Informes diplom¨¢ticos de EE UU asociaron a Uribe con el narco en los noventa
Los documentos, conocidos a dos d¨ªas de las elecciones, describen supuestos contactos con el cartel de Medell¨ªn. El expresidente niega esa informaci¨®n
?lvaro Uribe, probablemente el pol¨ªtico colombiano m¨¢s popular de las ¨²ltimas d¨¦cadas, estuvo a principios de los noventa bajo la lupa de la diplomacia de Estados Unidos por presuntos v¨ªnculos con el narcotr¨¢fico. Nueve documentos emitidos entre 1988 y 1995, hoy desclasificados, atribuyen al expresidente, que en ese momento era senador del Partido Liberal, contactos con el cartel de Medell¨ªn, encabezado por Pablo Escobar, y unos nexos familiares con los hermanos Ochoa, de la misma organizaci¨®n criminal, que seg¨²n la informaci¨®n enviada al Departamento de Estado hab¨ªan ¡°financiado¡± sus campa?as. Uribe neg¨® lo que le atribuyeron los testimonios recogidos por los diplom¨¢ticos. "Nunca he recibido dinero para mis campa?as. He pedido que se le entregue a gerentes que han sido personas totalmente honorables", manifest¨® en un v¨ªdeo difundido en sus redes sociales.
Estos informes se conocieron este viernes, cuando faltan menos de dos d¨ªas para que los colombianos acudan a las urnas para elegir al sucesor de Juan Manuel Santos. El pasado 11 de marzo, Uribe fue reelegido senador por el Centro Democr¨¢tico, el partido conservador que fund¨® en 2013. El exmandatario ha estado muy presente en la campa?a electoral, acompa?ando a su candidato, Iv¨¢n Duque, quien encabeza la intenci¨®n de voto. EL PA?S ha consultado los cables, que fueron adelantados por The New York Times despu¨¦s de que el? National Security Archive, una entidad sin ¨¢nimo de lucro de la Universidad George Washington, pidiera su desclasificaci¨®n.
Un cable de siete p¨¢ginas fechado el 22 de febrero de 1993 hace referencia a un almuerzo celebrado el 3 de febrero con otro senador liberal, Luis Guillermo V¨¦lez Trujillo. Este cont¨® a diplom¨¢ticos estadounidenses que Uribe ¡°inici¨® el contacto con la madre de Escobar¡±. Seg¨²n su testimonio, el narcotraficante, que muri¨® en diciembre de ese mismo a?o, ¡°estaba pidiendo, a trav¨¦s de los Ochoa, que Uribe devolviera los favores intentando abrir un canal de comunicaci¨®n con [C¨¦sar] Gaviria¡±, presidente de Colombia. Escobar, que entonces estaba en la c¨¢rcel, buscaba una negociaci¨®n directa con el Gobierno. El documento se?ala tambi¨¦n que al d¨ªa siguiente, en otra reuni¨®n, el dirigente liberal Alejandro Gonz¨¢lez a?adi¨® que ¡°Uribe tem¨ªa por su vida¡± porque no hab¨ªa podido satisfacer esa exigencia.
La Embajada de Estados Unidos en Bogot¨¢ comunic¨® tambi¨¦n, el 24 de enero de 1992, es decir, unos siete meses despu¨¦s de que Escobar se entregara a las autoridades en busca de un acuerdo, una relaci¨®n de pol¨ªticos con v¨ªnculos con el narco. Los diplom¨¢ticos dividieron la lista en dos categor¨ªas. La primera conten¨ªa pol¨ªticos ¡°con historias s¨®lidas de implicaci¨®n en el comercio de drogas o en su apoyo¡±. La segunda inclu¨ªa representantes p¨²blicos sobre los que circulaban declaraciones contradictorias. ¡°La ¨²nica transgresi¨®n de Uribe¡±, se?ala ese texto, es pertenecer a una familia que hizo negocios con narcotraficantes. No obstante, los documentos reiteran en algunos puntos las sospechas que giran en torno a ¨¦l, que fue descrito como ¡°joven estrella en la escena pol¨ªtica colombiana¡±.
La figura de Uribe, que despierta en la sociedad sentimientos de entrega absoluta y de rechazo sin matices, era en esa ¨¦poca para le Embajada estadounidense un misterio. ¡°Ha demostrado ser un enigma¡±, escriben los diplom¨¢ticos. ¡°Su familia est¨¢ ligada a los narcos ¨Ces primo de los Ochoa-, adem¨¢s de los rumores procedentes de contactos fiables le manchan, pero sus declaraciones pasadas en contra de los traficantes y sus vigorosas protestas ante la Embajada dicen otra cosa¡±.
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