Trump ficha como abogado en la trama rusa al mismo que defendi¨® a Clinton en su ¡®impeachment¡¯

Donald Trump se prepara para la gran batalla. En un giro inesperado, el presidente de Estados Unidos ha decidido contratar para su defensa en la trama rusa,?seg¨²n avanza The New York Times, a uno de los abogados que llev¨® el impeachment a Bill Clinton. El movimiento, que llega poco despu¨¦s de la entrada en el equipo legal de Trump del exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, revela el nerviosismo que est¨¢ cundiendo en la Casa Blanca ante la posibilidad de una citaci¨®n para que declare en este explosivo caso.

El letrado elegido, Emmet T. Flood, es un buen conocedor de la enrevesada maquinaria del impeachment. En 1998 y 1999, tras el estallido del esc¨¢ndalo de M¨®nica Lewinsky, asisti¨® a Clinton en trances cruciales del proceso abierto en las C¨¢maras por supuesto perjurio y obstrucci¨®n a la justicia. Luego sirvi¨® como consejero legal del presidente George Bush hijo y trabaj¨® como abogado privado del ex vicepresidente Dick Cheney. De perfil bajo, poco dado a los pronunciamientos pol¨ªticos, se le considera un especialista en juicios con aforados.

Su llegada coincide con la revelaci¨®n de que el fiscal especial de la trama rusa, Robert Mueller, lleg¨® a amenazar en marzo pasado al equipo legal de presidente con citarle judicialmente si este no se aprestaba de forma voluntaria. Aunque fue un paso que nunca se dio, mostr¨® la determinaci¨®n de Mueller de recabar el testimonio de Trump, algo que sus abogados quer¨ªan evitar a toda costa.

Esta resistencia, sin embargo, no contaba con el favor del presidente, partidario de resolver las dudas bajo los focos. La desavenencia le cost¨® el puesto al entonces jefe de abogados de Trump y su sustituci¨®n por Giuliani, un hombre de la m¨¢xima confianza del mandatario. "Algunos hablan de una toma de declaraci¨®n de 12 horas, y eso no va a pasar; ser¨ªa como mucho de dos o tres horas y en torno a un conjunto reducido de preguntas", ha dicho Giuliani en una entrevista a The Hill.

Ahora, el siguiente en caer ha sido el abogado de la Casa Blanca Ty Cobb. Aunque su salida fue presentada por la portavoz Sarah Huckabee Sanders como un "retiro voluntario", Coob hab¨ªa sido criticado en el entorno de Trump por cooperar en exceso con el fiscal especial y no tensar m¨¢s la cuerda.

La investigaci¨®n de Mueller, tras casi un a?o de pesquisas, no ha reducido su intensidad. Por el contrario, ya no se limita a determinar si hubo connivencia con el Kremlin en la campa?a de intoxicaci¨®n contra Hillary Clinton, sino que ha entrado de lleno en el espinoso terreno de la obstrucci¨®n a la justicia y los delitos financieros. Dos apartados que le han permitido hasta la fecha imputar a seis miembros del equipo electoral de Trump y lograr que tres de ellos colaboren con ¨¦l.

Entre los puntos oscuros que Mueller quiere aclarar figuran desde los manejos del destituido consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, y el despido del director del FBI, James Comey, hasta las comunicaciones con el fiscal general, Jeff Sessions, y los supuestos v¨ªnculos y negocios con Mosc¨². Para ello ha preparado una bater¨ªa de 49 preguntas destinadas al presidente. El cuestionario, que sali¨® a la luz esta semana, muestra a Trump m¨¢s como sospechoso que como testigo.