Macron y Trudeau celebran su sinton¨ªa personal y pol¨ªtica

¡°Convergencia¡± fue la palabra m¨¢s usada por Macron tras su encuentro en el El¨ªseo, en la primera visita oficial de Trudeau a Francia. ¡°Tenemos el compromiso de luchar juntos en los desaf¨ªos comunes¡±, asegur¨® el anfitri¨®n galo en una cita en la que no hubo m¨¢s que sonrisas y sinton¨ªa entre los dos mandatarios que volver¨¢n a encontrarse muy pronto, cuando Macron realice una visita a Canad¨¢ previa a la cumbre del G7 que organiza Trudeau en junio y a la que ¡°Francia dar¨¢ todo su apoyo para que sea un ¨¦xito¡±, prometi¨® el mandatario galo.

El jefe de Gobierno canadiense se lo hab¨ªa puesto f¨¢cil. En v¨ªsperas de su llegada a Par¨ªs, hab¨ªa asegurado al diario Les Echos, y lo reiter¨® el lunes en el El¨ªseo, su ¡°total alineaci¨®n con Macron ante los grandes desaf¨ªos internacionales¡±, tanto en su visi¨®n de una ¡°alianza positiva hacia el mundo, como en el cambio clim¨¢tico, el orden internacional o el trabajo por la paz y la seguridad¡±. Una simbiosis que, afirm¨®, tambi¨¦n se da en su concepci¨®n de la pol¨ªtica. ¡°Los dos hemos buscado unir, no hemos apostado por el viejo juego de la divisi¨®n y los ataques personales¡±, subray¨®. ¡°Compartimos una visi¨®n ambiciosa de la relaci¨®n franco-canadiense, gracias a la cual podremos contribuir, juntos, a construir un mundo mejor¡±, agreg¨® este lunes.

El cara a cara de Macron y Trudeau en Par¨ªs confirm¨® lo que los anglohablantes llaman bromance, ese idilio ¡ªen el plano intelectual y amistoso¡ª entre dos hombres que se puso en evidencia desde sus primeros encuentros. El presidente franc¨¦s recibi¨® con grandes muestras de afecto a su invitado en el palacio presidencial, donde compartieron un almuerzo. Durante sus dos d¨ªas de estancia en Par¨ªs, a Trudeau le espera adem¨¢s un honor especial: el martes se convertir¨¢ en el primer gobernante canadiense que se dirige a la Asamblea Nacional francesa. Una ocasi¨®n en la que, seg¨²n adelant¨®, hablar¨¢ del ¡°trabajo que vamos a hacer juntos en los a?os que viene sobre nuestras grandes prioridades¡±.

La calurosa recibida en Francia supone un respiro para un Trudeau cuya popularidad se ha tambaleado tanto dentro como fuera de Canad¨¢ en los ¨²ltimos meses. Primero fue el fiasco de su viaje oficial a la India a finales de febrero, donde tuvo un muy tibio recibimiento tanto de las autoridades como de una poblaci¨®n que consider¨® un tanto excesivos sus gui?os a las costumbres locales mediante el uso, por parte de toda su familia, de un armario con ropa tradicional ¡°demasiado indio, incluso para un indio¡±, como escribi¨® la revista Outlook. A ello se unen las tensiones internas a causa de la ampliaci¨®n de un oleoducto entre la provincia de Alberta y el puerto de Vancouver que ha sido muy criticado por los ecologistas. Trudeau tuvo que cambiar sus planes ¡ªten¨ªa previsto viajar a Par¨ªs desde Lima, donde particip¨® en la Cumbre de las Am¨¦ricas¡ª y hacer escala en Ottawa para mediar en un conflicto que, a priori, choca tambi¨¦n con sus compromisos internacionales en materia de lucha contra el cambio clim¨¢tico. ¡°No se puede cambiar todo en nuestras econom¨ªas de la noche a la ma?ana¡±, se defendi¨® Trudeau en Les Echos, donde sin embargo ratific¨®, como reiter¨® el lunes ante Macron, que Canad¨¢ cumplir¨¢ con los compromisos del Pacto de Par¨ªs sobre el cambio clim¨¢tico.