Propaganda, pobreza y promesas: La batalla de Oaxaca
As¨ª se viven las elecciones en uno de los Estados m¨¢s fascinantes, econ¨®micamente castigados y pol¨ªticamente complejos de M¨¦xico
Oaxaca est¨¢ tomada por las elecciones. Doce partidos se disputan casi tres millones de votos y todo del Estado est¨¢ tapizado de propaganda.?Un vendedor de discos piratas recibe un "atento recordatorio" de su sindicato para cobijar a un candidato que no conoce. Minutos m¨¢s tarde, una jubilada est¨¢ desesperada. No puede m¨¢s con las oligarqu¨ªas ni con las promesas de los "pol¨ªticos de siempre", pero no sabe por qui¨¦n votar. Y en la plaza principal acampan desde hace cuatro d¨ªas decenas de miles de manifestantes. No se van a ir hasta que el Gobierno responda a sus demandas.
Quien crea que aqu¨ª la elecci¨®n est¨¢ tranquila se equivoca. O no ha venido en las ¨²ltimas semanas. Cuatro puntos de la dif¨ªcil geograf¨ªa oaxaque?a dan cuenta de que el pulso electoral se vive intensamente en uno de los Estados m¨¢s fascinantes, econ¨®micamente castigados y pol¨ªticamente complejos de M¨¦xico. La cuenta regresiva ya ha comenzado: queda menos de un mes para elegir al presidente y a m¨¢s de 18.000 cargos p¨²blicos, alrededor de 200 solo en Oaxaca.
Oaxaca - ¡°Aqu¨ª es la dinast¨ªa de los mismos de siempre¡±
"Mis hijos estudiaron la universidad y todav¨ªa no consiguen trabajo, ?c¨®mo cree que me siento al ver que le regalan un lugar en el Senado a un junior que nunca ha pisado Oaxaca?", reclama sin miramientos Claudia Silva, una jubilada de 60 a?os. "Siempre son los mismos problemas y siempre son las mismas familias en el poder, nom¨¢s f¨ªjese en los apellidos", dice agitada, casi molesta, mientras acomoda la ropa que vende en el mercado 20 de Noviembre, el m¨¢s famoso de la capital del Estado.
El dardo que lanza Silva est¨¢ dirigido a Ra¨²l Bola?os Cacho Cu¨¦, descendiente de dos generaciones que ocuparon diputaciones y senadur¨ªas federales. Bola?os Cacho pertenece al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que domin¨® Oaxaca por m¨¢s de 80 a?os y regres¨® al poder en 2016 despu¨¦s de una interrupci¨®n de seis a?os.?El actual gobernador, Alejandro Murat, hered¨® su influencia pol¨ªtica de su padre, el pol¨¦mico Jos¨¦ Murat, que gobern¨® entre 1998 y 2004.
Bola?os Cacho ha recibido cr¨ªticas por compartir en abril pasado un v¨ªdeo en el que aparece en un lujoso rancho con un caballo pura sangre y perros de raza fina. Siete de cada 10 oaxaque?os son pobres, casi tres millones de personas, seg¨²n datos oficiales. "Hoy a los 29 a?os la vida me dio una oportunidad de regresar a Oaxaca un poquito de lo mucho que me ha dado", dice en su spot el candidato priista. "Aqu¨ª es la dinast¨ªa de los mismos de siempre", insiste Silva y dice: "Votar¨¦ por el menos peor".
"Todo mundo habla de Andr¨¦s Manuel [L¨®pez Obrador], pero creo que voy a votar por el PRI, 'les ha llovido' tanto que ya van a tener que repartir cosas, no les queda de otra", dice un vendedor de discos piratas a las afueras del mercado que pide omitir su nombre. Su sindicato, adem¨¢s, normalmente apoya a los priistas. "Se cita a todos los agremiados a un evento pol¨ªtico (¡) asistir dos personas por puesto", dicen las instrucciones de un citatorio que acaba de recibir. "Ni modo, as¨ª es la cosa en Oaxaca, si no est¨¢s con un grupo, nadie te hace caso", cuenta resignado.
Los menos contrariados por las elecciones son dos polleros que despachan desde sus locales. Un d¨ªa antes hubo un tiroteo entre dos sindicatos de transportistas. No hubo heridos, pero les preocupa perder clientes porque despu¨¦s de eso la gente ya no quiso salir a la calle. Jos¨¦ Luis trae un delantal de uno de los candidatos de Juntos Haremos Historia, la coalici¨®n de L¨®pez Obrador. Juan, uno en apoyo a Jos¨¦ Antonio Meade, de Todos por M¨¦xico. "No significa nada, esto es desechable, como los pa?ales de los ni?os", dice Juan antes de salir a entregar un pedido.
Tlacolula - La revoluci¨®n se hace con faldas y rebozos
Un grupo de mujeres oaxaque?as quiere iniciar su propia revoluci¨®n. Se han reunido a un costado de una iglesia en Tlacolula, a 30 kil¨®metros de la capital del Estado. Est¨¢n armadas con globos verdes y rosas, y uno de sus batallones est¨¢ uniformado con vestidos t¨ªpicos, mandiles y rebozos. Son el Partido de Mujeres Revolucionarias (PMR). "Somos un movimiento que busca espacios para las mujeres y solo con una revoluci¨®n de consciencias se puede lograr esto", afirma Guadalupe D¨ªaz Pantoja, la fundadora.
"Lupita siempre ha mostrado valent¨ªa, distrito de Tlacolula ella es tu amiga, ?qui¨¦n dijo que las mujeres no pod¨ªan?", dice un corrido que se repite una y otra vez en los altavoces del templete y que est¨¢ dedicado a la fundadora del partido. La canci¨®n original narra la historia de Melissa Calder¨®n La China, una supuesta narcotraficante del C¨¢rtel de Sinaloa.
Los detractores del PMR, que obtuvo su registro en marzo pasado y contiende por primera vez en una elecci¨®n, han acusado a D¨ªaz Pantoja de querer formar un "narcopartido". Su t¨ªo Pedro D¨ªaz Parada fue sentenciado hace tres meses a 15 a?os por delitos contra la salud. "Es mi familiar, nunca lo he negado, pero yo no tengo nada que ver con ¨¦l", afirma en entrevista. "Eso viene desde la intolerancia y el machismo, de decir ¡®esta mujer c¨®mo se atreve a salir al escenario pol¨ªtico", defiende.
"Formar un partido nuevo en Oaxaca es siempre nadar contracorriente", admite. El partido recibi¨® tres millones de pesos (150.000 d¨®lares) de presupuesto, en algunos casos 10 veces menos que los partidos nacionales en el Estado. D¨ªaz Pantoja milit¨® en el PRI, pero duda entre apoyar a Meade, a Ricardo Anaya y a L¨®pez Obrador. Sus ojos est¨¢n puestos en el PMR y en cumplir la meta de conseguir por lo menos 52.000 votos y cinco diputaciones en el Congreso local.
Juchit¨¢n - La est¨¦tica que se convirti¨® en casa de campa?a
Algunas clientas de Felina Santiago no lo entendieron. Las secadoras de pelo y los esmaltes de u?as se esfumaron de un d¨ªa para otro y su est¨¦tica de confianza se convirti¨® de pronto en un cuartel de operaciones pol¨ªticas. "El negocio est¨¢ en un lugar c¨¦ntrico y estrat¨¦gico, por eso decidimos desmantelarlo y poner aqu¨ª la casa de campa?a", explica Santiago, que busca una diputaci¨®n local por el Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica. "Quieren que yo las atienda, pero tendr¨¢n que esperar un poco".
Felina, como todos la conocen en Juchit¨¢n, no ten¨ªa planeado entrado entrar en la pol¨ªtica, pero se le atraves¨® un terremoto. Juchit¨¢n fue arrasado por el temblor del pasado 7 de septiembre, el de mayor magnitud en casi un siglo en M¨¦xico, y el rastro de la devastaci¨®n sigue presente. Las monta?as de grava, arena y escombros son parte del paisaje urbano desde hace nueve meses. "Me qued¨¦ sin casa y hoy estamos viviendo con familiares todav¨ªa", cuenta: "Nuestra prioridad es llegar al Congreso local para conseguir recursos para la reconstrucci¨®n".
Felina busca el voto de puerta en puerta bajo un sol fulminante con M¨ªstica S¨¢nchez, una aguerrida comerciante ambulante que es su suplente. Ambas son activistas muxes. "Somos personas que nacimos biol¨®gicamente hombres, pero que nos sentimos gen¨¦ricamente mujeres, tiene que ver con un tema cultural, con nuestra forma de vida", explica Santiago. Los muxes no necesitan salir de ning¨²n armario, han pertenecido a la sociedad zapoteca desde hace siglos. "Todav¨ªa existe gente cerrada, pero la mayor¨ªa de las personas que son 100% zapotecas conviven con los muxes como lo hacen con un hombre o una mujer, es normal", explica Santiago.
La pol¨¦mica estall¨® en Oaxaca en estas elecciones cuando se dio a conocer que 17 candidaturas hab¨ªan intentado burlar la ley de paridad de g¨¦nero al postular a hombres cisg¨¦nero, casados y con hijos, como mujeres trans y gays. Grupos feministas y muxes?denunciaron la trampa y las candidaturas fueron suspendidas. "Sent¨ª indignaci¨®n, no es posible, ?c¨®mo vas a votar por alguien que violenta la ley?", cuestiona Felina, pese a que 12 de las 17 candidaturas impugnadas eran de la coalici¨®n Por Oaxaca al Frente, formada por el PRD, Movimiento Ciudadano y el conservador Partido Acci¨®n Nacional (PAN). "Nosotros nos alineamos con quien nos diga el partido", explica la panista Christina Pineda sobre el hecho de que un partido de derechas postule a una transg¨¦nero.
M¨ªstica y Felina se ponen faldas largas, grandes pendientes y piden el voto en espa?ol y en zapoteco. Una camioneta roja recorre Juchit¨¢n con m¨²sica de Luis Miguel a todo volumen. "Cuando gobierna el sol en tu distrito¡". No es Cuando calienta el sol, sino propaganda del PRD, tambi¨¦n conocido como el partido del sol azteca. Despu¨¦s de hacer campa?a toda la ma?ana, M¨ªstica se escapa un par de horas para vender. "Ni modo, tenemos que comer", bromea la comerciante. "Si pierdo regresar¨¦ a mi negocio con la frente en alto y seguir¨¦ mi vida como siempre lo he hecho", dice Felina, antes de volver a su est¨¦tica.
Tehuantepec - El hijo peque?o reclama su independencia
Los tambores retumban de costa a costa en la calle principal de Tehuantepec. Fuertes r¨¢fagas de viento y un calor sofocante dan la bienvenida a la autoproclamada "capital del Istmo", donde se estrechan al m¨¢ximo el Pac¨ªfico y el golfo de M¨¦xico. "Es una tradici¨®n tehuana, todas las campa?as tienen que empezar as¨ª", dice Mar¨ªa Isabel Flores, de 43 a?os, una simpatizante del Partido Verde Ecologista de M¨¦xico (PVEM).
El entusiasmo de Flores por el PVEM ha sido motivo de discusiones en su propia familia. "Mi hijo estaba peleado conmigo, quer¨ªa votar por Morena, pero ya lo contagi¨¦ y hasta pintamos la casa de verde", cuenta sonriente. Poco despu¨¦s aparece el aludido. Raymundo, de 22 a?os, llega con una camiseta del partido, pero dice sin empacho: "En la local voy con el Verde, pero para presidente sigo con L¨®pez Obrador".
"Fui militante del PRI, pero ya estamos muy cansados de que los mismos personajes hayan estado y no hayan hecho nada", dice Flores. Sus palabras podr¨ªan sorprender a muchos. Y es que el Verde ha sido el aliado m¨¢s fiel del PRI en las ¨²ltimas tres presidenciales. Esta no es la excepci¨®n. En algunos Estados, sin embargo, el PVEM ha postulado a sus propios candidatos. "No es un divorcio, digamos que el hijo chiquito ya creci¨®, acaba de entrar a la adolescencia y le entr¨® la rebeld¨ªa para exigir sus derechos", explica Marco Antonio Ruiz, un miembro de la campa?a. Raymundo y Mar¨ªa Isabel, por su parte, siguen viviendo en la casa verde, aunque siguen sin ponerse de acuerdo en qui¨¦n debe ser presidente.