Macron arremete ante el Congreso de EEUU contra el aislacionismo, el nacionalismo y la guerra comercial

Plantaron un roble frente a la Casa Blanca. Se besaron y dieron la mano ante las pantallas. Se cubrieron de halagos en la cena de Estado. Donald Trump y Emmanuel Macron han forjado una relaci¨®n privilegiada. A ning¨²n mandatario extranjero le ha mostrado el presidente de Estados Unidos tanta deferencia. Aparte de la visita de Estado, seis veces se han visto y 25 se han llamado. Una cifra inmensa para alguien que con Angela Merkel solo ha hablado una vez en cinco meses. ¡°Es que Macron me gusta mucho¡±, lleg¨® a bromear Trump ante los periodistas.

Si con Macron, el presidente de Estados Unidos ha encontrado el interlocutor que le da la p¨¢tina de estadista, el franc¨¦s ha hallado en Trump la f¨®rmula magistral de su pol¨ªtica exterior. Con ¨¦l de la mano, puede jugar a la amistad con el ogro aislacionista y brillar por s¨ª mismo. ¡°La convicci¨®n de Trump de que EEUU no tiene que cargar con todos los problemas internacionales, es una forma de desoccidentalizar la pol¨ªtica exterior que se ajusta a la visi¨®n francesa¡±, se?ala C¨¦lia Belin, experta del think tank Brookings Institution.

Es una relaci¨®n simbi¨®tica que a la diplomacia francesa le abre un espacio que durante a?os acapar¨® Barack Obama. El repliegue internacional de Trump permite a Par¨ªs recuperar terreno para ejercer su autonom¨ªa y grandeur. Ocurri¨® hace un a?o con el cambio clim¨¢tico. Y tambi¨¦n ayer con la intervenci¨®n de Macron ante el Congreso de los Estados Unidos.

Su discurso fue pronunciado en clave simb¨®lica. Otro 25 de abril, pero de 1960, el general Charles De Gaulle se dirigi¨® al pueblo americano desde la misma tribuna. Entonces, el presidente franc¨¦s habl¨® de t¨² a t¨² a Estados Unidos y defendi¨® el valor de su amistad. Macron repiti¨® el gesto.

Desde el principio, el presidente franc¨¦s quiso dejar claro que el v¨ªnculo entre ambas naciones es m¨¢s profundo que cualquier avatar diario. Cit¨® sus ideales compartidos, la lucha contra el nazismo y el dolor acumulado en la defensa de la democracia. ¡°Nuestras naciones han sufrido por sus valores¡±.

Ante un auditorio entregado, que prorrump¨ªa en constantes aplausos, record¨® el lema revolucionario de ¡°vivir libre o morir¡± y puso como horizonte hist¨®rico la defensa de la democracia. Desde esa atalaya despleg¨® todo su carisma. Ese fulgor que ha cautivado a Francia y gran parte de la Uni¨®n Europea.

Tras dos d¨ªas en los que se ha presentado al mundo como el gran amigo de Trump, el presidente franc¨¦s aprovech¨® para marcar las diferencias y atac¨® el aislacionismo y el nacionalismo que tanto gustan a su anfitri¨®n. ¡°Es un momento cr¨ªtico, si no actuamos como una comunidad global, ni la ONU ni la OTAN ser¨¢n capaces de mantener la estabilidad¡±. Frente a esta amenaza, propugn¨® un ¡°multilateralismo fuerte¡± como clave de arco del nuevo orden mundial.

Llegado a ese punto, Macron decidi¨® lanzar toda la artiller¨ªa. Empez¨® por rechazar la guerra comercial emprendida por la Casa Blanca ?¨C¡°nosotros escribimos las reglas, nosotros debemos seguirlas¡±. Sigui¨® con la defensa del pacto nuclear con Ir¨¢n que Washington ha satanizado ¨C¡°no lo abandonaremos¡±¨C. Y culmin¨® con la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Una iniciativa global que Trump ha abandonado ruidosamente, dejando a EEUU como el ¨²nico pa¨ªs del mundo fuera del Acuerdo de Par¨ªs. ¡°Estamos sacrificando el futuro de nuestros hijos. No hay planeta B y tendremos que enfrentarnos al desaf¨ªo y trabajar juntos. Estoy seguro de que EEUU volver¨¢ al pacto¡±.

Desplegada su hoja de ruta universal, Macron regres¨® a De Gaulle y al v¨ªnculo con el pueblo americano. ¡°Son tiempos de determinaci¨®n y coraje. Lo que amamos est¨¢ en peligro. No tenemos m¨¢s opci¨®n que ganar. Y juntos vamos a ganar¡±. Dicho lo cual, se despidi¨® en franc¨¦s dando vivas a la amistad. El aplauso del Congreso de los Estados Unidos de Am¨¦rica fue atronador.