Los venezolanos asisten con indiferencia al inicio de la campa?a electoral
Nicol¨¢s Maduro y Henri Falc¨®n monopolizan las preferencias en un escenario marcado por el pesimismo y la abstenci¨®n
En un ambiente de abulia generalizada, con el boicot de los sectores medulares de la oposici¨®n, y en medio de severos cuestionamientos de casi toda la comunidad internacional, este lunes comenz¨®, formalmente, la campa?a electoral de cara a los comicios presidenciales en Venezuela, que tendr¨¢n lugar el pr¨®ximo 20 de mayo.
Adem¨¢s de Nicol¨¢s Maduro, respaldado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), sobresale en la cita el nombre de Henri Falc¨®n, dirigente opositor que decidi¨® no acatar el llamamiento a la abstenci¨®n de los partidos de la Mesa de la Unidad Democr¨¢tica (MUD) y postul¨® su nombre a todo evento, respaldado por su partido, Avanzada Progresista, y otras formaciones menores.
Maduro y Falc¨®n se disputan las preferencias en los sondeos de opini¨®n. Terciando en la disputa se ubica Javier Bertucci, pastor evang¨¦lico que se ha lanzado por cuenta propia, y cuya candidatura, rozando el 10% en las preferencias, ha sorprendido a los observadores y analistas.
Maduro controla, con sus se?uelos y programas de asistencia, el coto cultural y electoral del chavismo, un movimiento social que se ha achicado much¨ªsimo en los ¨²ltimos a?os. El dirigente bolivariano es acreedor de unos ¨ªndices de rechazo que llegan a 80% del electorado, pero tiene una militancia fiel y disciplinada, que parece dispuesta a acompa?arlo, con un aparato pol¨ªtico que controla y coteja su conducta en las urnas.
Los sondeos de opini¨®n reportan que Maduro conserva una leve ventaja sobre Falc¨®n, su rival m¨¢s cercano, entre quienes est¨¢n "totalmente dispuestos" a votar el pr¨®ximo 20 de Mayo, en un escenario electoral muy at¨ªpico, cruzado por el escepticismo y el ¨¢nimo abstencionista, en el cual est¨¢ muy extendida la certeza de que el Consejo Nacional Electoral, presidido por Tibisay Lucena, har¨¢ todo lo necesario para que el actual presidente retenga el poder.
Las posibilidades de Falc¨®n, sin embargo, aumentan de manera muy clara cuando las firmas encuestadoras calibran su opci¨®n entre aquellos electores que "probablemente" acudan a votar, o se lo est¨¦n pensando hoy activamente. Esta franja de personas va en aumento. Los miembros del comando de Henri Falc¨®n tienen cifradas sus esperanzas en que esta circunstancia se consolide en las semanas que quedan
Aunque est¨¢n muy extendidos los reparos a su postura conciliadora, muchas personas han terminado por decidirse a votar por Henry Falc¨®n apenas en estos d¨ªas, bajo el convencimiento de que no queda otra opci¨®n disponible, y la sospecha de que acaso esta pueda ser la ¨²ltima vez que se vote en Venezuela en mucho tiempo. Esta din¨¢mica se observa con particular elocuencia en sectores empobrecidos urbanos que alguna vez hab¨ªan decidido acompa?ar a Hugo Ch¨¢vez.
En el alto Gobierno se desarrolla, en este momento, una sutil estrategia comunicacional que busca recuperar la mermada credibilidad de las instituciones chavistas frente a la opini¨®n p¨²blica internacional. Maduro realiza con frecuencia actos p¨²blicos en espacios cerrados, en lugares que puedan controlar sus organizadores, y en esta ocasi¨®n ha tenido cierto cuidado para no inundar la programaci¨®n de la televisi¨®n con mensajes en cadena. Promete sentar las bases para la "estabilizaci¨®n de la econom¨ªa", derrotando "la guerra econ¨®mica imperial", una vez que concluyan los comicios, en un pa¨ªs que pod¨ªa terminar 2018 con unos d¨ªgitos inflacionarios superiores al 20.000% y una contracci¨®n de su Producto Interno Bruto del 15%.
Falc¨®n, entretanto, trabaja visitando zonas populares urbanas y rurales remotas, procurando el contacto directo. Ha sido recibido con cordialidad, pero sin mayores emociones, y ha intentado colocar su propuesta de campa?a, que consiste en dolarizar la econom¨ªa para recuperar el poder de compra de la poblaci¨®n. Los miembros de su comando se muestran seguros de la victoria, si consigue hacerse lo suficiente para extender el mensaje de vencer el pesimismo y salir a votar.
Aunque ha despertado cierto inter¨¦s, y algunos parecen decididos a ir a sufragar por ¨¦l como ¨²ltimo recurso, Henri Falc¨®n sigue siendo acreedor de un enorme margen de desconfianza en parte importante de la poblaci¨®n, e incluso entre sus compa?eros de la MUD, agrupados hoy en el denominado Frente Amplio para una Venezuela Libre, que demanda condiciones decentes para poder participar.
Algunos dirigentes que lo conocen temen que Falc¨®n est¨¦ dispuesto a negociar una derrota decorosa, si con eso logra posicionarse como el nuevo l¨ªder de la oposici¨®n pol¨ªtica. Un pacto de ¨²ltima hora que limpie las m¨¢culas del r¨¦gimen de Maduro y haga buena la leyenda de su ministro de Comunicaci¨®n, Jorge Rodr¨ªguez, seg¨²n la cual en Venezuela no hay una dictadura, sino una directiva opositora insurrecional y otra "sensata", presumiblemente encarnada por Falc¨®n. Este montaje le dar¨ªa continuidad a la postura que internacionalmente resume el expresidente de Gobierno espa?ol Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Tanto Falc¨®n como sus partidarios desmienten apasionadamente esta opini¨®n.
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