Siempre tendremos los memes (Facebook, Colombia)

Yo ya no me acuerdo de Colombia cuando no estaba en campa?a presidencial. Ha sido tan larga y tan torpe esta ¨¦poca ¨Cy ha habido tantos candidatos, tantos debates, tantas encuestas, tantos esc¨¢ndalos desde que el plebiscito sobre la paz lo enrareci¨® todo en esta tierra rara¨C que lo m¨¢s seguro es que el pr¨®ximo Gobierno sea una desilusi¨®n y sea un Gobierno impopular desde el principio. Parece ya Historia Patria, parece que fue antes de ayer, pero sucedieron en esta campa?a el coscorr¨®n del exvicepresidente Vargas Lleras a su desprotegido escolta, el connato de linchamiento al exguerrillero que se hac¨ªa llamar Timochenko, el atentado en C¨²cuta al exalcalde de Bogot¨¢ Gustavo Petro, la captura por recomendaci¨®n de la DEA del excomandante de las FARC Jes¨²s Santrich, las amenazas de muerte al caricaturista Matador, y lo dem¨¢s.

Ha ocurrido lo m¨¢s s¨®rdido, lo peor que pod¨ªa ocurrir, de 2016 para ac¨¢: ha habido jefes pol¨ªticos desahuciando a sus candidatos con un chasquido de dedos, ?tac!; revelaciones con cuentagotas sobre la relaci¨®n con Odebrecht, all¨¢ abajo en la clase pol¨ªtica, tanto de la gente en el Gobierno como de la gente en la oposici¨®n; apuradas e incendiarias denuncias de fraude en las legislativas; asesinatos de testigos claves contra l¨ªderes ensombrecidos; amenazas a estudiantes que hacen preguntas; promesas de campa?a que reviven esta man¨ªa, de tiran¨ªa, de refundar la patria: ¡°Petro propone llamar a una Constituyente¡±, ¡°Duque plantea la posibilidad de reducir las cortes a una sola¡±, ¡°Uribe advierte que en el Gobierno de Duque¡­¡±. Y de toda esa griter¨ªa quedar¨¢ un pa¨ªs maltrecho. Y, de la cara sana de la sociedad, quedar¨¢n unos cuantos memes.

Zuckerberg, el imp¨¢vido creador de Facebook, ha respondido con monos¨ªlabos arrogantes las preguntas sobre el papel de su red social en la manipulaci¨®n ¨Cde novela dist¨®pica¨C de los procesos electorales del mundo. Cambridge Analytica ha celebrado, como con risita, su participaci¨®n en la campa?a que llev¨® a Enrique Pe?alosa a la alcald¨ªa de Bogot¨¢. Y, dado que se ve lejos el d¨ªa en el que la ley pondr¨¢ en cintura la manipulaci¨®n de los c¨¢ndidos datos de internet, los memes par¨®dicos ¨Clas unidades m¨ªnimas de informaci¨®n que pueden transmitirse, seg¨²n Richard Hawkins¨C se han convertido en pruebas de supervivencia en medio del cautiverio de las redes. Ser¨¢ lo mejor que quede cuando por fin termine nuestra campa?a presidencial. Ser¨¢ el humor que, pese a tanta violencia, pone en su sitio a los poderosos y reivindica a los dem¨¢s.

El aviso ¡°Fotocopiadora Nacional del Estado Civil¡± cuando la Registradur¨ªa pidi¨® a los electores que, ante la escasez inesperada, fotocopiaran los tarjetones ¨Csin marcar¨C de las consultas interpartidistas. Porky, la bruja de Blancanieves y Gargamel compitiendo por la candidatura de la derecha. Los dedos de Fajardo, que toman una tiza invisible cuando ¨¦l habla en los debates, descansan ¡°luego de una larga jornada de trabajo¡­¡±. La aparici¨®n fantasmal del expresidente Uribe por encima del hombro de su candidato en el primer debate. La int¨¦rprete de se?as neg¨¢ndose rotundamente a traducir la intervenci¨®n de Duque. Un Petro disfrazado de ¡°el Botija¡± a punto de peinar y cachetear a un Duque disfrazado de ¡°el Ch¨®mpiras¡±, como si el debate colombiano estuviera a la altura del mundo del humorista mexicano Chespirito.

Eso nos va a quedar despu¨¦s de todo: los memes de los genios an¨®nimos, las caricaturas, las parodias. Y el humor no va a ser ¨Cpues no lo es¨C un consuelo de tontos ante un mal de muchos, no, sino una rebeli¨®n, ni m¨¢s ni menos, contra ese poder que le entrega su autoridad a la violencia, contra ese poder que se va perdiendo de tanto creer que aqu¨ª arriba no nos damos cuenta.