La disputa por los s¨ªmbolos del sandinismo divide Nicaragua
Los vecinos de Niquinohomo, cuna de Augusto C. Sandino, se rebelan contra Daniel Ortega, reivindican al h¨¦roe nacional y exigen el fin del r¨¦gimen
El sacerdote Edwin Rom¨¢n Calder¨®n es sobrino-nieto de Augusto C. Sandino, el h¨¦roe de Nicaragua al que tuvo que defender este lunes ante la disputa que su figura ha desatado en Niquinohomo, una peque?a ciudad a 38 kil¨®metros de la capital (Managua) y cuna del guerrillero. La madre de Sandino es bisabuela del religioso, quien medi¨® entre la poblaci¨®n alzada contra el presidente Daniel Ortega, la alcaldesa sandinista de la ciudad, Martha P¨¦rez, y la Polic¨ªa Nacional. Los manifestantes quieren a su Sandino vestido de azul y blanco, los colores de la bandera nacional del pa¨ªs centroamericano, mientras que el Gobierno de Ortega lo quiere de rojo y negro, la bandera del Frente Sadinista del Liberaci¨®n Nacional (FSLN).
Sandino, desde su pedestal, presenci¨® una nueva ¡°guerra¡± el domingo por la noche, cuando los simpatizantes del Gobierno de Ortega le amarraron al cuello la bandera partidaria. Entonces, el poblado se enfureci¨® ante la provocaci¨®n y se enfrent¨® a los simpatizantes del mandatario, que respondi¨® con una dura represi¨®n. Vecinos de la localidad dijeron haber sido atacados por oficiales antidisturbios y colectivos de Ortega. La revuelta dej¨® una treintena de heridos, barricadas levantadas en varios puntos de la ciudad, una poblaci¨®n alzada contra el Gobierno y un pa?uelo azul y blanco en el cuello de la estatua del h¨¦roe nacional. El presidente ve como una afrenta que este municipio nicarag¨¹ense, considerado un basti¨®n del Frente Sandinista, se rebele en su contra.
Niquinohomo tiene un peso enorme en el imaginario nicarag¨¹ense. No solo porque aqu¨ª naci¨® su h¨¦roe, sino porque este poblado jug¨® un papel importante en la rebeli¨®n contra la dictadura de Somoza y es considerado semillero de gente ¡°brava¡±. Los vecinos acusan a Rosario Murillo ¡ªesposa de Ortega y, de facto, administradora del d¨ªa a d¨ªa de Nicaragua¡ª de haberse apropiado no solo de la figura del h¨¦roe, sino tambi¨¦n de los bienes del guerrillero que se resguardaban en la casa museo del general, localizada frente al parque municipal.
¡°Sandino es niquinohome?o, nada tiene que ver con este Gobierno¡±, dijo este lunes Mois¨¦s Beteta, que formaba parte de los vecinos que velaban por la integridad de la estatua del m¨ªtico guerrillero. ¡°Es capricho de ellos ponerle los colores rojinegros. Como ellos se cre¨ªan due?os de las calles, andan ardidos [enfurecidos]. A nosotros, como nicarag¨¹enses, nos representa la bandera azul y blanca, aqu¨ª no queremos nada con sangre, luto, ni muerte, con la bandera rojinegra¡±, explic¨® el hombre.
Las calles de Niquinohomo parec¨ªan este lunes las de una ciudad en guerra. Adem¨¢s de las barricadas, hab¨ªa negocios y edificios p¨²blicos cerrados, restos de bombas caseras tiradas por las calles, simpatizantes de Ortega encerrados en sus casas a cal y canto y j¨®venes con el rostro cubierto con pasamonta?as: vigilaban la ciudad y discut¨ªan sobre la estrategia a seguir si la Polic¨ªa llegaba de nuevo a reprimir. Mientras tanto, el sacerdote Edwin Rom¨¢n Calder¨®n se reun¨ªa con la alcaldesa P¨¦rez y un representante policial, Absal¨®n Sevilla, para arrancarles un acuerdo que parara la violencia en Niquinohomo.
Alto, de piel blanca y hablar pausado, el cura Rom¨¢n parece no estar acostumbrado a este tipo de conflictos. Se le puso el rostro de colores cuando las autoridades dijeron no estar dispuestas a firmar un ¡°cese al fuego¡± precisamente por la discusi¨®n sobre las banderas. ¡°?Por qu¨¦ se corre, por qu¨¦ se corre?¡±, le espet¨® el sacerdote a la alcaldesa cuando esta intentaba dejar la sala de la reuni¨®n. ¡°Vengo a apoyar mi pueblo, a la poblaci¨®n que es m¨¢rtir del Gobierno, ustedes han atemorizado al pueblo de Nicaragua¡±, le dijo el sacerdote. P¨¦rez, visiblemente atemorizada por la presencia de este corresponsal en la Alcald¨ªa, no quiso dar entrevistas. Solo repet¨ªa el discurso oficial implantado en el estado por Murillo, que habla de ¡°Dios, amor y paz¡±. En Nicaragua, si un funcionario del Gobierno hace declaraciones a la prensa independiente es destituido de forma humillante de su cargo por la vicepresidenta y esposa de Ortega. Rom¨¢n amenaz¨® con ¡°tomarse¡± el Consistorio si las autoridades no firmaban un acuerdo de cese a la represi¨®n, por lo que la alcaldesa tuvo que ceder.
El sacerdote dej¨® la sede de la Alcald¨ªa con tres folios en sus manos, firmados por P¨¦rez y el representante de la Polic¨ªa. Los entreg¨® a los j¨®venes que los esperaban fuera del edificio y al leerlos estos corrieron por todo el municipio alzando el documento y al grito de ¡°?ganamos, ganamos!¡±. Adem¨¢s del cese a la represi¨®n, se establece que la estatua de Sandino se mantendr¨¢ vestida de azul y blanco, sin pa?uelos rojinegros o cualquier otro s¨ªmbolo del Frente Sadinista. Daniel Ortega sufri¨® una derrota simb¨®lica el lunes en Niquinohomo.
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