Tembleque continental
La filtraci¨®n del contrato de coalici¨®n entre 5 Estrellas y la Liga Norte provoca un toque de atenci¨®n en los mercados y bloquea una agenda ambiciosa de reformas del euro
El nihilismo, escribe Turgueniev en su imponente Padres e hijos, consiste en destruir lo existente sin saber con qu¨¦ demonios sustituirlo. Los conservadores brit¨¢nicos sacaron al Reino Unido de la UE, y el ¨²nico objetivo de sus dirigentes es tratar de minimizar da?os: los tories no tienen la m¨¢s remota idea de cu¨¢l va a ser el lugar de su pa¨ªs en el mundo. Donald Trump tiene el orden liberal occidental (o lo que queda de ¨¦l) patas arriba agarrado al monocultivo del inter¨¦s nacional estadounidense: no hay absolutamente nada m¨¢s detr¨¢s de su estrategia. Y esa acepci¨®n pol¨ªtica del nihilismo ha llegado a Europa: el continente consigui¨® salvar varias pelotas de partido contra ese fen¨®meno que el establishment bautiz¨® como populismo, pero Italia le ha despertado del ensue?o. La filtraci¨®n del contrato de coalici¨®n entre Movimiento 5 Estrellas y La Liga Norte es una bomba de relojer¨ªa cargada de metralla a lo Turgueniev.
Parte de ese contrato ha acabado en la basura, pero deja ver lo que hay detr¨¢s de la cortina: el populismo italiano tiene una agenda incre¨ªblemente radical en el peor de los sentidos. Aunque no aparece en un segundo borrador,?la cl¨¢usula de salida del euro es una invitaci¨®n a que los mercados vuelvan a oler sangre. Las medidas fiscales ultraexpansivas, en un pa¨ªs con una deuda desbocada, provocar¨¢n un choque de trenes con Bruselas y de nuevo un potencial l¨ªo con los mercados. El gui?o a Rusia es una provocaci¨®n. Y el llamado comit¨¦ de reconciliaci¨®n es un ataque indisimulado al orden constitucional italiano, con la creaci¨®n de estructuras paralelas de Gobierno que recuerdan el modus operandi del fascismo o el comunismo. La democracia liberal se cae a pedazos en todo el mundo, pero lo de Italia es excesivo.
¡°Os bajaremos los sueldos, os quitaremos los derechos, nos llevaremos la pasta y adem¨¢s nos votar¨¦is¡±, dec¨ªa all¨¢ por 2010 ese Turgueniev de la vi?eta que es El Roto. Italia es el ejemplo europeo de que eso se acaba, aunque ojo con la alternativa. Malas noticias para Europa: Berl¨ªn tiene la excusa perfecta para no reforzar el euro, con el argumento irrefutable de que no hay quien se f¨ªe de los italianos. Malas noticias para Italia, en manos de una clase pol¨ªtica que se est¨¢ jugando la estabilidad del pa¨ªs. Y malas noticias para Espa?a por riesgo de contagio. Tonter¨ªas, las justas: la prima de riesgo italiana supera ya la portuguesa.
Y a la vez la extra?a belleza de las contradicciones. Porque el m¨¦rito de esa exc¨¦ntrica bater¨ªa de medidas radica en que Italia acaba de decirle al mundo que el rey est¨¢ desnudo. La renta per c¨¢pita no crece desde la creaci¨®n del euro: 20 a?os de eras de radiantes colores que no acaban de llegar. La moneda ¨²nica ha sido una camisa de fuerza, y no solo m¨¢s all¨¢ de los Apeninos. Es evidente que los italianos han puesto poco de su parte, pero es imposible que toda la culpa sea suya y solo suya. Italia dice basta: o la Europa alemana empieza a moverse o este cap¨ªtulo ser¨¢ el principio de la chifladura pol¨ªtica que consiste en destruir lo existente sin saber c¨®mo sustituirlo. Ay, si Turgueniev levantara la cabeza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.