?Qu¨¦ hacer con lo absurdo de la candidatura de Lula?

La situaci¨®n pol¨ªtica de Brasil, a pocos meses de las elecciones presidenciales, rayar¨ªa lo absurdo si el ¨²ltimo sondeo de CNT/MDA refleja la realidad. Se tendr¨ªa, en efecto, el siguiente panorama dif¨ªcil de entender fuera de las fronteras del pa¨ªs: el popular expresidente Lula da Silva, l¨ªder indiscutible de su partido, el PT, en la c¨¢rcel e imposibilitado de disputar las elecciones, obtendr¨ªa hoy en la primera vuelta casi tantos votos como los otros cuatro candidatos con mayor consenso juntos: Bolsonaro, con el 16,7%, Marina Silva con el 7,6%, Ciro Gomes con el 5,4% y Alckmin con el 4%. Juntos tienen un 33,7% contra el 32,4% de Lula. Y eso ya despu¨¦s de un mes de estar en la c¨¢rcel y con pocas posibilidades de salir de ella.

Si fuera poco, en la segunda vuelta el expresidente ser¨ªa elegido con el doble de votos que cualquiera de sus contrincantes y con seis veces m¨¢s, un 49% contra un 8,3%, que Michel Temer, el actual presidente de la Rep¨²blica. ?Por qu¨¦ se trata, entonces de una situaci¨®n absurda? Porque Lula es un pol¨ªtico condenado por corrupci¨®n en segunda instancia a m¨¢s de 12 a?os de c¨¢rcel y, seg¨²n la ley de Ficha Limpia, est¨¢ imposibilitado de disputar las elecciones. Y es posible que antes de dichas elecciones del 7 de octubre, el expresidente vuelva a recibir una segunda condena tambi¨¦n por corrupci¨®n, mientras est¨¢ preso a¨²n por varios otros procesos.

En el mismo sondeo, en el que aparece el expresidente como vencedor indiscutible, otros datos revelan lo absurdo de la situaci¨®n. El 51% de los electores considera que la prisi¨®n de Lula "es justa" y un 40,8% cree que "no podr¨¢ disputar las elecciones". Es un pa¨ªs claramente partido en dos. No es extra?o, que ante ese panorama, el PT mantenga encendida la llama de la esperanza de poder arrancar al Supremo Tribunal Electoral alguna salida jur¨ªdica que le permita, a¨²n en la c¨¢rcel, disputar unas elecciones que ya tendr¨ªa ganadas con un amplio margen.

A ello se debe el que Lula y sus m¨¢s fieles seguidores del PT se nieguen a buscar un sustituto para disputar las elecciones e intentar as¨ª capitalizar los millones de votos que sigue teniendo. De ah¨ª que el partido haya decidido que Lula ser¨¢ candidato hasta el momento en que la justicia decida definitivamente si podr¨¢ o no disputar las elecciones.

El problema es que el juego es grave porque dicha incertidumbre podr¨ªa mantenerse a¨²n despu¨¦s de haber ganado las elecciones, que podr¨ªan ser anuladas si la Justicia decidiera al final que era inelegible. Todo ello en unas elecciones tan importantes y en un momento tan cr¨ªtico para el pa¨ªs en el que el PT podr¨ªa estar tentado, como ya han insinuado algunos de sus l¨ªderes, a impugnar el resultado de unas elecciones "sin Lula". Volver¨ªa a resonar la alarma de un nuevo golpe como lo fue el caso del impeachment de Dilma y el panorama pol¨ªtico se volver¨ªa a¨²n m¨¢s sombr¨ªo, si cabe.

Ante esa situaci¨®n, que recuerda el teatro del absurdo, ser¨ªa importante que los altos tribunales de Justicia decidieran sin esperar m¨¢s el caso Lula, de un modo o de otro, sin posibilidades de duda, si es que no se quiere seguir jugando con fuego y comprometiendo la ya grave incertidumbre y el des¨¢nimo de los electores, que amenazan, como nunca en el pasado, con el castigo del voto en blanco o nulo.

Si algo necesita en este momento un pa¨ªs de la importancia de Brasil en el continente y en el tablero mundial es claridad y celeridad judicial para que las lecciones presidenciales puedan realizarse con tranquilidad y seguridad democr¨¢tica sin que sobre ellas se cierna la grave sombra de la ilegalidad o de juegos poco limpios bajo la mesa.