Theresa May resiste en su primera prueba tras las elecciones generales
Los laboristas de Corbyn no logran capitalizar el desgaste de la primera ministra en los comicios locales en Reino Unido
La primera ministra brit¨¢nica, Theresa May, ha sobrevivido a la primera cita con las urnas despu¨¦s de las dram¨¢ticas elecciones generales del a?o pasado, en las que perdi¨® su mayor¨ªa absoluta. El recuento de las elecciones locales celebradas este jueves en parte de Inglaterra, a¨²n no finalizado este viernes por la ma?ana, ha deparado buenas y malas noticias para los dos principales partidos. Ganan m¨¢s los laboristas que los conservadores. Pero los de Jeremy Corbyn no han logrado construir sobre el ¨¦xito de las generales y, a pesar de las ganancias, quedan lejos de las expectativas m¨¢s optimistas.
En t¨¦rminos generales, los primeros datos indican que, tal como se preve¨ªa, los laboristas crecen en Londres y los conservadores mejoran un poco fuera de la capital. Pero los tories retienen algunos bastiones simb¨®licos del centro de Londres, como Kensington y Chelsea, distrito tradicionalmente conservador donde gan¨® el laborismo en las generales de 2017. Esas victorias simb¨®licas son las que habr¨ªan convertido la noche en una fiesta para los laboristas.
En los comicios se eleg¨ªan 4.371 puestos en 150 municipios, solo en Inglaterra y sobre todo en zonas urbanas. Aunque parciales, constitu¨ªan la primera gran prueba desde las generales de 2017, en las que los laboristas ganaron inesperadamente 30 esca?os, arrebatando a Theresa May la mayor¨ªa absoluta y reafirmando al hasta entonces muy contestado Jeremy Corbyn en el liderazgo del partido. A falta de conocer los resultados definitivos, los laboristas avanzan muy ligeramente respecto a las generales, pero no logran, ni mucho menos, un progreso que les permita presentarse como una fuerza que se dirige con paso firme hacia Downing Street.
¡°Sin Escocia, y votando solo en zonas metropolitanas, los resultados ser¨¢n dif¨ªcilmente extrapolables al resto del pa¨ªs. Pero es una elecci¨®n real y tiene m¨¢s peso que los sondeos, sobre todo teniendo en cuanta el escaso acierto de estos en los ¨²ltimos a?os¡±, explica Jon Lansman, l¨ªder de Momentum, el movimiento ciudadano de base, paralelo al partido, que arropa a Corbyn.
A pesar de que mejoran su n¨²mero de concejales, dif¨ªcilmente los laboristas podr¨¢n presumir de victoria. Las elecciones locales, que se celebran a mitad de legislatura, suelen deparar castigos a los partidos gobernantes y las mudanzas en Downing Street suelen venir precedidas de sonadas derrotas en las locales. ¡°Para un partido que lleva ocho a?os fuera del poder, como el laborista, no ganar por goleada en las elecciones locales constituye un fracaso¡±, explica Tony Travers, profesor de la London School of Economics.
El voto en elecciones como las del jueves responde t¨ªpicamente a una mezcla de motivaciones de escala local y nacional. No ser¨ªa justo hacer una lectura meramente nacional de los resultados. Pero es innegable que no reflejan un abrumador apetito de cambio.
Corbyn no ha sido capaz de capitalizar el evidente desgaste de Theresa May. La primera ministra llegaba a las elecciones en medio de una guerra interna sobre el Brexit, en su Gobierno y en su partido, que est¨¢ paralizando las negociaciones con Bruselas, a menos de un a?o de que se consume la ruptura. La misma v¨ªspera de los comicios, los euroesc¨¦pticos de su Gabinete bloquearon una propuesta de May para acercar posturas en el asunto de la uni¨®n o divergencia aduanera con la UE, obligando a la primera ministra a seguir sin definir su postura en uno de los asuntos m¨¢s importantes.
May llegaba con un historial de cuatro ministros dimitidos en seis meses. Con su pol¨ªtica migratoria en el ojo del hurac¨¢n, despu¨¦s del esc¨¢ndalo del maltrato recibido por la generaci¨®n Windrush, los ciudadanos de pa¨ªses caribe?os de la Commonwealth llegados a Reino Unido despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial. Pero ha logrado evitar una gran derrota en las urnas. Ni siquiera el desastre del incendio en junio del a?o pasado en la torre Grenfell, donde fallecieron 71 personas y el vecindario exigi¨® responsabilidades a las autoridades locales, ha impedido a los conservadores retener el poder municipal en el distrito londinense de Kensington y Chelsea.
Al laborismo le ha pasado factura el esc¨¢ndalo de las recriminaciones de antisemitismo en su seno. A pesar de los esfuerzos de Jeremy Corbyn por solventar un problema intrincado en determinados sectores del partido, este le ha costado distritos como Barnet, en Londres, con una alta poblaci¨®n jud¨ªa, donde solo necesitaba ganar un asiento para hacerse con el control que al final ha ido a manos de los conservadores. A pesar de que sus ganancias se concentran en Londres, las mejores noticias individuales para los laboristas han sido las victorias en distritos como Trafford, que era el ¨²nico municipio del Gran Manchester que permanec¨ªa en manos conservadoras, o Plymouth, en el suroeste del pa¨ªs, que tambi¨¦n han arrebatado a los tories.
Los dos partidos llegaban en baja forma y sus l¨ªderes arrastraban cuotas de popularidad ins¨®litamente bajas: un 39% de los votantes, seg¨²n una encuesta reciente, cree que May es mejor primera ministra de lo que ser¨ªa Jeremy Corbyn, y un 25% piensa lo contrario. El 35% restante no sabe, no contesta.
El euroesc¨¦ptico y populista UKIP, en ca¨ªda libre desde el refer¨¦ndum del Brexit, ha sido pr¨¢cticamente barrido del mapa, y eso puede haber ayudado a los conservadores en algunos distritos. Los liberal-dem¨®cratas, en cambio, han logrado mejorar su resultado, con alguna victoria simb¨®lica como la que supone recuperar el distrito londinense de Richmond.
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