En el epicentro de la Irlanda m¨¢s cat¨®lica
La Irlanda rural, basti¨®n del rechazo a la legalizaci¨®n del aborto que se vota este viernes en refer¨¦ndum, asiste envejecida a la p¨¦rdida de influencia de la Iglesia
La misa de las 10.00 de la ma?ana, la ¨²ltima antes del refer¨¦ndum sobre el aborto, est¨¢ a punto de comenzar en Roscommon, apacible pueblo del oeste de Irlanda. Casi un centenar de feligreses, apenas media docena de los cuales cumplir¨¢ todav¨ªa los 70 a?os, ocupa las bancadas de la imponente iglesia neog¨®tica del Sagrado Coraz¨®n, un templo en el que cabr¨ªan, apretujados, al menos la mitad de los 6.500 habitantes del pueblo. Una vez comulgados, el cura despide a los fieles con una advertencia: ¡°Cuando vot¨¦is ma?ana, hacedlo en conciencia. Jes¨²s espera de vosotros que hag¨¢is lo correcto, y sab¨¦is qu¨¦ es lo correcto. Si no lo sab¨¦is, leed la Biblia y os lo dir¨¢¡±.
Los feligreses parecen tener claro qu¨¦ es lo que Jes¨²s espera que voten. ¡°Los valores morales han desaparecido en estos tiempos. El otro d¨ªa, en la tele, hablaron de una mujer que hab¨ªa abortado para poder irse de vacaciones¡±, asegura Martin, que exhibe una chapa por el no en su camisa. ¡°Rezo para que gane el no, pero tengo entendido que muchos j¨®venes votar¨¢n por el s¨ª¡±, apunta Marjory.
Roscommon fue el condado que m¨¢s apoy¨®, en la consulta de 1983, la enmienda a la Constituci¨®n que proh¨ªbe el aborto. La misma que hoy, de nuevo en refer¨¦ndum, los irlandeses pueden sustituir por otra que permitir¨ªa el aborto sin restricciones en las 12 primeras semanas de gestaci¨®n y, hasta los seis meses, por prescripci¨®n m¨¦dica en determinados casos extremos. La localidad, que cuenta con la poblaci¨®n m¨¢s envejecida de la isla, se hizo definitivamente con el t¨ªtulo oficioso de El Rinc¨®n M¨¢s Reaccionario de Irlanda al convertirse en la ¨²nica circunscripci¨®n del pa¨ªs en la que gan¨® el no en el refer¨¦ndum sobre el matrimonio igualitario en 2015.
¡°Todo el mundo habl¨® de ello, pero el no gan¨® por un margen muy escaso. De hecho, si mira las circunscripciones que nos rodean, ver¨¢ que la diferencia no es tan grande¡±, advierte Eugene Murphy, el diputado que representa a Roscommon en el Parlamento irland¨¦s. Murphy, del partido opositor Fianna F¨¢il, votar¨¢ no porque considera que la propuesta ¡°va demasiado lejos¡±.
Tras el refer¨¦ndum de 2015, Roscommon fue v¨ªctima de una breve pero intensa campa?a de acoso en redes sociales. ¡°Fue muy injusto y desafortunado, somos uno de los lugares m¨¢s acogedores de Irlanda¡±, lamenta Murphy. ¡°Aunque s¨ª somos una circunscripci¨®n peculiar¡±, admite.
Las peculiaridades de Roscommon sintetizan las de la Irlanda rural, tan diferente de la burbuja cosmopolita de la capital. ¡°Representa a esa Irlanda conservadora y cat¨®lica que desaparece¡±, explica Paul Healy, director del peri¨®dico local Roscommon People. ¡°Aqu¨ª no hay mucho trabajo, y la mayor¨ªa de los j¨®venes se va. La crisis econ¨®mica golpe¨® fuerte. Muchos negocios cerraron y casi todos los que acababan el colegio emigraban. El oeste de Irlanda ha sido hist¨®ricamente muy subdesarrollado. Hay infraestructuras muy pobres, pocos trenes y la peor banda ancha de Internet del pa¨ªs. Hasta principios de los noventa est¨¢bamos bajo el control de la Iglesia. Y para las personas mayores es dif¨ªcil hacer esa traves¨ªa mental en un tema como el aborto¡±.
Damian Loscher, de la empresa de sondeos Ipsos en Irlanda, lo expone sin tapujos: ¡°En estos asuntos la gente no cambia de opini¨®n, sencillamente se muere¡±. ¡°Son cuestiones muy emocionales. Si creen que la homosexualidad es el mal, no cambian de opini¨®n: se mueren y son remplazados por otra generaci¨®n¡±, defiende. ¡°Irlanda ha vivido un cambio generacional. En 30 a?os la poblaci¨®n de cat¨®licos practicantes ha pasado de dos tercios a un tercio del total. Irlanda es cada vez menos cat¨®lica. En una generaci¨®n m¨¢s, ser¨¢ un lugar muy diferente¡±.
Los esc¨¢ndalos de abusos en la Iglesia golpearon m¨¢s fuerte en Irlanda, porque la Iglesia era m¨¢s importante socialmente que en otros pa¨ªses. As¨ª lo cree Ben Ryan, del think tank brit¨¢nico Theos, que promueve el debate sobre el papel de la religi¨®n en la sociedad. ¡°Pero, al margen de los esc¨¢ndalos, Irlanda ha experimentado un cambio en t¨¦rminos de religiosidad¡±, asegura. ¡°Adem¨¢s, los n¨²meros de ordenaci¨®n de sacerdotes han ca¨ªdo fuertemente y los curas son muy mayores. En una Iglesia que depende tanto de sus cl¨¦rigos, eso alimenta una tormenta perfecta de p¨¦rdida de influencia. En el aborto se enfrentan dos posturas irreconciliables. Y la Iglesia no ha logrado que el debate se produzca en sus t¨¦rminos¡±.
Que Roscommon sea conservador y cat¨®lico no significa que sus vecinas no aborten. Entre 2012 y 2016, seg¨²n datos del Gobierno brit¨¢nico, 127 mujeres abortaron en Reino Unido registr¨¢ndose en las cl¨ªnicas con un domicilio del condado de Roscommon. Sarah, que prefiere no dar su apellido, conoce esa realidad, ya que muchas mujeres acuden a pedir asesoramiento al centro comunitario que dirige. Ella votar¨¢ s¨ª. Su hija mayor, de 17 a?os, va a una escuela cat¨®lica con una chapa del s¨ª. ¡°Algunos compa?eros de clase se han metido con ella¡±, asegura Sarah. ¡°Supongo que cuando acabe el colegio se ir¨¢ de aqu¨ª, como todos. Espero que gane el s¨ª. Pero, sobre todo, estar¨¦ contenta cuando todo esto termine. Ha sido un debate demasiado divisorio y complicado¡±.
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