas se resisten a este cambio de coordenadas. Aceptarlas significar¨ªa quedar fuera de juego. ¡°No creo en el ni derechas ni izquierdas", dijo en Aubervilliers Pierre Moscovici, comisario europeo y quiz¨¢ aspirante un d¨ªa a liderar el partido. "No lo creo ni en Par¨ªs ni en Bruselas".
"Soy profundamente de izquierdas y no puedo apoyar a Macron que tiene un Gobierno de derechas. Pero tambi¨¦n soy profundamente europeo, y M¨¦lenchon no est¨¢ a favor de la Uni¨®n Europea", dice en Aubervillers Joao Martins-Pereira, dirigente de las juventudes socialistas.
El drama de los socialistas franceses es que ni pueden apoyar abiertamente a Macron, aunque algunas pol¨ªticas de Macron son una continuaci¨®n de las que ¨¦l mismo impuls¨® siendo consejero y ministro de Hollande, ni puede capitalizar el actual descontento social.
"Es demasiado pronto", dice Bergounioux. "Los recuerdos del quinquenio [de Hollande] son demasiado recientes".
El problema es franc¨¦s, pero va m¨¢s all¨¢ de Francia, cuyo PS es una expresi¨®n de un fen¨®meno que ocurre en todo Europa.? "La divisi¨®n izquierda-derecha es insuficiente, por s¨ª sola, para organizar la vida pol¨ªtica", admite el historiador. Pero esto no significa que este eje haya desaparecido. "No sabemos si durar¨¢ o no". La respuesta definir¨¢ el futuro de los socialistas. En Francia y en Europa.
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