El Papa pide a los cat¨®licos que luchen igual por los pobres que contra el aborto
Francisco cr¨ªtica el "atontamiento" que conlleva cierta tecnolog¨ªa y responde a sus cr¨ªticos
El Vaticano ha publicado esta ma?ana una nueva exhortaci¨®n apost¨®lica, uno de los documentos m¨¢s relevantes escritos por un Papa durante su pontificado, basada en la idea de la ¡°santidad en el mundo contempor¨¢neo¡±. El texto, titulado Gaudete et exsultate ("Alegraos y regocijaos") y compuesto de 42 p¨¢ginas y 172 puntos, llama a los cat¨®licos a comportarse adecuadamente ante los nuevos retos del mundo y sus grandes distracciones como la tecnolog¨ªa, la corrupci¨®n, el consumismo, la inmigraci¨®n o las redes sociales. Y, sobre todo, responde de forma clara a tantas cr¨ªticas recibidas por el sector m¨¢s conservador. ¡°Es nocivo e ideol¨®gico el error de quienes viven sospechando del compromiso social de los dem¨¢s, consider¨¢ndolo algo superficial, mundano, secularista, inmanentista, comunista, populista. O lo relativizan como si hubiera otras cosas m¨¢s importantes o como si solo interesara una determinada ¨¦tica o una raz¨®n que ellos defienden¡±.
Esta es la tercera exhortaci¨®n de Francisco despu¨¦s de Evangelii Gaudium (2013) y Amoris Laetitia (2016). La ¨²ltima fue motivo de una enorme pol¨¦mica al abrir la puerta de la comuni¨®n a los divorciados. Esta vez, el documento oficial no parece que puede levantar la misma polvareda, pero fija la l¨ªnea de pensamiento de los cat¨®licos en el mundo contempor¨¢neo.
Las nuevas tecnolog¨ªas ocupan un lugar importante en lo que ¨¦l llama la ¡°santidad de la puerta de al lado¡± o ¡°la clase media¡± de los santos ¡°sin supuestos ¨¦xtasis¡±. ¡°El consumo de informaci¨®n superficial y las formas de comunicaci¨®n r¨¢pida y virtual pueden ser un factor de atontamiento que se lleva todo nuestro tiempo y nos aleja de la carne sufriente de los hermanos¡±, se?ala. Un ¨¢mbito, el de las redes sociales, que ha alumbrado un nuevo tipo de odio encarnado en lo que com¨²nmente se conoce en la Red como trolls y que el propio Francisco ha sufrido en sus carnes en distintos foros surgidos a lo largo de su pontificado. ¡°Tambi¨¦n los cristianos pueden formar parte de redes de violencia verbal a trav¨¦s de internet y de los diversos foros o espacios de intercambio digital. Aun en medios cat¨®licos se pueden perder los l¨ªmites, se suelen naturalizar la difamaci¨®n y la calumnia, y parece quedar fuera toda ¨¦tica y respeto por la fama ajena. As¨ª se produce un peligroso dualismo, porque en estas redes se dicen cosas que no ser¨ªan tolerables en la vida p¨²blica, y se busca compensar las propias insatisfacciones descargando con furia los deseos de venganza¡±.
Francisco insiste en el documento en su lucha a favor de los migrantes ¨C ¡°no se trata de un invento de un Papa o de un delirio pasajero¡±, se?ala- y a favor de los pobres. De hecho, recuerda a los grandes defensores de la lucha contra el aborto que tan importante es esa batalla como la defensa de ¡°la vida de los pobres que ya han nacido, que se debaten en la miseria, el abandono, la postergaci¨®n, la trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos privados de atenci¨®n, las nuevas formas de esclavitud, y en toda forma de descarte¡±. A menudo Francisco ha recibido cr¨ªticas por ocuparse de esos temas con mayor intensidad que de algunos preceptos de la Iglesia. Y en el texto tambi¨¦n parece encontrarse una respuesta. "No podemos plantearnos un ideal de santidad que ignore la injusticia de este mundo, donde unos festejan, gastan alegremente y reducen su vida a las novedades del consumo, al mismo tiempo que otros solo miran desde afuera mientras su vida pasa y se acaba miserablemente"
El tema de la inmigraci¨®n es capital en su Pontificado y es donde tambi¨¦n ha detectado una cierta indiferencia entre los fieles y los propios religiosos que se oponen a su visi¨®n de la Iglesia. ¡°Suele escucharse que, frente al relativismo y a los l¨ªmites del mundo actual, ser¨ªa un asunto menor la situaci¨®n de los migrantes, por ejemplo. Algunos cat¨®licos afirman que es un tema secundario al lado de los temas ?serios? de la bio¨¦tica. Que diga algo as¨ª un pol¨ªtico preocupado por sus ¨¦xitos se puede comprender; pero no un cristiano, a quien solo le cabe la actitud de ponerse en los zapatos de ese hermano que arriesga su vida para dar un futuro a sus hijos¡±.
Adem¨¢s, el Papa ha devuelto vigor en su texto a la figura del demonio y ha descartado que se trate de ¡°un mito, una representaci¨®n, un s¨ªmbolo, una figura o una idea¡±. ¡°Ese enga?o nos lleva a bajar los brazos, a descuidarnos y a quedar m¨¢s expuestos. ?l no necesita poseernos. Nos envenena con el odio, con la tristeza, con la envidia, con los vicios", se?ala el Pont¨ªfice en el ¨²ltimo cap¨ªtulo del documento. "En tiempos de Jes¨²s se pod¨ªa confundir la epilepsia con la posesi¨®n del demonio. Sin embargo, eso no debe llevarnos a simplificar tanto la realidad diciendo que todos los casos narrados en los evangelios eran enfermedades ps¨ªquicas y que en definitiva el demonio no existe o no act¨²a".
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