El movimiento juvenil que le planta cara a Daniel Ortega
Convocados a trav¨¦s de las redes sociales, centenares de j¨®venes organizan protestas en Nicaragua por la negligencia del Gobierno en la protecci¨®n de las selvas
Mientras las selvas del sur de Nicaragua ard¨ªan por un incendio que todav¨ªa no ha podido ser totalmente sofocado, centenares de j¨®venes, indignados por la negligencia del Gobierno en el manejo de la crisis de la Reserva Indio Ma¨ªz, expresaron su rabia a trav¨¦s de las redes sociales y formaron un movimiento que ya ha puesto en alerta al r¨¦gimen del Daniel Ortega. A trav¨¦s de la etiqueta #SOSIndioMa¨ªz, estos j¨®venes han organizado protestas ante el asombro del Gobierno, que no ha dudado en mover a las fuerzas antidisturbios para sofocar las manifestaciones. El jueves, en Managua, mientras centenares de j¨®venes protestaban contra el Ejecutivo de Ortega, huestes del Frente Sandinista y oficiales de la Polic¨ªa Nacional los atacaron, pero el pa¨ªs entero pudo presenciar la entereza de este grupo de universitarios que dice estar harto de la corrupci¨®n, la depredaci¨®n y las violaciones a los derechos humanos en este pa¨ªs centroamericano.
Una de esas j¨®venes es Arianna Moraga, estudiante de Biolog¨ªa de la Universidad Nacional Aut¨®noma de Nicaragua (UNAN, la principal del pa¨ªs, controlada por Ortega), que el jueves march¨® por la capital a pesar de la represi¨®n oficial. Moraga muestra con orgullo las heridas en sus piernas ¨Cuna de ellas un corte profundo tras la piel desprendida¨C que le dej¨® el enfrentamiento con la Polic¨ªa. Asegura que a pesar del miedo frente a la represi¨®n del Gobierno est¨¢ dispuesta a seguir manifest¨¢ndose. "Me da miedo, pero siento que ellos (el Gobierno) quieren eso. Por eso vamos a seguir haciendo esto, no me voy a callar, me seguir¨¦ manifestando pase lo que pase, porque es mi deber como ciudadana¡±, dice la joven.
Junto a ella ha marchado Madelaine Caracas, estudiante de Comunicaci¨®n de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA). Caracas habla con determinaci¨®n, sin titubeos, con las ideas claras sobre un movimiento al que llama apartidista, pero comprometido con un cambio en Nicaragua. ¡°Esto no se trata de partidos pol¨ªticos, estamos por una conciencia general, que es la protecci¨®n de la tierra, nuestros recursos, nuestro pa¨ªs. A parte de que se brinde informaci¨®n de lo que ha ocurrido en Indio Ma¨ªz queremos que las leyes de protecci¨®n a nuestras reservas se refuercen, que haya mayor resguardo de los bosques y que se le d¨¦ voz a las comunidades ind¨ªgenas¡±, explica Caracas.
Tanto Moraga como Caracas se han enfrentado cara a cara a diputados nicarag¨¹enses, considerados comparsa del Gobierno de Ortega, dado que desde el Parlamento ¨Ccontrolado por el presidente¨C han apoyado todas las iniciativas que desmantelaron la institucionalidad y le dieron todo el control del Estado al exguerrillero sandinista. Moraga se enfrent¨® a Mar¨ªa Fernando Flores, esposa del expresidente Arnoldo Alem¨¢n, socio de Ortega en el llamado ¡°Pacto¡±, un amarre pol¨ªtico por el que los dos caudillos se repartieron el poder en Nicaragua. Flores intent¨® acompa?ar a los j¨®venes en la protesta del jueves, pero Moraga le espet¨® ante los medios de comunicaci¨®n su inacci¨®n frente la destrucci¨®n de las selvas de Nicaragua. Caracas, por su parte, plant¨® cara a Edwin Castro, volc¨¢nico diputado del Frente Sandinista y una de los hombres de confianza de Ortega. Castro ¨Cquien como diputado ha apoyado la reforma a la Constituci¨®n que permiti¨® la reelecci¨®n de Ortega a perpetuidad¨C ir¨®nicamente es profesor de derecho constitucional en la UCA. Fue al final de su clase cuando la joven Caracas se le plant¨® enfrente y lo encar¨® por las cr¨ªticas del diputado al movimiento juvenil, que ¨¦l tild¨® de grupo de "ambientalistas de computadora que tratan de lucrarse de la desgracia".
"Nadie nos paga", espet¨® Caracas, "somos ciudadanos ciudadanos que tenemos derecho a exigir respuesta del Gobierno y sus funcionarios", agreg¨®. El diputado se refugi¨® en su sal¨®n y amenaz¨® con llamar a la Polic¨ªa.
Est¨¢ por verse si la indignaci¨®n de estos j¨®venes convocados por las redes sociales podr¨¢ convertirse en un movimiento social que se fortalezca con el tiempo. Por el momento se sienten animados ante el apoyo de la sociedad y de los medios de comunicaci¨®n independientes. Aseguran que continuar¨¢n con su lucha y para este viernes organizaron una ¡°vigilia¡± por la reserva Indio Ma¨ªz. Aunque el Gobierno asegura est¨¢ controlado el incendio que devor¨® m¨¢s de cinco mil hect¨¢reas de selva, las llamas parecen haber dejado no solo destrucci¨®n: encendieron la rabia de centenares de j¨®venes que como Arianna Moraga ya no est¨¢n dispuestos al silencio, o como ella misma lo explica: ¡°Queremos ejercer nuestros derechos y hacernos escuchar, que no nos callen, porque queremos alzar la voz¡±.
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