Miami desaloja un campamento callejero de agresores sexuales
En el asentamiento malviv¨ªan en tiendas decenas de exconvictos por abusos y las autoridades lo han evacuado por motivos sanitarios
La polic¨ªa del condado de Miami-Dade ha iniciado este s¨¢bado el desalojo de un asentamiento callejero de agresores sexuales. Hac¨ªa ya cinco a?os que exist¨ªa este rinc¨®n marginal tolerado por las autoridades en el que fueron acampando condenados por delitos de abusos seg¨²n sal¨ªan de la c¨¢rcel. La severa normativa del condado de Miami-Dade proh¨ªbe a quienes cometieron esta clase de crimen vivir a menos de 600 metros de las escuelas, el doble de lo que establece la ley estatal de Florida, y este limitante, sumado al rechazo social y laboral que provocan por su tipo de antecedente penal, ha contribuido a la formaci¨®n de este ins¨®lito enclave de parias sexuales.
El jueves un juez dio permiso al condado para desmantelarlo. El Gobierno local lo considera un problema de salud p¨²blica que adem¨¢s infringe una nueva ley que ordena el arresto de los agresores sexuales que duerman en espacios p¨²blicos que sean propiedad del condado. Seg¨²n la versi¨®n oficial se pretende ayudar a estas personas a encontrar viviendas que cumplan con la prohibici¨®n de los 600 metros, aunque advierten de que ya se han hecho esfuerzos para conseguirlo y la mayor¨ªa no ha mostrado inter¨¦s. El despacho de abogados que ha tratado sin ¨¦xito de paralizar su desalojo sostiene que esta decisi¨®n solo provocar¨¢ que el campamento se mueva a otro punto de la ciudad. El magistrado en su fallo recogi¨® que viven ¡°en condiciones tan deplorables que no quisi¨¦ramos ni para nuestras mascotas¡± y llam¨® a las autoridades a ¡°corregir este serio problema social¡±.
El campamento se encuentra en medio de un pol¨ªgono industrial. En tiendas de campa?a a ambos lados de un tramo de calle encajado entre dos v¨ªas de tren, viv¨ªa hasta hoy alrededor de un centenar de vagabundos que cometieron delitos sexuales. El condado hab¨ªa instalado aseos m¨®viles y un punto de agua no potable para que pudieran lavarse.
¡°La mayor¨ªa de los que estamos aqu¨ª ya cumplimos nuestro tiempo en prisi¨®n y nos siguen molestando. ?Por qu¨¦ un asesino cuando cumple su pena lo dejan tranquilo y a nosotros no? Esto no se ve en ninguna parte del mundo¡±, protestaba ayer Ram¨®n Fonseca, de 56 a?os, que afirm¨® que lleva cinco a?os viviendo ah¨ª despu¨¦s de cumplir seis meses de c¨¢rcel por exhibicionismo ante una menor. ¡°Parec¨ªa mayor de edad¡±, dijo.
¨CNo es f¨¢cil conseguir trabajo en estas condiciones ¨Ca?adi¨®.
¨CY menos casa¡ ¨Cintervino Luis Concepci¨®n, de 76 a?os.
Fumando un cigarrillo a la entrada de su tienda, Concepci¨®n, que usa una silla de ruedas por problemas de movilidad, explic¨® que las autoridades les han ofrecido ayuda para buscar vivienda pero asegur¨® que a la hora de intentar un alquiler se topan con que nadie los acepta. ¡°Por ley tienes que informar de que eres un depredador sexual¡±, afirm¨® y mostr¨® su carn¨¦ de conducir, en el que aparece registrado su delito. Concepci¨®n llevaba tres a?os en el campamento. Dijo que cumpli¨® seis a?os de c¨¢rcel ¡°por tocar¡± a la sobrina de su exesposa y se lament¨®: ¡°Yo a¨²n me pregunto por qu¨¦ llegu¨¦ a tocar a la muchacha. En un minuto, en un minutico destru¨ª mi vida y mi familia¡±.
Otro de los sin techo, Juan Mora, de 49 a?os, respondi¨® que vive all¨ª pero no fue condenado por agresi¨®n sexual sino por ¡°tr¨¢fico de coca¨ªna¡±. En el pecho llevaba tatuada una esv¨¢stica: ¡°Yo soy la reencarnaci¨®n de Adolf Hitler¡±, dijo. El lugar, como tantos otros de la ciudad, es un foco de miseria y marginaci¨®n social.
Los habitantes del campamento aseguran que cuando salieron de la c¨¢rcel las propias autoridades les dieron la direcci¨®n de este sitio rinc¨®n sucio, sin protecci¨®n del sol e infestado de ratas donde viven como apestados. Seg¨²n ellos, la polic¨ªa ya les ha indicado un lugar deshabitado al que pueden ir traslad¨¢ndose. ¡°Toca irse a otro sitio¡±, dijo Concepci¨®n, que lleva al tobillo un localizador GPS del sistema de prisiones.
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