No versus S¨ª (El Tunal, Bogot¨¢)
Lo ¨²nico claro en la pol¨ªtica es que los partidos borrosos son incapaces de ver el coraz¨®n de los electores
Por qu¨¦ estamos tan cansados de esta campa?a presidencial que ¨Cvi¨¦ndola por el lado bueno¨C est¨¢ a punto de terminar: porque empez¨® hace veinti¨²n meses, en agosto del retorcido 2016, cuando al Gobierno ¨Cen el pico de su impopularidad¨C le pareci¨® una buena idea convocar a un plebiscito sobre el acuerdo de paz. Colombia pas¨® de ser una naci¨®n conservadora a ser un pacto de sangre de la derecha por culpa de la violencia de los narcos, los paramilitares y las FARC contra el pueblo que juraban reivindicar. Pero la oposici¨®n virulenta a los di¨¢logos con la guerrilla, una antolog¨ªa de viejas glorias de la pol¨ªtica colombiana encabezadas por el expresidente Uribe, fue la primera sorprendida ante la victoria del ¡°no¡± aquel domingo 2 de octubre de aquel a?o bisiesto. Sin embargo, pronto, muy pronto, supo aprovechar la situaci¨®n.
En una fotograf¨ªa tomada el mi¨¦rcoles siguiente, en un patio imperturbable de la Casa de Nari?o, puede verse a lado y lado del expresidente Uribe ¨Cque dice ¡°queremos una paz sin impunidad¡±¨C a la f¨®rmula que hoy puntea todas las encuestas: al aspirante a presidente Iv¨¢n Duque y a la aspirante a vicepresidente Marta Luc¨ªa Ram¨ªrez.
En una fotograf¨ªa tomada en la noche del mismo d¨ªa, en la corajuda Plaza de Bol¨ªvar de Bogot¨¢, puede verse una gigantesca y colorida y urgente marcha por la paz en riesgo: ¡°?No m¨¢s ni?os sin piernas!¡±, ¡°?no m¨¢s guerra!¡±.
Corte a: ¡°Breve historia de esta campa?a presidencial¡± o ¡°Top diez del delirio de las elecciones de 2018¡±:
Primero: el exvicepresidente Vargas Lleras, el hombre que iba a ser presidente pero teme a ser asociado con el Gobierno que perdi¨® el plebiscito, le da un coscorr¨®n a uno de sus guardaespaldas ante la c¨¢mara de qui¨¦n sabe qui¨¦n. Segundo: aparece en Monter¨ªa una valla con el lema desolador ¡°yo voto por el que diga Uribe¡± cuando Fajardo encabeza las encuestas. Tercero: Duque es elegido candidato del uribismo luego de una suerte de reality en el que suceden frases c¨¦lebres como ¡°si Uribe fuera mujer¡¡± o ¡°cu¨¢nto calza Uribe¡¡±. Cuarto: el exnegociador de paz De la Calle, el hombre que merec¨ªa ser presidente, termina atrapado en el traicionero Partido Liberal. Quinto: De la Calle y Fajardo fracasan, como les corresponde a los centristas, en el intento de ir unidos a las votaciones del 27 de mayo. Sexto: las FARC se retiran de las elecciones presidenciales tres d¨ªas antes de naufragar estrepitosamente en las elecciones legislativas. S¨¦ptimo: Petro gana la consulta de la izquierda con 2.849.331 votos, pero Duque gana la consulta de la derecha con 4.038.101 votos. Octavo: Petro, que en la enajenaci¨®n b¨ªblica de su campa?a llega a comparar a su pueblo con el pueblo elegido liderado por Mois¨¦s, consigue llenar la Plaza de Bol¨ªvar: Petro es el titular. Noveno: Duque, que en la demencia senil de su campa?a alcanza a anunciar que Colombia abrir¨¢ una embajada en Jerusal¨¦n, cierra sus manifestaciones en el parque de El Tunal en Bogot¨¢: Duque es la noticia.
D¨¦cimo: tres d¨ªas antes de las elecciones, Duque lidera las cinco principales encuestas con el 36%, y Petro, que ya habla de fraude, lo sigue con el 26%, pero, como Fajardo y Vargas Lleras han crecido en los sondeos, no se puede dar por sentado a¨²n cu¨¢l candidato a favor de los acuerdos de paz le disputar¨¢ la segunda vuelta al ¨²nico candidato del ¡°no¡±.
E igual suena definido, ?no?, suena a final entre pa¨ªses irreconciliables, suena a ¡°s¨ª¡± desperdigado contra ¡°no¡± consolidado, suena perdido. Y, no obstante, lo ¨²nico que ha sido claro en la pol¨ªtica del mundo entero desde el imp¨ªo 2016 es que los Gobiernos cansinos, los partidos borrosos, los sondeos fr¨¢giles y los videntes de revista ¨Cque todos leen la mente¨C son incapaces de ver el coraz¨®n de los electores.
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