Los argentinos temen al FMI
La decisi¨®n de Macri de negociar un rescate del Fondo despierta los temores a las peores crisis econ¨®micas
El Fondo Monetario Internacional s¨®lo trae malos recuerdos en Argentina. Es casi una mala palabra, que se asocia a pol¨ªticas de ajuste y a los peores cataclismos financieros. "Es como volver para atr¨¢s", "Esto ya lo vivimos", "Es m¨¢s de lo mismo", se escuchaba en las calles de Buenos Aires casi en el mismo momento en que el presidente Mauricio Macri anunciaba por televisi¨®n que pedir¨¢ un rescate financiero al Fondo, el primero en 15 a?os. Los argentinos tienen motivos para pensar as¨ª. El primer cr¨¦dito que dio el Fondo al pa¨ªs sudamericano fue en 1957, a un gobierno militar. Desde entonces su presencia ha acompa?ado cada una de las crisis econ¨®micas que sacuden a Argentina en forma c¨ªclica.
En los a?os 90, el Fondo acompa?¨® con pasi¨®n la convertibilidad aplicada por Domingo Cavallo durante el gobierno de Carlos Menem. Y hoy todos asocian al Fondo con el fracaso de aquel modelo en 2001. El Gobierno de Fernando de la R¨²a hab¨ªa acordado con el Fondo un blindaje financiero de 38.000 millones de d¨®lares para sostener la paridad de un peso-un d¨®lar heredada del menemismo. Pero hubo solo dos desembolsos. La suspensi¨®n del tercero precipit¨® el fin de la convertibilidad y el estallido de la peor crisis econ¨®mica que recuerden los argentinos.
Eduardo Duhalde, sucesor de emergencia de De la R¨²a, recurri¨® dos veces al Fondo, que pon¨ªa condiciones cada vez m¨¢s duras, siempre relacionadas con la reducci¨®n del gasto p¨²blico y el d¨¦ficit fiscal. El Fondo nunca fue el principal acreedor de Argentina, pero de su aprobaci¨®n depend¨ªa la llegada de las inversiones: de ah¨ª el peso de sus recetas. En 2006, el presidente N¨¦stor Kirchner hab¨ªa logrado eliminar el d¨¦ficit, gracias a los ingresos extraordinarios de las exportaciones de materia prima. Los pa¨ªses emergente viv¨ªan a?os de bonanza econ¨®mica y el kirchnerismo quiso dar un golpe de efecto: cancel¨® la deuda de 9.800 millones que Argentina manten¨ªa con el FMI y se declar¨® libre de cualquier condicionamiento. Las banderas de una supuesta soberan¨ªa econ¨®mica estaban bien altas, y los argentinos acompa?aron al kirchnerismo con sus votos.
Pero el viento de cola no dur¨®. Los precios de las materias primas cayeron y Argentina empez¨® a gastar m¨¢s de lo que produc¨ªa. El kirchnerismo decidi¨® entonces financiarse en pesos, con el dinero, sobre todo, de las cajas de la jubilaciones. Cerrado el cr¨¦dito externo, se prestaba a s¨ª mismo, con emisi¨®n de moneda. A cambio, no deb¨ªa rendir cuentas a nadie. Macri lleg¨® al poder en 2015 y dijo que la situaci¨®n heredada era insostenible. Volvi¨® entonces a los mercados internacionales. Primero pag¨® 9.300 millones a los llamados fondos buitre para cerrar el litigio por la cesaci¨®n de pagos de la deuda externa declarada en 2001. En dos a?os tom¨® m¨¢s de 50.000 millones de d¨®lares del mercado internacional, pero no le alcanz¨® para convertir al peso en una moneda a prueba de tormentas externas. Hoy ha dicho que pedir¨¢ ayuda al Fondo, otra vez, y a los argentinos les cuesta creer que esa vez ser¨¢ diferente.
"Volver a esta situaci¨®n genera angustia", dice Ezequiel, docente, quien ten¨ªa 22 a?os cuando la crisis de 2001. Otros hablan de "decepci¨®n", o simplemente de "bronca". "No s¨¦ si el pueblo argentino lo va a tolerar, puede que est¨¦ expectante, pero hay toda una generaci¨®n de 40 a?os para arriba que sabe lo que pas¨® con el FMI. Siempre que se aplicaron sus recetas las consecuencias la pagaron los trabajadores", agrega Ezequiel, quien espera que la gente salga a la calle para protestar.
Carlos, due?o de una florister¨ªa de Villa Ort¨²zar, un barrio de clase media de Buenos Aires, le teme a la palabra "ajuste". "Volver al FMI significa entregar el pa¨ªs, eso es lo que est¨¢ haciendo Macri. Dentro de poco dir¨¢n que tienen que hacer m¨¢s ajuste, ajuste a los jubilados, vender empresas p¨²blicas". No cree, adem¨¢s, que el Fondo haya "cambiado", como asegura su titular, Christine Lagarde. "Es m¨¢s de lo mismo, o a¨²n peor, porque cada vez aprietan m¨¢s a los que menos tienen y la brecha crece entre la gente que tiene plata y los pobres". Los que tiene m¨¢s a?os, como Graciela, jubilada, ven en el horizonte una nueva crisis. "Me da mucho miedo porque esto ya lo vivimos. La ¨²ltima vez que vino el FMI terminamos con una gran crisis. Yo no s¨¦ mucho de pol¨ªtica, pero lo que s¨ª s¨¦ es que no me alcanza la plata" dice.
La desaz¨®n alcanz¨® incluso a aquellos votaron a Macri, con la esperanza de que los problemas heredados del kircherismo se solucionar¨ªan. Nacho tiene 24 a?os, por la ma?ana maneja un rem¨ªs y por la tarde-noche atiende en un kiosko de golosinas. Dice que del FMI sabe "muy poco", pero no tiene demasiadas expectativas con la ayuda que pueda llegar. "Es un desastre", dice, "todo sube y no alcanza. Cobro 16.000 pesos (700 d¨®lares) y pago 12.000 (520 d¨®lares) de alquiler. Yo soy antikirchnerista porque se lo robaron todo, pero Macri dijo que iba a hacer un cambio y no lo hubo. Hab¨ªa votado a Macri y ahora me arrepiento, no lo voto m¨¢s". Es posible que el dinero del Fondo de un poco de ox¨ªgeno a la econom¨ªa argentina, pero el Gobierno deber¨¢ pagar a cambio un alto costo pol¨ªtico.
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