?Y si toda Am¨¦rica Latina fuera como Cuba?
El comunismo ha dejado de ser una amenaza, sustituida por el populismo
"Los que nos han acusado de comunistas no han hecho m¨¢s que inventar el pretexto, inventar la mentira con que tratan de combatir todo movimiento que lucha por la verdadera democracia".
Fidel Castro, en Sierra Maestra?
?Qu¨¦ hubiera sido de Am¨¦rica Latina si un par de tiranos como los hermanos Castro se hubieran apoderado por la v¨ªa de las armas, a lo largo de 60 a?os, de la direcci¨®n de todos y cada uno de los pa¨ªses latinoamericanos? La dictadura cubana centraliza la inmensa mayor¨ªa de las actividades econ¨®micas. Emplea al 75% de la fuerza de trabajo en el Gobierno, en el entendido de que los salarios burocr¨¢ticos equivalen a 25 d¨®lares mensuales (el salario m¨ªnimo en Venezuela solo alcanza para comprar un cart¨®n de huevos al mes, si es que lo encuentran en los mercados). Muchas familias subsisten penosamente con las remesas enviadas por los exiliados desde Estados Unidos o Europa. ?C¨®mo deshacer el complejo sistema de dos monedas que circulan en Cuba, ya que las mayor¨ªas pagan sus escasos bienes con pesos convertibles y reciben sus salarios con pesos cubanos?
?Qui¨¦n se atreve a desobedecer a Ra¨²l Castro o a Miguel D¨ªaz-Canel, su sucesor, el nuevo dictador llamado a continuar los horrores del castrismo? Miles de profesionales calificados abandonan anualmente la isla. Va quedando, con el paso del tiempo, una poblaci¨®n de ancianos que implica nuevos desaf¨ªos sociales y m¨¢s cargas financieras para una econom¨ªa paup¨¦rrima. Cuba contin¨²a padeciendo la rigidez involucionista de un partido ¨²nico con un fuerte control sobre las organizaciones populares. Los grupos disidentes son calificados como ¡°mercenarios¡± al servicio de Estados Unidos o de Europa para destruir la revoluci¨®n. ?La revoluci¨®n¡? (En la URSS reclu¨ªan a los opositores en manicomios.) ?Qui¨¦n desea una revoluci¨®n como la cubana cuando los precios no corresponden a los salarios? Con 500 pesos, aproximadamente unos 20 d¨®lares, resulta imposible comer, vestirse y vivir con la m¨ªnima dignidad. Imposible olvidar los pat¨¦ticos episodios de los balseros de los a?os noventa, cuando los cubanos se lanzaban al mar en busca de la pen¨ªnsula de Florida con el peligro de perecer devorados por los tiburones caribe?os, antes de seguir padeciendo los horrores del ¡°para¨ªso¡± castrista. Sin embargo, inexplicablemente Ra¨²l permiti¨® la salida de cubanos sin permiso y les autoriz¨® permanecer dos a?os fuera de la isla sin perder su seguridad social ni sus ¡°derechos civiles¡± (?cu¨¢les?), con tal, claro est¨¢, de evitar la exposici¨®n de la dictadura a los ojos del mundo libre y, eso s¨ª, de recibir millones de d¨®lares de los exiliados para mantenerse en el poder.
La econom¨ªa planificada se derrumb¨® junto con la Cortina de Hierro a finales del siglo XX. Resulta imperativo cancelar el dirigismo y liberar a las fuerzas productivas. El Gobierno cubano decide qu¨¦ se debe producir y a qu¨¦ precio debe venderse. Impone los tipos de oficio a los que debe someterse la poblaci¨®n por cuenta propia, sobre la base de que no pueden acumular riqueza ni invertir ni prosperar porque competir¨ªan con los servicios prestados solo por el Estado. Alegan que se crear¨ªa desigualdad econ¨®mica y esta desigualdad los convertir¨ªa en sujetos peligros, de modo que ser¨ªa imposible evolucionar.
?C¨®mo imaginar a una Am¨¦rica Latina sepultada en el atraso, sin libertad de expresi¨®n ni de pensamiento ni de c¨¢tedra ni de libre tr¨¢nsito ni de empleo, una regi¨®n sin libertad de asociaci¨®n ni garant¨ªas individuales ¡ªsin las cuales cualquiera puede ser privado de la libertad y de sus bienes sin mediar un mandamiento escrito de la autoridad¡ª? Castro mand¨® a asesinar, perseguir, desaparecer, mutilar y torturar; mand¨® a espiar y fusilar tras juicios sumarios sin posibilidades de defensa a quien se negara a aceptar la adopci¨®n de una nueva dictadura, esta vez de izquierda, igual de aborrecible que las de derecha.
Hoy en d¨ªa el comunismo que siempre se impuso con las armas, ha dejado de ser una amenaza pol¨ªtica que ha sido sustituida por el populismo. Los populistas son los nuevos enemigos a vencer sin perder de vista que, como bien dec¨ªa Mencken, son personas que predican ideas que saben falsas entre personas que saben idiotas¡
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