La gran victoria del ¡®s¨ª¡¯ en la consulta del aborto reafirma a la nueva Irlanda
El 66% de los irlandeses vota a favor de reformar la Constituci¨®n para permitir la interrupci¨®n del embarazo
Irlanda rompi¨® con su pasado, culmin¨® su modernizaci¨®n social y mand¨® un poderoso mensaje al mundo al aprobar, por un contundente 66,4%, la legalizaci¨®n del aborto. El hist¨®rico resultado del refer¨¦ndum, nuevo hito en una corriente feminista global e imparable, se celebr¨® en Dubl¨ªn por una generaci¨®n joven y cosmopolita que toma las riendas del ¨²ltimo basti¨®n del conservadurismo cat¨®lico. El s¨ª gan¨® en el campo y en la ciudad, entre hombres y mujeres. El ¨²ltimo tab¨² ha ca¨ªdo en un pa¨ªs que, tras aprobar el matrimonio igualitario hace tres a?os, rechaza definitivamente la injerencia de la Iglesia.
La contundencia del resultado, 66,4% frente a 33,6%, supone una hist¨®rica victoria de la Irlanda joven y cosmopolita. La victoria representa un nuevo avance para el feminismo global, cuyos millones de ojos estaban puestos desde hace d¨ªas en este pa¨ªs de apenas 4,7 millones de habitantes, en busca de m¨¢s inercia para una ola que se antoja imparable. Y entra?a, por ¨²ltimo, una aparatosa derrota de las poderosas fuerzas ultraconservadoras globales, que hab¨ªan volcado sus recursos en defender el ¨²ltimo fort¨ªn del catolicismo m¨¢s reaccionario.
A las tres de la tarde del s¨¢bado, la nueva Irlanda se congregaba ante el castillo de Dubl¨ªn, donde ten¨ªa lugar un recuento de los votos que iba constatando la aplastante victoria anticipada la v¨ªspera por los sondeos a pie de urna. Los abrazos y las l¨¢grimas de emoci¨®n revelaban que ya nada iba a detener un momento que en todos los corros se calificaba de ¡°hist¨®rico¡±. Prominentes figuras de la campa?a del no ya hab¨ªan reconocido su derrota.
Pasadas las seis de la tarde, terminaba el recuento y revelaba que dos de cada tres votantes hab¨ªan optado por legalizar el aborto. La participaci¨®n fue la m¨¢s alta de los 21 plebiscitos que se han celebrado en el pa¨ªs desde que en 1996 los irlandeses votaron por la legalizaci¨®n del divorcio. Irlanda, donde un 78% de los ciudadanos se define como cat¨®lico, rechaz¨® simb¨®licamente la intromisi¨®n de la Iglesia en los asuntos sociales, meses antes de que el papa Francisco viaje al pa¨ªs, en la primera visita papal desde 1979.
¡°Somos un pa¨ªs decente y compasivo que se preocupa por sus ciudadanos. Este es el momento de la constataci¨®n definitiva del cambio en Irlanda¡±, dec¨ªa el diputado David Norris, de 72 a?os, el primer cargo electo abiertamente gay del pa¨ªs, que pasar¨¢ a la historia como el hombre que logr¨® la descriminalizaci¨®n de la homosexualidad en Irlanda en 1988.
El primer ministro, Leo Varadkar, lleg¨® al castillo de Dubl¨ªn junto a Simon Harris, ministro de Sanidad y uno de los h¨¦roes de la batalla por la despenalizaci¨®n del aborto. Fueron recibidos con v¨ªtores. Harris anunci¨® que el mismo martes pedir¨¢ formalmente al Gobierno que apruebe su borrador de nueva normativa del aborto, para que se convierta en proyecto de ley y pueda iniciar su tramitaci¨®n parlamentaria. El l¨ªder del Fianna F¨¢il, principal partido de la oposici¨®n, garantiz¨® que los diputados de su formaci¨®n que apoyaron el no en la campa?a, 32 de 44, ¡°no se interpondr¨¢n en el camino de la voluntad del pueblo irland¨¦s¡±. El primer ministro dijo confiar en que la nueva legislaci¨®n est¨¦ aprobada antes de final de a?o.
La victoria del s¨ª supone la derogaci¨®n de la Octava Enmienda, a?adida en la Constituci¨®n de la Rep¨²blica de Irlanda tras un refer¨¦ndum en 1983, que equipara el derecho a la vida de una mujer embarazada con el de su feto. Esa es la base de una prohibici¨®n casi total del aborto, incluso en casos de violaci¨®n, incesto, anomal¨ªa fetal o riesgo para la salud de la madre.
El restrictivo r¨¦gimen legal produjo una exportaci¨®n del problema, como denunci¨® la campa?a del s¨ª, a costa del sufrimiento de las mujeres: cada a?o, cerca de 3.500 mujeres viajan al extranjero a abortar y 2.000 m¨¢s adquieren ilegalmente p¨ªldoras abortivas en Internet, arriesg¨¢ndose a penas de c¨¢rcel.
La propuesta del Gobierno, que tramitar¨¢ ahora el Parlamento, contempla el aborto legal en las primeras 12 semanas de gestaci¨®n sin tener que justificar su decisi¨®n. Despu¨¦s, hasta las 24 semanas, las mujeres estar¨ªan autorizadas a abortar si su vida o su salud estuvieran en riesgo o si el feto no pudiera sobrevivir fuera del cuerpo de la madre. La campa?a del no defendi¨® que la propuesta del Gobierno va demasiado lejos y oculta un ¡°aborto a demanda¡±, pero lo cierto es que el texto equiparar¨ªa la normativa irlandesa con las de los principales pa¨ªses europeos.
¡°Lo siento. Espero que esto absuelva la culpa de mi pa¨ªs¡±. El mensaje, escrito en una postal de la campa?a del s¨ª por Triona Barrow, de 25 a?os, iba dirigido a Savita Halappanavar, fallecida en 2012 de una septicemia, despu¨¦s de que se le negara la interrupci¨®n de un embarazo que acabar¨ªa caus¨¢ndole la muerte. Su caso fue el detonante para que muchas j¨®venes decidieran sacar a la calle una rabia que hasta entonces las consum¨ªa por dentro. El rostro de Savita, pintado en un mural del centro de Dubl¨ªn, amaneci¨® este s¨¢bado cubierto de flores y mensajes.
Confiada en que el recuento confirmar¨ªa la aplastante victoria, como har¨ªa horas despu¨¦s, Triona llev¨® su mensaje a Savita con un ramo de flores a primera hora de la ma?ana. ¡°Estamos ante una Irlanda nueva¡±, dec¨ªa, cubierta de l¨¢grimas de emoci¨®n. ¡°Esto quiere decir que la sociedad por fin se f¨ªa de las mujeres. Lo siento, no puedo parar de llorar, creo que estar¨¦ as¨ª todo el d¨ªa¡±, advert¨ªa.
Triona hab¨ªa votado en Roscommon, el pueblo donde naci¨®, en el ¨²nico condado que vot¨® no al matrimonio igualitario en 2015, convertido en s¨ªmbolo de la Irlanda rural y reaccionaria. El s¨¢bado, hasta en Roscommon gan¨® el s¨ª (57%). Las l¨ªneas que separaban la Irlanda cosmopolita de la conservadora y cat¨®lica se difuminaron. En la Irlanda rural gan¨® el s¨ª. Solo en una circunscripci¨®n, la de Donagal, se impuso el no, y lo hizo por solo un 51,87%.
Emoci¨®n y j¨²bilo
Gan¨® el s¨ª entre las mujeres y entre los hombres. Gan¨® en todos los grupos de edad, excepto entre los mayores de 65 a?os. La incorporaci¨®n al censo electoral de miles de j¨®venes que no pudieron votar hace tres a?os es uno de los factores que explican los casi cuatro puntos m¨¢s que cosech¨® el s¨ª en este refer¨¦ndum respecto al del matrimonio igualitario de 2015. La barrera de la edad es la ¨²nica que qued¨® un poco en pie el s¨¢bado en Irlanda, y es una barrera que inexorablemente cae con el tiempo.
El viernes por la noche la emoci¨®n por la victoria apenas se disimulaba en el Pantibar, templo de la noche gay dublinesa, donde la bandera del arco iris ondeaba sobre dos enormes murales por el s¨ª. Al borde de la medianoche, el dj par¨® la m¨²sica y conect¨® con la televisi¨®n p¨²blica para que el p¨²blico escuchara los resultados del segundo sondeo a pie de urna: el s¨ª ganaba por goleada. Los fieles irrump¨ªan en un jubiloso estruendo, antes de bailar desatados al ritmo ir¨®nico de Las chicas solo quieren divertirse, de Cindy Laupper, y Fe, de George Michael. ¡°Esto es enorme¡±, opinaba Maureen Ryan, de 26 a?os, con los pies doloridos tras las duras jornadas de campa?a. ¡°Es una Irlanda nueva, moderna y compasiva. La lucha no ha terminado, a¨²n hay conquistas pendientes, pero es un inmenso paso adelante¡±.
Presi¨®n para el norte
El hist¨®rico voto por la legalizaci¨®n del aborto en la Rep¨²blica de Irlanda redobla la presi¨®n sobre Irlanda del Norte, la naci¨®n brit¨¢nica con la que comparte isla. Irlanda del Norte mantiene un extremadamente estricto r¨¦gimen del aborto, que no est¨¢ permitido ni siquiera en casos de violaci¨®n, incesto o anomal¨ªa fatal del feto. La secretaria de Estado brit¨¢nica de Mujer e Igualdad, Penny Mordaunt, dijo el s¨¢bado que la contundente victoria del s¨ª al sur de la frontera trae ¡°esperanza¡± a Irlanda del Norte.
La legalizaci¨®n el aborto en la Rep¨²blica de Irlanda facilitar¨¢ el tr¨¢mite a las norirlandesas condenadas a viajar para abortar, que podr¨¢n hacerlo en un futuro pr¨®ximo por carretera. En 2016, m¨¢s de 700 mujeres norirlandesas cruzaron el mar de Irlanda para terminar sus embarazos en Inglaterra.
Promover un cambio en la legislaci¨®n del aborto en Irlanda del Norte es un asunto delicado, en la medida en que el mayoritario Partido Unionista Democr¨¢tico (DUP), extremadamente conservador en cuestiones sociales, es el sustento del Gobierno de Theresa May, desde que la primera ministra brit¨¢nica perdi¨® la mayor¨ªa absoluta en las elecciones del a?o pasado. Figuras de los principales partidos brit¨¢nicos se pronunciaron el s¨¢bado a favor de una reconsideraci¨®n de la estricta normativa.
Pero el DUP dej¨® claro que revisarla no entra en sus planes. Irlanda del Norte ¡°no debe ser presionada a aceptar un aborto a demanda¡±, dijo Ian Paisley, diputado del DUP en Westminster e hijo del fundador del partido.
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